Actualizado: 25/04/2024 19:17
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La salud de Castro

Cautela en el exilio y silencio en La Habana ante nuevos detalles sobre la supuesta 'gravedad' de Castro

Los exiliados se muestran sorprendidos por los nuevos reportes de prensa, mientras que en la Isla los ciudadanos se enteran por los medios extranjeros.

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Exiliados cubanos se mostraron sorprendidos por los nuevos reportes de prensa que precisan con detalles el supuesto "estado gravísimo" de salud de Fidel Castro, alimentando más especulaciones en los medios, informó la AFP.

La noticia publicada en España el martes por la madrugada, que indica que Castro está en estado "muy grave" por una infección en su intestino, ha sido sujeto a por lo menos tres operaciones fallidas y tiene varias complicaciones, apenas alcanzó a ser publicada en los principales diarios de la ciudad.

Las radios cubanas de Miami echaron mano de una batería de médicos que ofrecieron todo tipo de diagnósticos en torno a Castro, le dieron semanas, días y hasta horas de vida, basados en los informes detallados que ofreció El País citando a fuente médicas de un hospital de Madrid, donde trabaja el cirujano José Luis García Sabrido, quien visitó a Castro en diciembre pasado.

"Bueno, se morirá alguna vez, pero hasta que no vea claro que está muerto y enterrado, yo no voy a celebrar nada", comentó un empleado en Home Depot (la gran ferretería estadounidense), no muy lejos del restaurante Versailles, en la Calle Ocho, publicó este miércoles el diario madrileño El País.

Allí, también se ha tomado con cautela la información de las complicaciones intestinales de Castro, que ya se conocían, aunque por vías tan dispares que sólo ahora empiezan todos a creerlo. Según El País, el escritor y periodista Carlos Alberto Montaner ironizó en los dos canales más noveles de la televisión hispana de Miami sobre la "mala suerte" de Cuba: "Mientras el país espera el subsidio de Chávez con su petróleo, nosotros dependemos de los intestinos de Castro", comentó.

Radioescuchas en Miami se vieron motivados incluso a pedir a los médicos que comentaban en los medios no dar sugerencias a sus colegas cubanos, no vaya a ser que las recomendaciones les sirvan para algo.

"Que (Castro) se acabe de ir para el infierno ya, para ver si ese pueblo puede tener un poco de respiración", dijo a una radio local uno de los oyentes. Otra pidió que Castro no se muera, "que se siga purificando porque él tiene mucho que pagar", informó la AFP.

En la calle, sin embargo, ciudadanos que salieron en agosto pasado a celebrar que Castro había cedido el mando a su hermano Raúl en lo que convalecía de una operación, y que podía estar al borde de la muerte, fueron más cautos tras meses de especulación en torno a una muerte que no llega.

"Si no se ha muerto que siga sufriendo", dijo Ibrahim Reyes, un comerciante retirado que el martes, como en agosto pasado cuando se dio la noticia de la enfermedad de Castro, se paseaba por el denominado "capitolio" del exilio cubano, el restaurante Versailles de la Calle Ocho.

Otros compañeros se negaban a comentar, argumentando que ya habían especulado lo suficiente en torno a la salud del gobernante, y preferían esperar noticias confirmadas para reaccionar.

Los camiones de los medios de televisión locales en Miami ya estaban estacionados en el restaurante transmitiendo reportajes en vivo, pues cuando se anuncie un eventual fallecimiento de Fidel Castro el lugar debe ser el centro de la celebración en Miami.

Los espacios para vehículos de prensa, en un estacionamiento cercano, ya se estaban rentando a 1.500 dólares diarios para cuando se anuncie la muerte de Castro, según un empresario consultado por la AFP.

Los cubanos se enteran por la 'antena'

Ante el silencio oficial en la Isla, la noticias de Madrid empezaron a correr poco a poco en La Habana, pues algunos se enteran por "antena" (TV por cable captada ilegalmente) y otros por radios de Miami.

"Aquí no se ha dicho nada, no ha habido ninguna noticia y como no sale información a la luz del día, la gente anda en lo suyo y especula; pero a mí me gusta oír de allá y de acá. Parece verdaderamente que está mal", dijo un radioaficionado de 58 años, ex militar y quien, tras su retiro, conduce un taxi ilegal.

"Es un anciano de 80 años y nadie es inmortal. Estamos angustiados porque no sabemos qué va a pasar. Si no sale es porque está mal", expresó una enfermera sesentona, residente del barrio de Miramar.

"Al gobierno siempre le gusta crear expectativa. Hay atrás para adelante (estira y encoge) en la situación del presidente. Por eso no me hago eco de las versiones. Es parte del juego", declaró a la AFP la opositora Martha Beatriz Roque.