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Actualizado: 06/05/2024 0:13

Opinión

La respuesta de Fidel Castro

Una tradición genuinamente castrista: Los 'sanos cambios' de hoy son una de las purgas cíclicas estalinistas que ha habido en la Isla.


La incomprensión de "ese fenómeno histórico conocido como revolución cubana" se ilustra ejemplarmente al asociarse los "cambios sanos en el Consejo de Ministros" con un gobierno diseñado por Raúl Castro para conducir la sucesión autoritaria. Una simple búsqueda de archivo daría con El viejo traje de la revolución, cortado a gusto por el "grupo político de Fidel Castro".

La clave grupal puede encontrarse en la carta (Santiago de Cuba, octubre 16 de 1957) en que Armando Hart escribió a Castro: "Éramos un grupo (…) ahora somos la revolución". Para diciembre 14 de 1957, Castro denunciaba el Pacto de Miami (octubre 15, 1957) y apartaba a los demás grupos políticos comprometidos con la solución violenta del drama de Cuba. Desde entonces se arma caballero de la revolución con arreglo a los valores de "lealtad y sacrificio". No en balde Raúl Castro, como ahora Fidel a Carlos Lage y Felipe Pérez Roque, tachó de "ambicioso" a Felipe Pazos por haber firmado aquel pacto.

Los "sanos cambios" de hoy se consideran una de las purgas cíclicas estalinistas que ha habido en Cuba. Sólo que esa tradición es genuinamente castrista y puede rastrearse en la configuración del primer Consejo de Ministros de la "revolución triunfante".

Así cae también la cotización del género historiográfico que discierne entre revoluciones "nacionalista democrática de 1959 [y] socialista estatalizadora de 1960" e identifica líderes que "personifican la primera y no la segunda". Al menos desde la reunión en La Rinconada (diciembre 18, 1958), nadie personificó algo ajeno a "la voluntad de quien es el auténtico líder y motor único", por decirlo como Che Guevara. Desde entonces, ninguna figura política en Cuba ha tenido base propia, sino prestada por Fidel Castro. Y puesto que semejante base es tan volátil por abajo como revocable desde arriba, las cartas de renuncia de Lage y Pérez Roque entonan la misma tonada de Pimpinela que Carlos Aldana hizo famosa hacia 1992: "pase lo que pase, siempre contigo".

Aquel día en La Rinconada, Fidel Castro notificó al núcleo duro de su grupo político que Manuel Urrutia sería el presidente del Gobierno Provisional y había nombrado ya a Roberto Agramonte como canciller; a Luis Buch, secretario de la presidencia; y al jurista Ángel Fernández, ministro de Justicia. Se propuso al comandante guerrillero Julio Martínez Páez para Salubridad y Asistencia Social, además de Raúl Cepero Bonilla (Comercio) y Manuel Fernández (Trabajo). Las demás carteras quedaron pendientes y Fidel pidió reservarse las propuestas de Gobernación, Agricultura y Obras Públicas.

Su hermano menor replicó: "Me quedaré en el Segundo Frente, porque con Urrutia y Agramonte estimo que ese gobierno no podrá avanzar por los caminos que debemos emprender". Fidel concluiría: "Ese es el gobierno de ustedes, porque yo estaré en contacto con el pueblo (…) criticando los errores que se cometan".

La escenificación de Raúl alzado y Fidel en la oposición encubría el designio del grupo político castrista, que Hart había adelantado en su precitada misiva: "Ese gobierno de equilibrio es un contrasentido necesario [y] útil por el momento, [pero] destinado más tarde o más temprano a fracasar. Ahí será el momento soñado de la revolución. Por esta razón (…) no nos debe interesar más que integrar gobiernos con personas que no están a su vez integradas a la revolución".

Como ya sabemos por la misma carta, esa revolución era la transfiguración de aquel grupo. De ahí que al serle propuesta la presidencia del Gobierno Provisional, Urrutia no pudo menos que confesar su extrañeza: "A esta tarea dedicaré todos mis esfuerzos, aunque no sepa por qué fui escogido" (Patria [Nueva York], enero 25 de 1958).

