Candidato colombiano emplaza a Chávez y Castro |
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AFP/ Bogotá. El candidato presidencial colombiano y general en retiro Harold Bedoya, llamó este jueves a los mandatarios de Cuba, Fidel Castro, y de Venezuela, Hugo Chávez, a fijar una posición ante la ruptura del diálogo de paz entre el Gobierno de Bogotá y la guerrilla marxista de las FARC.
"Espero que Chávez y Castro, que han respaldado a las FARC, se alíen en adelante con la democracia colombiana y que no tengamos problemas con ellos, ahora que vamos a combatir a ese grupo", dijo Bedoya a la radio privada RCN de Bogotá.
Cuba y Venezuela integraron la comisión internacional que facilitó el diálogo entre el Gobierno colombiano y las FARC, junto con Canadá, España, Francia, Italia, México, Noruega, Suecia y Suiza.
Antes de la declaración de Bedoya, el ministro venezolano de Relaciones Exteriores, Luis Alfonso Dávila, declaró en Caracas que su Gobierno respeta la decisión del presidente colombiano, Andrés Pastrana, de poner fin a los diálogos de paz con las FARC, y que comienza a tomar las previsiones para atender posibles desplazados hacia su territorio.
"El Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela respeta la decisión que ha tomado el presidente Pastrana. Lamentamos, como lo debe lamentar todo ciudadano consciente, que se haya roto este proceso de paz", dijo Dávila. El canciller añadió que "todos aspirábamos" que continuara el proceso de paz y particularmente Venezuela, "porque Colombia es nuestro hermano, nuestro país vecino".
Bedoya, descrito por los comentaristas como uno de los exponentes de la derecha política local, dijo también que su país está en peligro por la operación de la guerrilla de las FARC, a la que describió como "el más peligroso grupo terrorista de las Américas, que tiene nexos con delincuentes de otros países".
El candidato también pidió a Pastrana convocar a miles de reservistas del ejército para combatir al movimiento rebelde, que cuenta con unos 16.500 efectivos y que también reivindica el ideario "bolivariano".
Pastrana anunció el miércoles que rompía el proceso de paz que su Gobierno llevaba a cabo desde enero de 1999 con las FARC, calificando a esa guerrilla de terrorista, narcotraficante y de haber traicionado la esperanza de reconciliación de los colombianos y la comunidad internacional.
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