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Actualizado: 17/05/2024 12:58

A Debate

El arco y la flecha

Sobre las 'Cuatro propuestas para un nuevo contrato social', presentadas por el Arco Progresista para 'ciudadanizar la sociedad y el Estado'.


El Arco Progresista se tensó con Cuatro propuestas para un nuevo contrato social y lanzó la flecha de la tercera vía en la presunta coyuntura histórica de que "el castrismo se agotó y (…) el anticastrismo también". Parece confuso que cualquier flechazo contra el statu quo no sea anticastrista, pero está claro que presenciamos otro avatar del mismo problema en que se enredó Juan Jacobo Rousseau hacia 1762: establecer "nuevas legitimidades" y dar "paso a un nuevo país".

Las bases del "nuevo contrato social" guardan correspondencia con determinado concepto que sirve de justificación a cierta reforma implícita o explícita:

—Reforma agraria radical para garantizar "la seguridad alimentaria", porque "la tierra pertenece a la sociedad, no al gobierno ni al Estado".

—Reforma política que suprima a "los comunistas cubanos [como] grupo superior al resto", ya que "la legitimidad del modelo político depende de la base cultural de una nación con base en los ciudadanos, no en grupos auto-elegidos".

—Reforma jurídica que cree "un espacio de confluencia plural", en tanto "el ciudadano de derechos sólo nace del ejercicio de los derechos, no de la concesión de los gobiernos".

—Reforma educativa que encauce "un proyecto pedagógico en materia de derechos humanos", pues "la inversión del pacto sociedad-Estado es sólo posible cuando existe el sujeto cultural de derechos".

—Otra reforma cultural que anime el "debate intelectual y político sobre la redefinición necesaria de las relaciones entre Cuba y los Estados Unidos", una vez que éstas "han sido definitivas en Cuba para la definición de la soberanía y de la democracia".

De las bases "mínimas y generales" se derivan cuatro propuestas específicas: la iniciativa ciudadana de cien mil firmas por "el pleno reconocimiento del derecho a la propiedad", otra similar por la "Reforma Verde" que garantice "la seguridad alimentaria", el derecho al templo de "todas las prácticas religiosas" y el "reencuentro con Cuba", que entraña la reforma migratoria de que todos los cubanos en el exterior puedan residir en la Isla y participar en su vida social y económica.

Planteo idealista

La pita contractual de Rousseau se enredó porque su volonté générale no sólo expresaba razones legitimantes, sino que también designaba al tenedor de la soberanía. Tal como señaló Jürgen Habermas, esta doble función complica la discusión sobre la democracia más acá de lo que ya el propio Rousseau sabía: que la verdadera democracia nunca ha existido ni habrá de existir jamás (Problemas de legitimación del Estado moderno, 1976).

Lo mismo sucede con la pretensión de "ciudadanizar la sociedad y el Estado" usando lo "jurídico como instrumento legítimo para el proceso de cambio democrático". Pero a lo mejor este planteo idealista encuentra resonancia entre cubanos y encarna como fuerza política realista. Sólo que así acaecería la más profunda revolución social del mundo moderno: "la Cuba de los ciudadanos", en contra de lo que postula el mismo Partido Arco Progresista (PARP): "La era de las revoluciones murió, al menos para Cuba". Está claro que la suerte del contrato social parpista se dilucidará empíricamente, más vale la pena enzarzarse en la discusión de los conceptos correlativos.

Aquello de que "la tierra pertenece a la sociedad" no se compadece con la "seguridad alimentaria", que resulta de la productividad del trabajo y la administración eficiente. Entre las fallas de la ingeniería social comunista, Carlos Alberto Montaner subraya precisamente desoír una advertencia tan vieja como Aristóteles: "donde todo es de todos, nada es de nadie y no hay quien cuide la propiedad colectiva".

