Terrorismo, Posada Carriles, Juicio
Alegatos de cierre en juicio a Posada Carriles se centran en atentados
El fiscal hizo escuchar al jurado un extracto de la entrevista que el acusado concedió a Ann Louise Bardach, ex periodista del diario The New York Times
Los atentados con bombas en Cuba, en 1997, centraron este jueves los argumentos de cierre en el juicio contra el anticastrista Luis Posada Carriles por presunto fraude y perjurio en EEUU, aunque el exiliado no afronta acusaciones por ese caso.
Los fiscales federales y la defensa presentaron sus alegatos en un tribunal de El Paso (Texas), después de que la juez instruyó al jurado en torno al veredicto que emitan.
Posada Carriles enfrenta 11 cargos de perjurio, obstrucción de procedimiento y de fraude por supuestamente mentir en su solicitud de asilo político y ciudadanía estadounidense.
El fiscal Jerome Teresinski comenzó sus alegatos diciendo que “este caso es de opciones que el acusado asumió en agosto de 2005 y abril de 2006 cuando negó haber participado en la campaña de explosiones en Cuba en 1997 y sobre su ingreso indocumentado (a EEUU)”.
Teresinski dijo que los atentados afectaron “el turismo de la Isla y fue un golpe al corazón del régimen de Fidel Castro”.
La Fiscalía Federal intenta probar que el cubano-venezolano habría mentido en su audiencia de asilo en el 2005 al negar su presunta participación en esos atentados.
Enfatizó que el exiliado, de 83 años, presuntamente fue “el comandante en control” detrás de los atentados en La Habana en los que perdió la vida el turista italiano Fabio di Celmo.
Arturo Hernández, abogado del anticastrista, dijo que el caso “es de hipocresía e ingratitud” e indicó que la única prueba mostrada en un intento de validar los ataques consistió en fotografías presentadas “por un torturador del Ministerio de Inteligencia de la Isla (Cuba)”, en referencia al teniente coronel cubano Roberto Hernández Caballero.
El fiscal aseguró que “la evidencia es abrumadora y él se inculpa”.
Para apoyar su aseveración, hizo escuchar al jurado un extracto de la entrevista que el acusado concedió a Ann Louise Bardach, ex periodista del diario The New York Times, en 1998, sobre su presunta participación en los atentados.
En la entrevista se escuchó decir a Posada Carriles que habría planeado las explosiones en el lapso de uno a dos meses.
“Señores, estas son sus propias palabras. ¿Hay alguna duda de que está hablando de la campaña de explosiones?”, preguntó el fiscal.
Hernández, por su parte, afirmó que el caso presentado es “ingrato” porque el exiliado sirvió activamente en la Guerra Fría, realizando labores de alto riesgo para impedir la instalación de una estación nuclear submarina en Nicaragua durante el conflicto Irán-Contra.
En contraste, agregó, EEUU lo detuvo por cargos de inmigración durante dos años y medio y le presentó cargos.
Teresinski, a su vez, urgió al jurado a declarar al anticastrista culpable y enfatizó que su papel en el Ejército o como ex agente de la Agencia Central de Inteligencia de EEUU (CIA) no le excluían para actuar al margen de las leyes.
El abogado de Posada Carriles señaló que EEUU utilizó la entrevista de naturalización para inculparle.
Hernández dijo que Posada Carriles avergonzó al Gobierno cuando dio una rueda de prensa en Miami en 2005, haciendo evidente su presencia en el país, y sugirió que esta es una de las razones por la que es juzgado.
“Estaban avergonzados por su presencia en Estados Unidos, por lo que diría la comunidad internacional”, aseveró.
Otro abogado del exiliado, Felipe Millán, indicó que el Gobierno entrevistó a Posada Carriles sabiendo que no era elegible ni para el asilo político, ni para la naturalización.
Precisó que la entrevista nunca tuvo el fin de determinar si su cliente era elegible porque el Gobierno sabía que Posada Carriles fue condenado en Panamá. El objetivo, añadió, fue armar un proceso criminal contra él.
El exiliado, a quien los gobiernos de Cuba y Venezuela acusan de terrorismo, fue condenado en 2004 a ocho años de cárcel en Panamá por cargos contra la seguridad colectiva y falsedad de documentos, y luego indultado.
Se espera que este viernes el jurado inicie las deliberaciones.
El jurado deberá pronunciarse en torno a cargos de perjurio en los que se acusa a Posada Carriles de negar su supuesta participación en los atentados durante una audiencia de asilo político en 2005.
También sobre cargos de obstrucción de procedimiento por supuestas ofensas relacionadas con terrorismo internacional, además de acusaciones de supuestamente mentir en su entrevista de naturalización sobre su ingreso al país, y por negar que habría utilizado alias y un pasaporte expedido por el Gobierno de Guatemala.
Posada Carriles dijo que ingresó vía terrestre a través de la frontera de Matamoros (México) con Brownsville, ayudado por un “coyote” (traficante de personas).
La Fiscalía sostiene que llegó por mar a Florida desde Isla Mujeres (México).
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