Actualizado: 18/04/2024 23:36
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EE UU niega la visa a médicos cubanos que huyeron de Venezuela a Colombia

Varios profesionales de la Isla se encuentran varados en Colombia, donde no se les permite trabajar.

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Varios profesionales cubanos que huyeron a Colombia desde Venezuela, donde participaban en programas del gobierno de Hugo Chávez, quedaron varados después de que la embajada de Estados Unidos rechazara concederles visas, informó Reuters.

Los cubanos dijeron que pidieron visados estadounidenses conforme a un programa diseñado para profesionales médicos de la Isla, pero que 11 solicitudes presentadas en forma individual fueron denegadas.

"Una vez que salimos, ya tenemos la condición de desertores de una misión médica y es un delito en Cuba", dijo Leticia Viamonte, que escapó de Venezuela hace un año con su esposo, también médico, después de suministrar asistencia gratuita en barrios pobres.

Los cubanos quieren que funcionarios estadounidenses reconsideren sus solicitudes y les ayuden a llegar a Estados Unidos.

"Aquí no podemos trabajar, no tenemos aporte económico, estamos con los ahorros que tenemos y que unos amigos y la familia nos mandan", afirmó Viamonte, quien tiene un hijo en La Habana.

Una portavoz del Departamento de Seguridad Interna de Estados Unidos, que maneja los asuntos de inmigración, dijo que la agencia no comenta casos individuales.

La portavoz declaró que el programa permitió a profesionales médicos cubanos solicitar visas estadounidenses, pero los interesados tienen que pasar además revisiones de antecedentes y de seguridad antes de ser admitidos.

La mayoría de los más de 20.000 médicos y profesionales de la salud cubanos que se encuentran en Venezuela laboran en el programa "Barrio Adentro". A cambio de estos servicios, Caracas envía a la Isla más de 98.000 barriles diarios de petróleo a precios preferenciales.

Un funcionario de la embajada venezolana en Colombia dijo que no comentaría el caso.

"Nadie nos escucha, no tenemos derecho a apelar, nadie nos quiere escuchar en la embajada de Estados Unidos. ¿Qué vamos a hacer aquí?, ¿a dónde vamos a ir?", dijo Jorge Toledo, esposo de Viamonte.

Washington anunció en agosto del año pasado el programa de Libertad Condicional para Médicos Cubanos Profesionales (CMPP, por sus siglas en inglés), para conceder visas a los profesionales cubanos de la salud que escaparan de la Isla.

"Para mí es una ley ficticia", dijo Toledo, en otras declaraciones citadas por AP.

Julio César Alfonso, un médico cubano en Miami y presidente del grupo Solidaridad Sin Fronteras, que ayuda a médicos que huyen de la Isla, dijo que se había comunicado con el grupo que está en Bogotá y que estaba presionando a legisladores para que les ayuden.

"Están en un limbo migratorio (…) no tienen posibilidad de tener una vida normal. Es una situación bien difícil", afirmó.

Alfonso, que emigró a Estados Unidos hace siete años, dijo que su organización asiste económica y legalmente a los médicos cubanos que tratan de salir de Colombia.

Según cifras publicadas por La Habana el año pasado, más de 30.000 médicos de la Isla sirven en misiones humanitarias en 68 países.

Se cree que más de 500 han huido de las misiones en el mundo entero en años recientes, dijo Alfonso.

El régimen de Fidel Castro aplica duras represalias a los médicos que escapan de la Isla. Por lo general, no se les permite regresar ni se autoriza a sus familiares a salir del país.

Toledo y Viamonte dijeron que en Venezuela eran forzados a trabajar los siete días de la semana por poca paga y que sus relaciones con los venezolanos eran vigiladas.

"No podíamos llamar a nuestras familias ni salir después de la 5 de la tarde, la guardia nacional de Venezuela y las autoridades cubanas nos controlaban a cada minuto", dijo Viamonte. "Nos cansamos de ser tratados como esclavos", añadió.

La pareja planeó su escape durante un año. No se lo comentaron a sus padres ni a su hijo, de 12 años, cuando fueron a Cuba de vacaciones en julio del 2005.

El día después de su huida, el 10 de diciembre del 2005, usaron cinco taxis para no dejar rastro de su paradero y tras una odisea de 12 horas cruzaron la porosa frontera colombiana.

Una vez en Bogotá, buscaron ayuda en la oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), pero hasta ahora el gobierno colombiano sólo les ha dado un salvoconducto renovable cada tres meses.

Un colombiano los ayudó a sacar de contrabando de Cuba sus diplomas médicos y otros documentos que los acreditan.