El “proceso de actualización” es un “desafío” para las cubanas, asegura especialista

Tras veinte años de trabajo en Cuba, la Cátedra de la Mujer de la Universidad de La Habana (UH) percibe nuevos retos en su labor de investigación y divulgación sobre las diferencias de género que persisten en la Isla, reportó el martes IPS.

En entrevista para IPS la presidenta de la cátedra, Norma Vasallo, expresó que debe mantenerse una mirada crítica de la realidad para percibir “las inequidades que persisten y aquellas que surgen en los nuevos escenarios”, y añadió que queda un largo camino para avanzar, pues “El patriarcado se reproduce y es difícil de transformar”.

Para Vasallo, psicóloga, el proceso llamado de “actualización del modelo económico”, como se denomina oficialmente a las reformas emprendidas por el presidente Raúl Castro, “puede repercutir en el desarrollo que las mujeres han alcanzado” en la Isla y constituye uno de los principales retos para la población femenina.

IPS agrega que las trabajadoras en Cuba cubren el 42,7 % de los puestos del sector estatal y civil, según la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE, entidad estatal). Sin embargo, las fuentes de empleo se encuentran actualmente en la iniciativa privada y otras ramas, como la agricultura y la construcción, fuera de las labores tradicionalmente desempeñadas por las mujeres.

Y si bien éstas constituyen aproximadamente el 23 % de las más de 300.000 personas con pequeños negocios privados, según información ofrecida a finales de julio por el viceministro de Trabajo y Seguridad Social, José Barreiro, apenas se desempeñan como dueñas, sino que tienden a cubrir perfiles de bajos ingresos o de empleadas.

Vasallo indica que organizaciones, que la psicóloga denomina “no gubernamentales”, como la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños y la Federación de Mujeres Cubanas (FMC) se han propuesto llegar a la cifra de 100.000 mujeres durante el presente año, para “fortalecer su presencia” en la agricultura “no solo como subordinadas”, si bien no explica qué herramientas utilizarán para cumplir este objetivo.

Asimismo añade como temas pendientes de la Cátedra el de la salud femenina que, según aclara, “no prendió entre el personal médico” de la Isla, así como avanzar en la legitimación de problemas relacionados con el derecho, como “la violencia de género”, aún no reconocidos por la sociedad cubana.

La psicóloga reconoce que los estudios sobre la mujer vinieron a concretarse en la Isla en 1989, “al menos 15 años después de su auge en América Latina”, con el surgimiento de la Cátedra de Mujer y Familia del Instituto Pedagógico de Villa Clara, al este de La Habana.

La Cátedra de la Mujer agrupa a investigadoras de 17 facultades de la Universidad de La Habana, entre las que se encuentran la de Psicología, Sociología, Filosofía y Filología. También participan en su trabajo la oficial Federación de Mujeres Cubanas y el Grupo de Reflexión y Solidaridad “Oscar Arnulfo Romero” (OAR).

Según la página web de OAR, el Grupo se define como una organización de inspiración cristiana sin ánimo de lucro ni proselitismo religioso, que promueve la solidaridad, el reconocimiento de Cuba en el escenario internacional y contribuye a la formación integral de hombres y mujeres interesados en el crecimiento individual y social, mediante la promoción de espacios de reflexión, investigación y capacitación en función de una sociedad sostenible.

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