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Actualizado: 09/05/2024 0:28

Música, Música cubana, Silvio

Los “Amoríos” de Silvio

El nuevo álbum del destacado cantautor cubano

Silvio Rodríguez Domínguez (Barrio de La Loma, San Antonio de los Baños, Artemisa, Cuba, 1946) es, nadie lo puede negar, uno de los más grandes compositores cubanos del siglo XX. Fundador —junto a Pablo Milanés, Noel Nicola, Vicente Feliú...— del Movimiento de la Nueva Trova Cubana, en los años 60 del siglo pasado sus temas renovaron el panorama de la canción cubana. Ha escrito más de 500 tonadas y grabado más de 20 álbumes de estudio. Carrera fonográfica que inició en 1975 con Días y flores: la influencia del autor de “Rabo de nube” ha sido concluyente en el panorama de la nueva canción de Hispanoamérica.

“Te doy una canción”, “En estos días”, “En mi calle”, “Tu fantasma”, “Óleo de mujer con sombrero”, “Terezín”, “El papalote”, “Ojalá”, “De la ausencia y de ti”, “Mariposa”, “Te amaré”, “Esto no es una elegía”, “La canción del elegido”, “Qué hago ahora”, “Hoy no quiero estar lejos de la casa y el árbol”, “Érase que era”, “Llover sobre mojado”, “Madre”, “El rey de las flores”, “Romanza de la luna”, “Te conozco”, “Causas y azares”, “Hay quien precisa”, “Son desangrado”, “La maza”, “En el jardín de la noche”, “Pequeña serenata diurna”, “Por quien merece amor”, “Que ya viví, que te vas”, “Te amaré”, “Quiero cantarte un beso” y “Bendita”, entre otros cánticos —el compendio podría ser numeroso—, forman parte ineludible de la memoria melódica de millones de cubanos. Cantando a Silvio crecimos y amamos: quién lo niega.

Amoríos (Ojalá, 2015), álbum más reciente del trovador cubano: vuelta cinco años después de Segunda cita (2010), el controvertido cantautor cubano —partidario incondicional del régimen castrista— entrega catorce composiciones escritas originalmente entre 1967 y 1980. Obras musicales que abordan la temática del amor, las cuales nunca se habían incluido en discos a excepción de “Óleo de Mujer con Sombrero”, presentada ahora dentro de la suite Exposición de mujer con sombrero estructurada en cuatro partes (I. “Dibujo de mujer con sombrero”, II. “Óleo de mujer con sombrero”, III. “Detalle de mujer con sombrero”, IV. “Mujer sin sombrero”).

Acompañamiento de Cuarteto de Jazz: Jorge Aragón Brito (piano), Jorge Reyes (bajo) Oliver Valdés (batería) y Emilio Vega (vibráfono). Invitados: Niurka González (flauta y clarinete), Maykel Elizarde (tres), Anabell López (coros), Tanmy López Moreno (violín y voz) y la Orquesta Sinfónica del Instituto Superior de Arte (ISA) dirigida por José Antonio Méndez Padrón. “Con Amoríos me propuse juntar canciones de ese otro tipo de amor que también nos resulta imprescindible. En ese sentido este disco es un viejo proyecto”, ha expresado el intérprete de “Cuando digo futuro”.

Catorce pistas en un itinerario que aborda reflujos del bolero santiaguero (“Una canción de amor esta noche”, referencias tonales y armónicas de “Llover sobre mojado”), apuntes guaguancoseros/soneros (“Día de agua”, trazos que recuerdan a “Bendita”), copla-pregón (“Tu soledad me abriga la garganta”, huellas de “Yo soy de donde hay un río”) y bolero/trova (“Haces bien”, “Qué Distracción”, “En cuál de esos planetas”, Exposición de mujer con sombrero, “Se cuenta de ti”, “Querer tener riendas”, “Qué poco es conocerte”: entonaciones suscritas en eso que defino como cosmos silviano).

Elegante ejecución instrumental en que destacan flauta, violines, piano, vibráfono, bajo, tres y coros: sugerente resueno del vibráfono en “Tu soledad me abriga...”, “Querer tener riendas” y “Una canción de amor esta noche”; compensadas pulsaciones del tres en “Día de agua”; tentador solo de violín y oficiosa voz segunda y coro de Anabell López en “Se cuenta de ti” y “Día de agua”; espléndido diálogo de cuerdas y flauta en “En cuál de esos planetas”; gratos dibujos de la flauta en “Haces bien” y “Detalle de mujer con sombrero”. El piano de Aragón en componendas jazzísticas ajustadas a los arreglos de cada composición. Bajo de Reyes en síncopas y variaciones de imaginativas concordias (“Una canción de amor...”, “Con melodía de adolescente”, “Tu soledad...”, “Haces bien”, “Óleo de mujer con sombrero”). Los latidos de la guitarra de Rodríguez se extienden con equilibrado sentido melódico-armónico en el almanaque de una placa de intermitencias con algunos de sus trabajos anteriores (Mujeres, Oh, melancolía, Tríptico, Causas y azares, Descartes...).

“Una canción de amor esta noche / es lo que yo te quiero entregar / para que sólo tú la retoces / para romperla luego de amar /.../ una canción de amor y de goces”: liturgias para travesear en los espejos y amar cueste lo que cueste: Amoríos de Silvio Rodríguez Domínguez: cruzadas, vueltas, viajes, mudanzas que confluyen con gestos de todos nosotros. Producción que enriquece el sugestivo paisaje de la cancionística de la mayor isla del Caribe.

© cubaencuentro

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