Editorial de 'El Mercurio': «Hay voluntarismo en quienes creen que la visita de Bachelet promoverá un giro en el régimen cubano»

Definiciones chilenas frente a Cuba

"En las circunstancias que Chile enfrenta por la crisis mundial, el viaje presidencial a Cuba no parece algo que no hubiera podido posponerse. El país esperaría que toda la energía gubernamental estuviera apremiantemente concentrada en la adopción de medidas para contenerla. Este viaje no contribuye en nada sustancial a paliar esa crisis, pues la Cuba actual corresponde a una periferia ideológica trasnochada, por lo que calificarlo —según lo ha hecho el diputado Leal (PPD)— como 'muy importante', resulta un tanto excesivo. Y aunque sea deseable, parece haber también un optimismo voluntarista en las voces oficialistas que estiman que esta visita representará 'una forma activa de promover y fortalecer el giro político' del régimen cubano, capaz de 'avanzar en la agenda democratizadora y de respeto de los derechos humanos'".

"En realidad, desde el derrumbe de la Unión Soviética el régimen cubano ha tenido por largos años múltiples ocasiones de evolucionar desde un comunismo clásico hacia fórmulas siquiera mínimamente respetuosas de los derechos fundamentales, pero no lo ha hecho, y es una incógnita el que realmente quiera y pueda hacerlo, pues significaría la pérdida del poder y los privilegios para el establishment del partido único desde 1959…".

"…La envergadura del incremento comercial que se pueda lograr [con el viaje] resulta marginal tanto en el comercio global chileno como frente a las oportunidades que ofrecen múltiples otros países no totalitarios de incomparable mayor significación económica. En todo caso, precisamente por su régimen político, el comercio con Cuba está lejos de constituir un intercambio normal entre privados que negocian libremente, pues están sujetas a los designios de las autoridades de La Habana. Todo cuanto pudiere surgir de negocios con Cuba será fruto de un esquema dirigista, alimentado sólo por la voluntad política de su gobierno, cuyas decisiones se requieren en cada una de sus instancias. Con tal sistema, nada puede ser hoy estrictamente comercial, ni lo ha sido en los últimos 50 años, porque el Estado cubano ejerce el control absoluto de la economía".

"…En momentos en que esta visita aún no concluye, se confía en que el gesto de la Presidenta y su balance final guardarán coherencia con la vocación democrática de Chile y con los deberes y compromisos que significa la adhesión a la cláusula democrática en América".

Editorial de El Mercurio, Chile
12 de febrero de 2009

Cuba y Chile: treinta y siente años después

"Este miércoles la presidente chilena Michelle Bachelet y su homólogo cubano Raúl Castro iniciarán un encuentro diplomático sin precedentes en la historia reciente de ambos países. Desde 1972 sendos Estados no se veían las caras para dialogar y buscar mecanismos de cooperación entre la isla y la nación andina. En aquella oportunidad Salvador Allende estaba al frente de la Presidencia de Chile y un joven Fidel Castro al mando de Cuba; el mundo experimentaba la gran crisis del petróleo, a Richard Nixon aún no le salpicaría el escándalo Watergates y la Guerra Fría seguía su curso".

"…Treinta y siente años después, el silencio entre los dos países se quiebra para lograr un acercamiento entre Sur América y el Caribe, como parte de la iniciativa integradora entre régimen cubano y el resto de la comunidad latinoamericana, que comenzó a dar sus primeros pasos con la adhesión de Cuba al Grupo de Río en 2007".

"La apertura diplomática que ha venido experimentando América con respecto al castrismo, responde más a ese fenómeno llamado 'la Cuba sin Fidel' que a otra cosa. La presencia de Raúl Castro en la jefatura de la isla ha abierto la posibilidad de un acercamiento continental, ya que, pese a que la dictadura no da señales de cambio y que la gran mayoría de los países latinoamericanos mantienen fuertes vínculos con EE.UU, la entrada en el juego político del hermano de Fidel cambia las perspectivas y las expectativas de la región frente a Cuba".

"En medio de la polémica que genera este encuentro en algunos sectores de la sociedad chilena, Bachelet va dispuesta a romper una larga pausa de treinta y siente años, con el propósito de instar el diálogo entre dos países geográficamente tan estratégicos como equidistantes. Por lo visto, Cuba está dejando de ser el 'paria' de América Latina, para convertirse en su principal objetivo diplomático. Sería una gran cosa para los futuros ciudadanos cubanos, todavía hoy súbditos de un régimen totalitario, que, lo que aún no es sino una imagen deseada, se convierta en el principio de una realidad sólida, de modo que Cuba regrese al entorno geográfico, político y cultural que le es propio".

Editorial de El Imparcial, España
11 de febrero de 2009

Cita reservada con el cardenal

"Al atardecer cubano arribó la Presidenta Michelle Bachelet a la sede del Arzobispado, donde fue recibida por el cardenal arzobispo de La Habana, Jaime Ortega. La Mandataria llegó acompañada del embajador chileno en la isla, Gabriel Gaspar, e integrantes del equipo de apoyo presidencial. Junto al jefe de la Iglesia Católica isleña, estaban su secretario, Nelson Crespo, y algunos integrantes del episcopado cubano. La comitiva entró por la estrecha calle Habana, en el Centro Histórico, y llegó hasta la puerta de la tradicional casona arzobispal para uno de los encuentros más esperados que ha tenido la Presidenta Bachelet en Cuba. Coincidencia o no, la reunión se produjo entre la cita oficial con el Presidente Raúl Castro y la cena que él mismo le ofreció a la Mandataria".

"Tal como estaba previsto, la conversación fue estrictamente privada. La Presidenta mantuvo el marco de Estado discreto, propio de un encuentro con el máximo representante de la Iglesia Católica cubana, el cardenal no dio pie para que se pensara que la reunión tenía gusto a disidencia o algo parecido. Lo que sí se pudo saber, es que el arzobispo Ortega le habló a Bachelet de la realidad cubana desde una óptica alternativa a la visión oficial y de gobierno. Fueron varios minutos que compartieron en el segundo piso del Arzobispado y donde la Jefa de Estado chilena le expuso también los programas y proyectos sociales que se efectúan en Chile y le manifestó sus respeto y aprecio a Jaime Ortega".

"Muchos miembros de la delegación chilena se quedaron algo frustrados. Aunque ya se sabía que el encuentro sería privado, algunos no habían perdido la esperanza de poder ver y saludar al cardenal. Pero el grueso de la comitiva permaneció en el Palacio de la Revolución o en sus lugares de alojamiento mientras Bachelet conversaba con el prelado…".

La Nación, Chile
12 de febrero de 2009

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