Al cabo el Gobierno Provisional se completó con el premier José Miró Cardona, Rufo López (Hacienda), Elena Mederos (Bienestar Social) y gente del grupo político de Fidel Castro, a quien Urrutia nombró Comandante en Jefe (enero 3, 1959). Ese gobierno no demoraría mucho en acordar una Ley Fundamental (febrero 7, 1959) que aparentaba ser la Constitución de 1940, pero encerraba la noción seminal de los Estatutos Constitucionales (1952) batistianos: concentrar los poderes.

Lecciones de la historia

No es exacto que los "sanos cambios" de hoy indiquen un manejo de la situación por parte de Raúl Castro. Fidel Castro procedía de una u otra forma a conveniencia.

Castro concibió hacerse del control político directo (febrero 13, 1959) por simple modificación del verbo rector en el artículo 146 de la Ley Fundamental: en vez de "representar", el primer ministro tenía que "dirigir" la política general del gobierno. Y Miró Cardona dimitió, porque semejante función debía desempeñarla "el jefe de la revolución". Al momento del traspaso oficial del cargo (febrero 16, 1959), Castro advirtió fríamente a Urrutia que no debía asistir más a las reuniones del Consejo de Ministros.

Enseguida el ministro amigo de Urrutia, Ángel Fernández, se fue del aire (febrero 20, 1959) y entró Alfredo Yabur. Para junio 11 de 1959, el canciller Agramonte daba paso a Raúl Roa; Luis Orlando Rodríguez (Gobernación), a José Alberto Pepín Naranjo; Humberto Sorí Marín (Agricultura), a Pedro Miret, y Elena Mederos a la cuñada de Miret, Raquel Pérez. Martínez Páez fue remplazado por Serafín Ruiz de Zárate y Manuel Fernández, por Augusto Martínez Sánchez. Todos los ministros cesanteados se marcharon en silencio. De ahí que la purga actual no se distinga de las anteriores por su bajo perfil, si estiramos la memoria histórica hasta 1959.

brart

En cambio, Castro daría el golpe de Estado (como Batista, de madrugada) a Urrutia de manera teatral. Mandó a imprimir en primera plana "Renuncia Fidel" (julio 17, 1959) y en un aparte con Buch, Armando Hart (Educación) y Faustino Pérez (Recuperación de Bienes Malversados) escogió al ministro Osvaldo Dorticós (Ponencia y Estudio de Leyes Revolucionarias) como recambio presidencial. Por la noche habló ante las cámaras contra Urrutia y en eso llegó su hermano Raúl con la noticia: "se va de Cuba y no hará declaraciones". Raúl anunciaría (julio 26, 1959) la vuelta de Fidel al cargo, y estrenaría (octubre 16, 1959) el Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (MINFAR).

Tras el affaire de Hubert Matos (octubre 21, 1959), los "sanos cambios en el Consejo de Ministros" de entonces prosiguieron con sordina. Manuel Ray (Obras Públicas) y Faustino Pérez dieron paso a Osmani Cienfuegos y al capitán de corbeta Rolando Díaz, quien a su vez tomaría la cartera de Rufo López (marzo 18, 1960). El médico guerrillero José Ramón Machado Ventura entraría por Ruiz de Zárate (mayo 21, 1960) y el jefe miliciano Raúl Curbelo, por Oltuski (junio 29, 1960).

La Cuba de los Castro

Este breve repaso previene contra todo tipo de aseveraciones. Así ha sido siempre la Cuba de los hermanos Castro, y sus poderes descansan precisamente sobre el control de todos los funcionarios del Partido y el gobierno, así como del resto de los cubanos. Los "órganos de control" meten las narices hasta en los rincones más íntimos y así se explica, como apuntaron los obispos cubanos en El amor todo lo espera (septiembre 8, 1993), "ese miedo que no se sabe bien a qué cosa es, pero se siente".

