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Actualizado: 02/05/2024 23:14

Historia, Colón, Descubrimiento

«The Mysterious History of Columbus»

Es preciso decir que los mismos que denunciaban los desmanes de Colón propiciaban o callaban los de la Inquisición, que cometía actos igualmente condenables

Es imposible comentar la abrumadora cantidad de datos ni la minuciosa transcripción de textos, cartas y opiniones de este libro, que más que una biografía es un análisis de todo lo que se ha escrito sobre Cristóbal Colón, desde que comenzaron a documentarse sus viajes y descubrimientos. Me referiré solo a los temas que más motivaron mi interés. Y al final, anotaré un compendio de datos que creí de utilidad.

El autor cuestiona la palabra descubrimiento, mencionando anteriores desembarcos polinesios, chinos, africanos y fenicios. Y en una disquisición puramente semántica insinúa que el descubridor no descubrió nada, puesto que los indios ya habían descubierto esos territorios. Y destaca, además, la crueldad del Gran Almirante durante la Conquista.

Sea de ello lo que fuere, la importancia de lo ocurrido aquel 12 de octubre de 1492 (by any other name) consistió en establecer un permanente y definidor vínculo entre Europa y el entonces llamado «Nuevo Mundo».

En cuanto a la crueldad, es cierto que hubo maltratos y crímenes en la colonización, incluso por parte de Colón, a pesar de ser este, según reconoce Wilford, un hombre noble y piadoso, católico practicante y con el nombre de Dios inscrito siempre en sus cartas y alocuciones. Lo cual no lo excusa, al contrario, agrava su culpabilidad en cualquier atrocidad que se le impute.

Pero es preciso decir que los mismos que denunciaban los desmanes de Colón propiciaban o callaban los de la Inquisición, que cometía actos igualmente condenables. Y siglos más tarde, a finales del XIX, bajo las órdenes del monarca belga, Leopoldo II, la llamada Force Publique masacraba a los negros en el Congo. Y los colonizadores en Norteamérica mataban a sus originales pobladores, hechos que han sido frívolamente narrados a todo color en los Westerns hollywoodenses. Y sin ir más lejos, en pleno siglo XX en el Deep South el abuso, la discriminación, los asesinatos y linchamientos que infligían los supremacistas blancos a los afroamericanos son una mácula vergonzosa que, para mayor infamia, quieren ahora borrar de los libros de historia en las escuelas de Estados Unidos. Todos los imperios, todas las naciones, todas las épocas tienen sus propias Black Legends.

Por otra parte, Wilford reconoce que América debió llamarse Colombia, pues los tres o cuatro viajes (dos de ellos puestos siempre en duda y finalmente declarados falsos) de Américo Vespucio a América del Sur fueron posteriores a los de Colón. Al respecto, Wilford cita una frase de Víctor Hugo: «Hay hombres con mala suerte. Cristóbal Colón fue incapaz de darle nombre a su descubrimiento, mientras que Guillotin nunca pudo excluir el suyo de su invento». En 1777, el historiador William Robertson llamó a Vespucio «impostor con suerte». Ralph Waldo Emerson expresó su indignación de que toda América llevara el nombre de un ladrón».

Quizás, las explícitas y amenas descripciones de la región que visitó el navegante florentino hicieron más popular su nombre, entre sus contemporáneos, que el del genovés.

Según crónicas escritas por el propio Vespucio, los habitantes de lo que hoy es Brasil eran muy limpios, se bañaban con frecuencia, en contraste con los europeos. Solían orinar en público, aun en medio de una conversación, aunque defecaban privadamente. Las mujeres eran muy bellas y extremadamente libidinosas. Para satisfacer su lujuria aplicaban un veneno extraído de insectos en el pene de sus amantes para incrementar su turgencia. No existía la monogamia. Vespucio cuenta que conoció un hombre que tenía diez esposas.

Y en medio de esa idílica y sensual existencia, practicaban el canibalismo.

El destino de los restos mortales de Colón es tan discutido como la nacionalidad que a lo largo de los años le han adjudicado: genovés, judío español exiliado en Italia, catalán, gallego, etc. Sus huesos o cenizas han viajado tanto como él: Sevilla, Santo Domingo, Génova y hasta La Habana. Y aún no se sabe a ciencia cierta el lugar donde reposan.

Buscarle la quinta pata al gato, después de tantos siglos, es fútil tarea. La indiscutible verdad es que Colón fue el primero en establecer en América una «civilización europea», la de su época, con sus bondades, errores y horrores.

Estas son las palabras con que John Noble Wilford concluye su libro:

«Los defectos de Colón, así como sus ambiciones y su valentía son verdades históricas —y son todas humanas.»

Apuntes al margen

Cristóbal Colón: (1451-1506).

Esposa: Felipa Perestrello e Moniz (1455-1484). (Se casaron en Lisboa en 1479).

Primer hijo: Diego Colón (1479-1526). Segundo virrey y gobernador de las Indias.

Amante de Cristóbal Colón: Beatriz Enríquez de Arana (1465-1521). Nunca se casaron. En 1488 dio a luz a Fernando.

Segundo hijo: Fernando o Hernando o Ferdinando (1488-1539). Hijo de Beatriz Enríquez. Bibliógrafo y cosmógrafo.

Isabel la Católica (1451-1504): Alejo Carpentier en El arpa y la sombra describe una relación sexual entre la reina y Colón, la cual ha sido desmentida.

Segundo viaje (1493): Constó de 17 buques.

Tercer viaje (1498): En la expedición participaron 8 navíos y una tripulación de 226 personas, entre las cuales había dos gitanas asesinas, Catalina y María, cuyas sentencias se conmutaron a cambio de que abandonaran España. Lo mismo sucedió en el primer viaje, cuando en Palos, cuatro criminales (Bartolomé de Torres, Alonso Clavijo, Juan de Moguer y Pedro Yzquierdo) aprovecharon esa «amnistía» para enlistarse.

Fecha del descubrimiento: En nota al pie de la página 129.

«La fecha del desembarco, 12 de octubre, no es correcta. Esa fecha corresponde al calendario juliano, vigente en el siglo XV. Bajo el gregoriano (actual) la fecha debería celebrarse el 21 de octubre.»

Primer desembarco de Colón en América del Sur: En 1498 durante su tercer viaje, en lo que es hoy Venezuela.

Américo Vespucio (1454-1512): Nativo de Florencia, Italia. En 1505 se hizo ciudadano español. Un lustro después de que Colón desembarcara en tierras americanas Vespucio exploró las costas de América del Sur.

Colón encadenado: En 1500 Colón fue enviado cautivo a España, por orden de Francisco de Bobadilla (1448-1502), gobernador de Santo Domingo. Luego los reyes lo reivindicaron y le restituyeron sus títulos y bienes. En 1502 Bobadilla murió en un naufragio poco después de salir de La Española hacia España.

Cuarto y último viaje de Colón: (1502).

Muerte de Colón: El 20 de mayo de 1506, en Valladolid, rodeado de sus dos hijos y algunos amigos.

© cubaencuentro

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