Desechar el Partido Comunista como vanguardia de la nación cubana es buen punto de partida para enfocar la "legitimidad del modelo político", pero apelar a los ciudadanos deja el problema en el aire. No se trata de quién, sino de qué mecanismos pueden justificar que las instituciones básicas de la sociedad y las decisiones políticas fundamentales encontrarían el asentimiento voluntario de todos los afectados, si pudieran participar como personas libres e iguales en los procesos de formación de la opinión y de la voluntad políticas.

Así lo demostró Habermas en Problemas de legitimación en el capitalismo tardío (1973). Y puesto que "el ciudadano de derechos sólo nace del ejercicio de los derechos", cincuenta años de castrismo nos encaran con otra prevención de Habermas: "Las instituciones jurídicas de la libertad decaen sin las iniciativas de una población acostumbrada a la libertad. Su espontaneidad no puede forzarse mediante el Derecho; se regenera a partir de tradiciones de libertad" (Facticidad y validez, 1992).

Memoria perdida

En Cuba, el quid socio-jurídico no es la transición, sino el injerto y el comienzo, porque la dictadura hizo tabula rasa, ha durado demasiado y la gente perdió hasta la memoria. Por lo demás, "la inversión del pacto sociedad-Estado" tiene demasiado aire de familia con el ardid marxista-leninista de extinción del Estado, máxime si hasta el Estado de Derecho no ha conseguido pasar de lo que avizoró Hegel: "un mal Estado, meramente existente", porque los intereses particulares siguen campeando por sus respetos fácticos frente a los intereses generalizables de todos los ciudadanos.

Una de las premisas esenciales del contrato social parpista es "la distinción nítida [entre] Estado y gobierno". De ahí que "la igualdad de condiciones entre los ciudadanos y el gobierno frente al Estado debe ser (…) mental y psicológicamente restablecida". Sólo que no hay mente ni psicología que sobrepujen a las instituciones de dominación, y el gobierno es parte tan esencial como privilegiada del Estado.

Lo que sí está sobre el tapete de la realpolitik es la "redefinición" de relaciones entre Washington y La Habana, que parece gobernada por imperativos de mercado antes que por la orientación moral. No sorprendería que los agentes de cambio acabaran por redefinirlas de tal modo que, para seguir en onda con Hegel, sobrevenga la "pérdida de la eticidad" (Filosofía del derecho, § 181).

Y lo que sí resulta inaceptable en el debate conceptual es que la flecha lanzada por el Arco Progresista tenga plumas como esta: "la relación de soberanía entre el ciudadano y el Estado, rota con la reforma constitucional de 2002". Semejante memoria histórica da ganas de gritar: ¡Dejen de elaborar tantos programas! ¿Acaso sobrevivir no es uno bueno?

© cubaencuentro

15 Comentarios


15 by La Avellaneda (Usuario no autenticado) 05/03/2009 9:00

Y es necesario ser conocido en Cuba para enfrentar un régimen que ya dura cinco décadas ? Por este camino promovemos a los personajes del tristemente célebre Comité Central a cabecillas de la humilde oposición. Ellos sí son muy conocidos!! Cuesta, se menciona muchas veces tu raza, son evidentes las entrelíneas del racismo recalcitrante que corre a algunos. Es una pena a estas alturas y después de la lección que dio Estados Unidos al respecto.

14 by La Avellaneda (Usuario no autenticado) 05/03/2009 9:00

Bravo por el de la Fábula. Lo importante es que se haga algo! Los cubanos tenemos que unirnos de una vez y por todas! Es ilegítimo venir aquí a sermonear por una cuestión de estilo o lenguaje frente a personas que pugnan - REALMENTE - por el país. Infelizmente la oposición continúa siendo un grupo reducido de personas con coraje; algunos salvamos el pellejo preocupados con nuestra propia panza y bienestar, otros en vez de apoyar cualquier iniciativa por mudar el orden de cosas, se limitan a criticar cuestiones de forma, cuando lo que interesa es el contenido y mucho más aún los objetivos.