Antes, la Contrainteligencia Militar (CIM) se limitaba a vigilar a los cuadros del MINFAR, mientras los informes sobre las figuras del gobierno llegaban a Fidel Castro por vía del jefe de turno en el Ministerio del Interior (MININT). El mayor Orestes Lorenzo señala que la Causa 2 de 1989 propició que la CIM tomara por asalto al MININT y desde entonces el aparato de control quedó subordinado a Raúl Castro y a Abelardo Colomé Ibarra, que es Raúl Castro de nuevo.

Así quedó tronchado el acceso directo de Fidel Castro a muchas informaciones valiosas para los menesteres del poder dictatorial. Todo pasa primero por las manos de Raúl y Fidel no pudo menos que colgarles el sambenito de ambiciosos e indignos a Lage y Pérez Roque por la información que proveyó Raúl.

Ningún "cubanólogo" vio venir estos "cambios sanos" de ahora ni el ascenso antes de Machado Ventura (Machadito) como tercer hombre del castrismo. Y es lógico que así sea, porque Cuba está sujeta al imperio de la voluntad personal de (los) Castro y, al menos desde Aristóteles, le ronca el mango hacer ciencia social sobre la singularidad.

Nadie se llame a engaño: la única línea de sucesión de Castro data de enero 21 de 1959: "Hay que estar prevenidos contra todo; le voy a proponer a la dirección del Movimiento 26 de Julio que designe al compañero Raúl Castro segundo jefe". Tras consumar el truco de volverse a la multitud en busca de aprobación, profirió: "Pues ya lo saben mis enemigos: ¡me pueden agredir cuando quieran, que no hay problemas! Y, además, si agredieran también a Raúl, ¡detrás de él vendrá otro y detrás otro, y detrás otro!".

Castro amañaría su nueva Constitución (1976) para que, por detrás del primer vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, no haya orden jerárquico ni línea de sucesión prefijados. Al llegar el momento de precisar quién sería el "otro", Castro reflexionó: "Espero no tener que avergonzarme" (febrero 29, 2008) y se refociló con su decisión: "Se escuchan ahora aullidos de lobos atrapados por la cola. Qué rabia les provoca en especial la elección, como Primer Vicepresidente, de Machadito…".

En el clímax de la dictadura

La salida de Pérez Roque no es colofón del desplazamiento de los más jóvenes por los más viejos, porque el nuevo canciller, Bruno Rodríguez Parrilla, no pertenece a ella. Tampoco el ministro de Transporte, Jorge Luis Sierra, único vicepresidente del Consejo de Ministros sin trayectoria militar, ni el ministro de Comercio Exterior e Inversión Extranjera, Rodrigo Malmierca, por sólo mencionar tres ejemplos de que, siendo suya la "revolución cubana", Castro hace con ella lo que le da la gana. Lo mismo promueve o se deshace de quienes para saborear "la miel del poder no conocieron sacrificio alguno", que hasta fusila a quienes se sacrificaron de algún modo, pero terminaron pasándose de raya.

Tampoco el poder ha pasado a las estructuras partidistas. Siempre ha estado allí. El Partido único es la única institución que permite al castrismo derramarse por toda la sociedad y a los hermanos Castro, que desde la política hasta la cultura artística sean la continuación de su guerra por otros medios.

Lo que único que falta es reconfigurar el foco secundario de poder (Buró Político) y para ello se convocó al congreso del Partido. Desde luego que seguirá funcionando el mecanismo dictatorial que remplaza la nación cubana por el partido; al partido, por su comité central; al comité central, por el buró político; y al buró político, por el primer secretario. Este no podría ser otro que Raúl Castro, pero así y todo su hermano mayor continuará en el clímax de la dictadura: ejercerla sin ningún atributo oficial de mando, hasta que decida morirse.

