Cuba, Rusia y el crudo venezolano

El gobernante de Cuba, Raúl Castro, se ha dirigido al líder ruso, Vladímir Putin, para pedir el suministro estable de petróleo y sus derivados a la Isla ante los problemas que atraviesa Venezuela, tradicional socio de La Habana en este asunto, de acuerdo a fuentes del sector, informa Efe. La noticia, aparecida primero en medios de prensa rusos, abre interrogantes sobre los objetivos económicos y políticos, tanto de Moscú como de La Habana, pero también lleva a preguntarse si realmente el gobierno de la Isla se encuentra al borde de una situación desesperada o simplemente está tanteando opciones.

Cuba ha tenido que restringir el uso de sus fuentes energéticas al encontrarse con dificultades para recibir el petróleo de Venezuela, que atraviesa graves problemas de producción tanto por su situación económica como por los bajos precios del crudo, que han restado rentabilidad a los yacimientos petrolíferos de ese país.

El problema que enfrenta el Gobierno de La Habana, ante la posibilidad de una vuelta de apagones frecuentes, no es solamente político, en el sentido de causar irritación y descontento de la población. Es fundamentalmente económico. La economía de la Isla, cada vez más dependiente del turismo, se derrumbaría si los cortes de la electricidad aparecen de nuevo y se multiplican. Tampoco es posible en la actualidad una división por zonas y mantener, por ejemplo, a los hoteles iluminados y las áreas de vivienda de los cubanos a oscuras. La razón es porque en estos momentos cada vez más turistas extranjeros recurren a viviendas, cafeterías y restaurantes particulares durante sus visitas. Así que el Gobierno está obligado a salir al mercado internacional para comprar petróleo.

“Cuba por primera vez en su historia acaba de reportar que en 2015 superó los 20.000 gigavatios hora de consumo eléctrico. Todos los hoteles de La Habana están llenos, y el mayor consumidor es ahora el sector privado, no el estatal, debido a los muchos pequeños negocios que han abierto”, le explicó a BBC Mundo Jorge Piñón, analista cubano en el Centro Internacional para la Política Energética y Ambiental de la Universidad de Texas, en Estados Unidos.

Pero una suspensión total de los envíos venezolanos de petróleo, si alguna vez ocurre, tendría un efecto muy fuerte sobre la economía.

“Cuba consume 140.000 barriles diarios de petróleo crudo y produce 50.000. Por lo tanto tiene déficit de 90.000 barriles diarios. Si Cuba está recibiendo mucho menos de esa cantidad entonces si tendrá una crisis”, sentencia Piñón.

Aunque opina que, gracias a los ingresos que ahora tiene por el turismo, Cuba estaría mejor preparada hoy para una caída súbita en los suministros de energía como la que ocurrió después de 1990.

Según reveló a la Agencia de Información del Petróleo una fuente que conoce el contenido de la carta de Castro a Putin, La Habana se ha visto obligada a buscar nuevas fuentes de suministros en los mercados internacionales y ha optado por dirigirse a Moscú para pedirle condiciones favorables en precios y financiación.

La carta no precisa los volúmenes de petróleo que necesita la Isla ni las condiciones de las que querría gozar, pero garantiza que el Gobierno cubano cumplirá estrictamente con sus obligaciones de pago si se cierra un contrato.

El Ministerio de Economía ruso, en una carta a la cartera de Energía, advierte de que “la capacidad de pago de Cuba es un riesgo importante” y propone implicar en la organización de los suministros a “las compañías petroleras rusas que tienen proyectos de inversión en ese país”, como es el caso de la estatal Rosneft.

Rosneft tiene un acuerdo firmado con la estatal petrolera cubana CUPET, para la búsqueda y extracción de crudo en la Isla. Ambas cooperan tanto en proyectos en tierra como en alta mar, en la Zona Económica Exclusiva de Cuba en el Golfo de México, donde en agosto de 2013 una plataforma rusa exploró el subsuelo marino en busca de hidrocarburos.

El convenio se firmó ante las miradas del presidente de Rusia Vladimir Putin y de su anfitrión cubano, Raúl Castro, durante la visita de doce horas que el líder del Kremlin realizó a la Isla en 2014.

Las corporaciones rusas tienen a su cargo tres proyectos de perforación petrolera en las aguas profundas del Golfo de México.

Igor Sechin, firmante del acuerdo con CUPET y presidente de Rosneft, aparece en una lista negra del Departamento del Tesoro norteamericano, al ser uno de los sancionados después de la crisis diplomática por los diferendos territoriales entre Rusia y Ucrania, según OnCuba.

Hasta ahora, los suministros de petróleo a Cuba son escasos y no tienen un carácter estable: en el primer semestre de 2016, Rusia exportó a la Isla apenas 1.400 toneladas de crudo valoradas en $250.000.

Con el fin de disminuir el impacto de estos problemas en su población, Cuba ha tomado medidas para restringir el uso de energía, una circunstancia que afecta al desarrollo a medio y largo plazo de ciertos proyectos del país, indica la agencia Interfax.

Venezuela envía el crudo en términos muy favorables, a cambio de profesores, médicos y otros servicios.

“El valor de ese petróleo hoy en día, a precios de mercado, está alrededor de $1.300 millones”, dijo Piñón a BBC Mundo a mediados de julio de este año.

“En caso de que ese envío de petróleo desaparezca, Cuba tendría un gasto anual de $1.300 millones por combustible que tendría que comprar en los mercados internacionales”, asegura el experto.

De interrumpirse o reducirse sustancialmente el acuerdo con Venezuela, Cuba se vería afectada no solo por la disminución del crudo, sino que entonces posiblemente Caracas se encontraría imposibilitada de continuar pagando por los servicios de los médicos cubanos.

Rusia está muy interesada en participar en el mercado y la explotación energética en Latinoamérica. Este mes, el presidente de la empresa rusa Gazprom, Alexey Miller, viajará a Bolivia para firmar acuerdos de exploración y explotación de yacimientos energéticos. Se trata de la segunda visita que realizará este año al país sudamericano el titular de una de las compañías de su tipo más grandes del mundo.

Gazprom participa en el proyecto Aquío-Incahuasi, del sureño departamento de Chuquisaca, considerado entre los de mayor capacidad de producción gasífera de Bolivia.

No solo Rusia, otro importante productor, Irán, también ha tanteado el terreno con La Habana.

A finales de agosto, Cuba recibió la visita del ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Mohammad Javad Zarif, quien destacó el deseo de su país de fortalecer las relaciones bilaterales y trató temas específicos de cooperación económica en ámbitos como la agricultura, los derivados del petróleo, la petroquímica, la minería, la medicina y la ingeniería, publica Cubainformación.

En medio de esta compleja red, en que la realidad y las intenciones se mezclan con frecuencia, lo determinante continúa siendo la disminución del precio del combustible.

Rusia y Arabia Saudí, los dos mayores productores de petróleo del mundo, acordaron el lunes cooperar en la estabilización de los precios del crudo. El Gobierno venezolano apoyó el acuerdo. Los mercados recibieron el anuncio con una subida del barril, que se situó casi en los $50.

© cubaencuentro.com