El gobierno eleva la alerta con el argumento de una eventual agresión de EE UU y el exilio

Las autoridades cubanas reforzaron la movilización popular y elevaron la "alerta combativa" con el argumento de una eventual ofensiva de Estados Unidos y sectores del exilio en Miami.

La AFP se refirió a militares en alerta, reservistas llamados a filas y manos alzadas en señal de combate en centros laborales.

"Mi primo, que trabaja en el turismo en Matanzas, fue movilizado la mañana del martes", dijo a la agencia una joven de 36 años, que no quiso identificarse.

El ambiente en la Isla, que había permanecido en calma desde que el lunes Raúl Castro recibió provisionalmente el poder por una crisis de salud de su hermano Fidel, empezó a crisparse este jueves tras llamados de sectores del exilio al Ejército a formar un gobierno transitorio cívico-militar.

A pesar de la aparente calma, las tribunas improvisadas sobre blindados, los actos de apoyo al gobierno en los centros de trabajo, los reservistas llamados a filas y el refuerzo de la vigilancia en los barrios daban otra idea de la situación.

"Los medios de combate están listos para defendernos", anunció este jueves la primera plana del diario Granma, órgano oficial del Partido Comunista, en tanto que todos los medios locales, bajo control del Estado, apelaron al patriotismo y llamaron a la población a enfrentar las "amenazas del imperio y la mafia terrorista".

Este jueves el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, rompió su silencio y llamó a la ciudadanía cubana a buscar "un cambio democrático" en la Isla.

"Insto a los cubanos a actuar por un cambio democrático en su Isla", afirmó Bush desde Texas.

"Los vamos a apoyar en sus esfuerzos por crear un gobierno de transición en Cuba comprometida con la democracia y vamos a tomar nota de quienes obstruyan su deseo de una Cuba libre desde el régimen actual", agregó.

Washington dejó claro esta semana que mantendría con Raúl Castro la misma relación que con su hermano, mientras que la Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA) —la mayor organización cubana en el exilio de Miami— llamó al Ejército a no apoyar al ministro de las Fuerzas Armadas.

"La situación es tensa porque no sabemos lo que pueda pasar. El país está tranquilo, pero preocupado", expresó en La Habana Isabel, una economista de 32 años citada por AFP.

"Estoy muy preocupada por el futuro de este país y por la posibilidad de una agresión de Estados Unidos, puede que ahora que Fidel (Castro) está enfermo, se envalentonen", añadió.

Desde el martes, miles de trabajadores han participado en actos de "reafirmación revolucionaria" convocados en centros de trabajo y espacios públicos de todo el país, informó EFE.

Los Comités de Defensa de la Revolución (CDR) —la mayor de las llamadas organización de masas de la Isla, controladas todas por el gobierno— han sido llamados a aumentar la vigilancia, y se han activado las Brigadas de Respuesta Rápida, grupos progubernamentales creados por el régimen para disuadir a los opositores.

La preparación de los cuadros defensivos y los medios de combate del país ocupó el jueves las primeras páginas de la prensa oficialista.

Granma subrayó que "las modernizaciones han logrado aumentar las posibilidades combativas, la vitalidad y la capacidad de maniobra de los medios de combate", y resaltó el trabajo de las empresas militares en la producción de armas.

El programa Mesa Redonda, de la televisión oficialista, destinado a divulgar las opiniones gubernamentales sobre casi todos los temas, dedicó su espacio a las "amenazas del imperio" y la "mafia de Miami".

"Nada va a cambiar y si algo cambia es para ser más comunistas", dijo a la agencia AP Clemente Pérez, un jubilado de Centro Habana.

"No va a haber reform, ni transición porque, cuando Fidel se alzó, Raúl se fue detrás de él para la Sierra (Maestra) y Raúl siempre ha seguido a Fidel", afirmó otro cubano, Aracelio García.

Según la AP, a micrófono cerrado y sin dar sus nombres los cubanos se muestran un poco más preocupados, tanto por la salud de Castro como por la crueldad que creen podría llegar de unos pocos pero poderosos exiliados.

También inquietan los resultados de una posible desestabilización que afectaría a los cubanos en uno y otro lado del Estrecho de la Florida.

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