Según el doctor Sergio López, "el grupo político de Fidel Castro contrató un seguro de vida, pero la póliza depende de la presencia física [del propio Castro]". En su discurso de investidura (febrero 24, 2008), Raúl Castro convenció de que consultar los casos de "especial trascendencia [al] compañero Fidel", simple diputado ausente del parlamento, era proseguir el mismo camino que se abrió cuando, estando ambos internados en el Colegio La Salle (Santiago de Cuba), Fidel aseveró a sus padres: "Denme la responsabilidad; yo me ocupo de él" (Biografía a dos voces, página 84).

El mecanismo de castigo contra los disidentes de cualquier ralea echó a andar desde que Fidel Castro emprendió su guerra con "gente muy sana, que personalmente recluté y organicé" (Biografía a dos voces, página 106), entre ellos el desocupado sin profesión ni oficio Ramiro Valdés, a quien Castro debió tener en mente cuando refería que "un lumpen bien preparado puede ser bueno" (página 125).

Así las cosas, no debe sorprendernos que reos y verdugos, como anota el doctor López, sean a menudo haz y envés de la misma patología psicosocial: "que morir por la patria es vivir", aunque esa patria sea la revolución de Castro.

© cubaencuentro

19 Comentarios


19 by Mayra Diaz (Usuario no autenticado) 14/03/2009 20:40

Estamos a la espera de tus argumentos, Nada Nuevo. Mayra

18 by Nada Nuevo (Usuario no autenticado) 14/03/2009 15:20

Que clase de articulista es ese que se mete con un seudonimo en los comentarios y acusa a sus criticos de "seborucos". Busquen gente con mayor altura.

17 by Un Cubano Más (Usuario no autenticado) 14/03/2009 3:00

Esto realmente me parece una carrera de velocidad, en donde se compite por ver quién sabe más de historia o quién ubica mejor los hechos cronológicamente o cita más personajes involucrados. Señores, téngase en cuenta que el mejor uso que se le puede dar a este espacio y a estos debates, es precisamente el aprender, el conocer más. No hagamos de esta página una ciber discusión sin sentido. Si empleáramos más tiempo en el aporte de ideas en vez de rebatir comentarios erróneos o no, sin sentido o no, veríamos cuán fructífero podría ser el intercambio. Creo que los cubanos por naturaleza no somos muy dados a concordar mucho en pensamientos más cuando se trata de estar prestos a la discusión ardiente, a la confrontación y ello no es malo, pero mejor sería buscar además, puntos de coincidencia y adecuarlos a nuestra sed de conocimiento. Ninguno de nosotros lo sabe todo pero, ¡Qué interesante sería poder conocer e intercambiar sin que ello implique el tener que caer en ciertas faltas en el trato! Lo importante, como siempre, son las ideas y el poder compartirlas.

16 by Algo Nuevo (Usuario no autenticado) 13/03/2009 7:40

Querido Nada nuevo: Usted es un seboruco. No llama la atencion que Fernandez Diaz no menciona otras purgas, porque aclaró desde el principio que iba a rastrear "en la configuración del primer Consejo de Ministros". No tiene por qué abundar en Sorí´, que salió tan callandito como los demás. Y por cierto, no presento a Miro, Rufo Lopez Fresquet o Elena Mederos como "gente de Castro" . Fíjate que escribió: "Al cabo el Gobierno Provisional se completó con el premier José Miró Cardona, Rufo López (Hacienda), Elena Mederos (Bienestar Social) y gente del grupo político de Fidel Castro". Tú no sabes ni leer, mi hermano. Y el cuento de que Raúl Chibás no aceptó no viene al caso, porque estamos hablando del primer gobierno. Igual podría haber escrito que la propuesta original de presidente no fue Urrutia, sino Velazco. Lo que sí está claro es que lees mal y piensas peor. Nada nuevo para lo que hemos visto en tus comentarios

15 by Nada nuevo (Usuario no autenticado) 13/03/2009 1:00

Joel: Eso mismo esta mejor contado en cualquier libro de Draper. Por otro lado me llama la atencion que Fernandez Diaz no menciona otras purgas como las de Sori Marin, Matos o los comunistas Joaquin Ordoqui y Anibal Escalante. Ademas, presentar a Miro, Rufo Lopez Fresquet o Elena Mederos como "gente de Castro" es una simplificacion tal que raya en la calumnia. La propuesta de Castro para Hacienda no era Lopez Fresquet sino Raul Chibas que no acepto. Hay dos libros de Buch editados en Cuba que cuentan en detalle toda esa historia. De verdad, tan pobre de colaboradores esta Cubaencuentro para publicar estos bodrios que son refritos de Los Miquis de Miami y el blog de Emilio Ichikawa?