13 by Joaquín Peña (Usuario no autenticado) 04/03/2009 15:20

Dice el señor Fernández-Díaz que Habermas dice que Rousseau sabía que la “verdadera democracia” nunca ha existido ni habrá de existir jamás. De ser ciertos tantos dimes y diretes, yo particularmente lamentaría que el susodicho y célebre filósofo no haya pontificado de manera semejante sobre la “verdadera dictadura” y sus posibilidades histórico-concretas de realización práctica, pues va y a lo mejor lo que tenemos los cubanos es una falsa dictadura con un dictador de mentiritas; en fin, un montón de alucinaciones o jugarretas de los sentidos... Ojalá Habermas y sus partidarios lleguen a entender un día que la democracia que no posea existencia fuera de sus cabezas será cualquier cosa menos verdadera.

12 by Octavio Guerra (Usuario no autenticado) 04/03/2009 6:40

Si alguien piensa que un advenedizo que nadie conoce en Cuba va a unificar a la población cubana en torno al galimatías de ese nuevo contrato social, padece de una ingenuidad que, en realidad, es un acto criminal de irresponsabilidad política. Esta nueva “propuesta” parece más una nueva carta falsa de navegación elucubrada por los órganos represivos de la inteligencia cubana para enturbiar más aún las ya revueltas aguas del panorama de la oposición cubana.

11 by Proyecto Varela (Usuario no autenticado) 04/03/2009 6:20

Esa contraposición entre Aristóteles y Platón es falsa toda vez que el aristotelismo fue el fundamento de toda la teología política medieval por la vía del tomismo que es, de verdad, la mayor abstracción política que conoció la humanidad y que duró siglos y siglos. No es cierto que el asunto sea tan simple como que Cuesta Morúa y su grupo o Payá y su grupo tienen un problema de "sentido común" o no estudian "lógica formal" como le gusta decir a Fernández Díaz. Tampoco es cierto que ellos supongan que el grupo gobernante va a consentir dejar el poder. Lo que hace Fernández Díaz es simplificar las aciones políticas de la oposición interna para descalificarlas por moderadas o legalistas y repetir el viejo argumento de los comecandela de Miami de que Payá, Cuesta Morúa y otros le están haciendo el juego al castrismo. Su operación es así de burba y no tiene nada que ver con problemas filosóficos que él desconoce.

10 by Rodolfo Monteblanco (Usuario no autenticado) 03/03/2009 23:42

La vigencia de Aristóteles y su "Politika" así como la evaporación histórica de los métodos perceptivos desde Platón hasta Marx/Lenin tiene su raíz en la diferencia entre una interpretación práctica de la sociedad y una interpretación basada en abstracciones. Aún cuando las últimas han tratado de triunfar con revoluciones violentas estan destinadas a lo que toda idea basada en abstracciones: el fracaso. Por eso, ésta propuesta está condenada desde su inico aunque parezca un interesante pasatiempo ideológico. Se basa en la abstracción de que el grupo en el poder convenga en perderlo.

9 by Esopo de Cuba (Usuario no autenticado) 03/03/2009 23:42

Al menos tiró la flecha, si no da en el blanco, seguimos en la guerra, aunque sea de león para mono, pero el mono se está moviendo en el interior de Cuba y tu articulista sigues sembrando cizañas desde Pembroke Pines deberías hacer algo mas útil por la democratización de Cuba.

8 by Papelio (Usuario no autenticado) 03/03/2009 23:42

Amigos, sinceramente, si las flechas de este "Arco" es lo que el futuro depara, sugiero leer o releer el "Elogio de la Locura" de Erasmo de Rotterdam y las obras sobre psiquiatría de José Ingenieros. !Cuanta Demencia!

7 by Lopas Evagelio (Usuario no autenticado) 03/03/2009 23:42

¿Y qué me dicen de Ecumello y su propuesta de una división bugetaria sin acuerdo legítimo? Lo fundamental, en mi modesta opinión, es concretizar la divergencia que esbozaron Hughes y Tirandhol en 1654, bajo la Conferederación de los Jamasidos, en una obra cumbre y esclarecedora (Itzch Llunbrem daf Preirchlizen ug Naisk, Rotterdam 1654 § 2345). El planteamiento de Morua y su Arco, no es más que una reinterpretación de lo que afirmaba D'Kambrois en sus Epístolas (1765 Chapter 23): "No hay razón de ascendencia humana, que no acabe sirviendo a la falsedad de un gobierno intrínsecamente denostado" (Op Cit 467). Discutamos entonces sobre lo verdaderamente importante.

