El Festival de Cine de Miami acogió a principios de este mes la premier de la película La Ciudad Perdida, producida y dirigida por Andy García. En el Gusman Center de la capital del exilio cubano reinó una atmósfera de intensa emotividad que se inició con las palabras de presentación del propio realizador.

García contó cómo le tomó más de 16 años llegar a ese momento de culminación, de su complicidad con el escritor fallecido Guillermo Cabrera Infante para convertir en obra de arte la esencia que yace en el alma de cada cubano expatriado, y de la generosidad del equipo de filmación y de los actores, desde familiares cercanos hasta estrellas de Hollywood como Dustin Hoffman y Bill Murray.

Cuando el conocido actor llegó al momento de la dedicatoria, que también aparece en los créditos, su voz sonó distinta. El filme está dedicado a su padre René, muerto hace años, y a su suegro Ramón Lorido, quien falleció cuando se rodaba el filme. García señaló además que la obra es un tributo a todos los cubanos que tuvieron el valor de buscar nuevos horizontes en tierras extrañas para criar a sus hijos en libertad.

La película recoge dos momentos: La Habana capitalista de los años cincuenta y cuando Fidel Castro conquista el poder, en 1959.

La familia de Fico Fellove, personaje que dirige el cabaret El Trópico y que encarna Andy García, sirve al guión de Cabrera Infante para reflejar el desgarramiento de las familias cubanas en su expresión más trágica. Un hermano de Fico provoca la muerte del tío cuando le plantea el despojo de su vega de tabaco y este es víctima de un infarto. La escena, por cierto, se asemeja un tanto a la de El Padrino (Marlon Brando) cayendo entre los arbustos.

De manera violenta mueren también un amigo de Fico y la amante de este último. El primero, a manos de subordinados del Che Guevara, y la segunda, debido a un atentado terrorista en el cabaret El Trópico. Esta secuencia también recuerda un tanto la obra maestra de Coppola, cuando la hija de Mike Corleone y amada prima del personaje de Andy García, cae abatida a tiros.

Recuperar la nación

Junto al personaje de Fico, la música también es protagonista en el dibujo cinematográfico de esa ciudad perdida. Melodías emblemáticas de aquella época contribuyen a la ambientación y la credibilidad de varias escenas.

La música del Sexteto Habanero, Miguel Cuní, Rolando Laserie, Benny Moré y de otros grandes intérpretes de la época, matizan continuamente la banda sonora. Incluso, a veces aparecen actores que doblan sus voces, como es el caso de Bola de Nieve, Rolando Laserie y el propio Benny.

En otras escenas, los pasajes musicales forman parte de la trama. A lo largo del filme se percibe oficio en el manejo del lenguaje cinematográfico. Por ejemplo, la irrupción de la música y el baile afrocubanos, gracias al montaje, es como una premonición de un cambio drástico en la realidad narrada. La aparición en esta secuencia del grupo de danza afrocubana Ifé Ilé enriquece también estéticamente la cinta. La película va desgranando sin pausa momentos clave en la historia cubana, los cuales se entrelazan estrechamente con los hechos que viven los personajes.

Queda por ver si el ritmo del filme será capaz de atraer a una audiencia distante de los acontecimientos de esa historia reciente de Cuba. Al espectador cubano que queda atrapado desde el inicio por un guión, donde choca constantemente con vivencias que le tocan muy de cerca, le resulta imposible prever la aceptación que podrá tener la obra por parte de un público ajeno.

De cualquier manera, por la calidad de la puesta en escena, los valores cinematográficos de la cinta, la factura del guión de Cabrera Infante, las creíbles actuaciones y también —¿por qué no?— por haber sido producida con la colaboración de tanta gente y gracias al empeño tenaz de un representante genuino de la diáspora cubana, La Ciudad Perdida será reconocida en la cinematografía nacional como una de las obras más legítimas e ilustrativas de la tormentosa etapa del régimen de Fidel Castro, y como tal, con toda seguridad, perdurará incluso cuando hayamos recuperado la nación perdida.

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