14 by EL COBRERO (Usuario no autenticado) 13/03/2009 1:00

TENGO LA IMPRESION DE QUE ESTE ARTICULO ES UNA REPLICA NO SOLO AL DE ARMENGOL, SINO A OTRO QUE ROJAS PUBLICO EN EL PAIS SOBRE EL MISMO TEMA. POR EJEMPLO: "No es exacto que los "sanos cambios" de hoy indiquen un manejo de la situación por parte de Raúl Castro" ES UNA CLARA REPLICA A ROJAS. Y LA OPOSICION A ARMENGOL VIENE DESDE EL TITULO.

13 by Un Cubano Más (Usuario no autenticado) 13/03/2009 1:00

Nada nuevo, creo que se leyó mi cometario en el artículo “La ficción de Satán”; si fue así créame que la intención de usar la frase ¡Nada nuevo! no significa necesariamente que cosas como las que este artículo cita, no se refresquen. De lo contrario, me retracto del comentario anterior. Lo cierto es que por “olvidar” cosas históricas, a veces olvidamos hasta lo que nos hizo como cubanos llegar hasta este punto actual; puede que me refiera a detalles, esto sería otro tema de debates. Hay mucha gente que se nutre de la historia a través de artículos tan sencillos, que como éste, repiten lo que ya sabemos que no es noticia, pero que siempre es bueno recordar. Es muy buena la idea de contar con diversidad de criterios e intercambiarlos, reanalizar situaciones del pasado, buscar más información. El Universo es así: vasto y diverso. Creo que los seres humanos debemos ser en ideas un tanto como el Universo. En fin, nadie sabe si algún día habrá también que modificar muchos textos en los libros de nuestra historia, pero por el momento hay que echar mano de lo que se tenga al alcance. Recuerde que no todos cuentan con la posibilidad de tener las obras donde se dan cita a muchas cosas históricas de nuestro pasado reciente; los artículos son una fuente inagotable ello, más porque en síntesis nos aportan un conocimiento concreto. Si las citas constituyen o no la verdad, pues es asunto de nosotros los lectores de buscar información y corroborarla. De cualquier manera es bienvenida la enseñanza y la información.

12 by Infortunato Liborio del Campo (Usuario no autenticado) 13/03/2009 1:00

Es interesante como cuando aparece en cualquier medio cubano del exilio algo verdaderamente valioso, aparecen enseguida los envidiosos. Debe ser nuestra herencia española

11 by Joel (Usuario no autenticado) 12/03/2009 20:40

Para "Nada nuevo", lo de "sanos cambios" lo dijo el tirano fidel. Este articulo es muy valioso, la historia inicial de como los castros se apoderaron del poder es para muchos un poco borroso. Conocer los origines no permite entender mejor las nuevas manipulaciones actuales de los castros. Gracias Miguel Fernández-Díaz, muy buen articulo.

10 by Historiador (Usuario no autenticado) 12/03/2009 20:00

Lo que dice Fernandez Diaz aqui es tan "novedoso" como decir que revolucion y castrismo han sido siempre una y la misma cosa. Es eso lo que dice ese historiador Sergio Lopez que el cita tanto? Tendre que buscar el libro. Siempre que leo algo asi me acuerdo de los tantos cubanos nobles que se enrolaron en aquello convencidos de lo contrario.

9 by Detector de agentes (Usuario no autenticado) 12/03/2009 20:00

No se quien sea Fernandez Diaz pero puedo apostar que lleva poco tiempo en Miami. Su metodo es muy similar al de los llamados agentes de la contrainformacion. El estudia el tratamiento de una noticia por los analistas del exilio y trata de encontrar una logica comun para luego confrontarla. Al final siempre simplifica al exilio o a la disidencia interna para poder atacarlas facilmente.