6 by Proyecto Varela (Usuario no autenticado) 03/03/2009 23:42

Lo que es bullshit es andar calificando cualquier proyecto de la oposición interna o cualquier idea del exilio de bullshit como si el único que supiera cómo derrocar a Castro fuera Fernández Díaz. Porque en en vez de andar cuestionando a todos los líderes de la oposición y el exilio no hace Fernández Díaz una superpropuesta "basada en Habermas" que nos ilumine a todos.

5 by El Psiquiatra (Usuario no autenticado) 03/03/2009 23:42

La voz de la oposicion que menos se deberia escuchar en Cuba es la de este Sr. Cuesta Morua. Siempre esta hablando como si fuera un erudito y los cubanos son mucho mas narurales y no se complican tanto para decir las verdades en la cara de cualquiera. En Cuba hay opositores reconocidos pero no una oposicion organizada que les permita llevar a buen fin su trabajo de transformacion social. Si encima de eso tenemos a gente como esta que segun me han dicho habla hasta con acento extranjero QUE PODEMOS ESPERAR y no soy racista porque soy Colombiano, vivo en los Estados Unidos y SOY EXTREMADAMENTE NEGRO. Mi profecion y lo que gano es lo que mi quita un poco el color dicen algunos. Miren mis queridos cubanos, basta de propuestas, ya tubieron el Cocilio Cubano, el Proyecto Verela y un monton de cosas que de nada les ha servido en estos 50 años. La solucion es tomar las calles pacificamente y protestar y mas protestas y no se cansen de protestar algunos me han dicho que es muy arriesgado pero Guillermo Fariñas puso de rodillas al gobierno con una huelga por la Internet. Gente como esa es la que ustedes necesitan. Fui a Cuba a finales de Diciembre y he dedicado parte de mi tiempo a solidarisarme con ustedes. Nunca pense que se pudiera vivir asi, como viven ustedes, con todo respeto.

4 by Alexandra Flecher. (Usuario no autenticado) 03/03/2009 22:02

Y la dimisión del desgobierno cubano, para que se juzgado, por un tribunal internacional por genocida, terrorista, por entrenar y financiar el terrorismo internacional, por encarcelar y mal juzgar a sus ciudadanos, en base a sus propias y macrabras leyes,parece imposible, pero que un día no muy lejano se hará realidad. Así el arco y la flecha, llegarán un día a tocar diana, de lo contrario, las palabras se las lleva el viento. Que los cubanos no somos tontos, lo de dentro no pueden usar la tecnología, pero los de fuera, muy bien que la usamos.

3 by Proyecto Varela (Usuario no autenticado) 03/03/2009 18:20

Fernández Díaz disfraza de diferencia teórica su rechazo político a la oposición interna. Esto es lo mismo que el artículo contra el Proyecto Varela porque Payá no fue al notario. Rousseau, Hegel y Habermas a quienes trae por los pelos no tienen nada que ver. Su objetivo es desprestigiar a la oposición interna y Cubaencuentro le da cabida en nombre de la diversidad.

2 by Manuel Guillot (Usuario no autenticado) 03/03/2009 16:00

Pero al menos este artículo aclara que la propuesta de Kalule es bullshit

1 by Joaquín Peña (Usuario no autenticado) 03/03/2009 10:20

Aristóteles arribó a la filosofía partiendo de la polis. Seguramente ése es un prerrequisito de su condición de clásico del pensamiento (de que diera en el clavo en muchos temas). Los filósofos e historiadores cubanos contemporáneos suelen por lo general partir de la filosofía (fosilizadamente recogida) de Rousseau, Hegel, Habermas, para arribar a la realidad cubana. Por eso embrollan mucho y aclaran poco o nada.

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