Bush recibe a familiares de los presos políticos Ariel y Guido Sigler Amaya

El presidente estadounidense, George W. Bush, recibió este viernes en la Casa Blanca a familiares de los hermanos Ariel y Guido Sigler Amaya, miembros del grupo de 75 disidentes encarcelados en la primavera de 2003.

Tras el encuentro, con el hermano de los presos políticos, Miguel Sigler, fundador del Movimiento Independiente Opción Alternativa, y su esposa, Josefa López, miembro de las Damas de Blanco, Bush leyó una declaración en la que restó importancia a la renuncia al poder de Fidel Castro. Solamente se "ha sustituido un dictador por otro", dijo.

"Las antiguas normas siguen siendo las normas vigentes hoy en día, las mismas políticas que han llevado a Cuba a este lugar" sin libertad, afirmó el presidente estadounidense, informó EFE.

"El triste hecho es que la vida no mejorará hasta que cambie el régimen. No mejorara cambiando un dictador por otro. El régimen ofrece una falsa promesa de estabilidad, pero llegara un nuevo día para Cuba", añadió.

"Sabremos que ese día ha llegado cuando los presos políticos sean liberados, cuando Miguel pueda reunirse con sus hermanos, cuando las Damas de Blanco no tengan que continuar con sus vigilias", dijo.

Ariel y Guido Sigler Amaya cumplen 20 años de prisión cada uno.

Bush se refirió a la firma por parte de La Habana de dos acuerdos de la ONU sobre derechos humanos, reportó la AFP.

El mandatario deploró que "la comunidad internacional haya aplaudido a Cuba por firmar un papelito" y que "buena parte del mundo se haya quedado muda esa misma semana ante los abusos" a los derechos humanos.

"Lamentablemente, la lista de países que apoyan al pueblo cubano es demasiado corta y la ausencia de ciertas democracias en esa lista es demasiado manifiesta", dijo en su declaración, al parecer en alusión a los países europeos y latinoamericanos que no comparten su política hacia la Isla.

"Cuando amanezca finalmente un nuevo día para los cubanos, se acordarán de las pocas naciones valientes que estuvieron a su lado y de las muchas que no lo han estado", afirmó.

Bush dejó asimismo claro que su gobierno no va a cambiar su postura hacia La Habana, a pesar de la falta de apoyo internacional, y volvió a exigir que se produzca una transición democrática en Cuba.

"Para mejorar las relaciones, lo que tiene que cambiar no es Estados Unidos, es Cuba", declaró.

Empresarios y legisladores republicanos y demócratas han pedido en el Congreso una flexibilización de las restricciones comerciales, de viajes y de envíos de remesas a la Isla, después del alejamiento del poder de Fidel Castro, sustituido por su hermano Raúl.

"El gobierno cubano debe empezar un proceso de cambio democrático pacífico, debe liberar a todos los prisioneros políticos, debe respetar los derechos humanos de palabra y hecho, y allanar el camino para elecciones libres y justas", dijo Bush, según citó la AP.

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