8 by Nada nuevo (Usuario no autenticado) 12/03/2009 20:00

Cubanologos son todos, los academicos y los blogeros como Hernandez Busto, Emilio Ichikawa o Arnaldo Miguel Fernandez Diaz. Por lo menos los cubanologos escriben de vez en cuando pero los blogueros escriben todos los dias y a veces, como en este caso, varias veces al dia y bajo diferentes nombres.

7 by mandrake el mago (Usuario no autenticado) 12/03/2009 20:00

exactamente. asi mismo es en general esa persona. egoista, egocentrica, maquiavelico, despiadado. su mente perversa solo da para eso. para perpetuar su control y mantenerse hasta la muerte en el poder. raul y todos los que lo rodean son sus marionetas. los ciudadanos cubanos sus conejillos de india. es vergonzoso ver como los presidentes de america latina y algunos de europa quieren visitar cuba y fotografiarse con semejante carpula de dirigentes. y todavia el resto del mundo no despierta y no escucha a los americanos. es una pena.

6 by Josefa boca de potro (Usuario no autenticado) 12/03/2009 18:00

Me llama la atención como ahora todo el mundo critica a los llamados "cubanologos" cuando ellos son de ese grupo. Porque este mismo señor bajo cualquiera de sus nombres se la pasa elucubrando sobre Cuba.

5 by Esopo de Cuba (Usuario no autenticado) 12/03/2009 18:00

Muy buen articulo de Miguel Fernández-Díaz, es muy saludable que se dedique a escribir e informar de forma argumentada de las patrañas de los Castros para ejercer el poder absoluto. Pero también seria bueno que no obstaculizara con sus opiniones las iniciativas de la disidencia interna, porque en definitiva estas iniciativas en el interior de Cuba vengan de quien vengan, sin importar su ideología política, procuran agrietar el poder absoluto de los Castros que Miguel muy bien conoce, lo que ha demostrado en este articulo.

4 by iguano (Usuario no autenticado) 12/03/2009 17:21

Excelente articulo que en apretada sintesis demuestra como el poder absoluto ha sido siempre el objetivo de los castro.

3 by Nada nuevo (Usuario no autenticado) 12/03/2009 17:20

No veo que aporte nada nuevo este articulo. Todo lo que cuenta esta ya contado y recontado y se salta muchas purgas de medio siglo de tirania. Que Castro haya hecho purgas desde la Sierra no quiere decir que ese mecanismo no sea propio del estalinismo. Tampoco la idea de que los cambios no son el desplazamiento de fidelistas por raulistas es nueva. Alcibiades Hidalgo, Jorge Castaneda, Maite Rico, Rafael Rojas, Jordi Soler y muchos blogueros ya lo dijeron. El articulo parece ser una respuesta a uno previo de Armengol pero Armengol nunca uso el termino de "sanos cambios", asi que cual es el punto de Fernandez Diaz esta vez.

2 by Militante retirado (Usuario no autenticado) 12/03/2009 17:20

Creo que sí. En los tiempos más duros del período especial, el secretario municipal del Partido cerraba alegremente cualquier centro de trabajo para llevar a la gente a la agricultura. No me extraña que el sueño de Machadito se haga realidad, porque siempre ha ido acercándose a ella

1 by Conociendo Administración en Cuba (Usuario no autenticado) 12/03/2009 14:00

Un buen artículo y creo que va muy cerca de la situación. Quisiera comentar solo una cosa, la estructura actual del gobierno, que en realidad es el que administra y se enfrenta a millones de problemas, se complica con la preponderancia del Partido, sera asi en todos los niveles? Los Partidos municipales regiran el control empresarial en la base? Ha sido el sueño de Machado. Sí es asi.. será como querer andar con los cordones de los zapatos amarrados... el fracaso esta garantizado.

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