Embajadores UE creen que la situación no mejora en la Isla pero mantienen la apuesta por el diálogo

Los embajadores de los países de la Unión Europea (UE) en Cuba consideran que el respeto a los derechos humanos y las libertades no ha mejorado desde la suspensión temporal de las sanciones diplomáticas adoptadas en 2003, pero abogan por mantener abiertos los canales de diálogo con el gobierno de Fidel Castro.

Según EFE, el Comité del Consejo de la UE para América Latina (COLAT) recibió este martes el informe de los embajadores sobre la evolución de la situación en la Isla desde el pasado junio.

Fuentes diplomáticas citadas por la agencia dijeron que el informe refiere que la situación de los derechos y libertades "no ha registrado mejoras en los últimos meses" y que no se han producido progresos destacables en lo que respecta a los disidentes encarcelados en 2003.

Pese a ello, los embajadores consideran oportuno "mantener el diálogo crítico con las autoridades" cubanas y, al mismo tiempo, desarrollar "un diálogo intensivo con la sociedad civil".

Las fuentes destacaron que la posición de los embajadores "es unánime".

Este lunes Praga pidió un endurecimiento de la política europea hacia La Habana, a raíz de la prohibición de la celebración de la festividad nacional checa en un hotel de la capital cubana.

La acción del gobierno cubano se habría debido a que varias esposas y familiares de presos político cubanos, conocidas como las Damas de Blanco, fueron invitadas a la recepción.

El ministro checo de Exteriores, Ciryl Svoboda, que informó a sus homólogos de la UE de este incidente, es partidario de establecer un programa europeo específico de ayudas "a la sociedad civil cubana" para propiciar la consolidación de la oposición política.

Sin embargo, otros Estados miembros consideran que el respaldo a la sociedad civil debe ser discreto para que sea eficaz, según las fuentes.

Desde enero pasado, la UE mantiene suspendidas las sanciones diplomáticas que adoptó contra el gobierno cubano en 2003, para protestar por el encarcelamiento de 75 disidentes.

Esas medidas incluían la restricción de las visitas oficiales a la Isla y la invitación a opositores a las recepciones de las embajadas de la UE en La Habana.

Los ministros de Exteriores de los Veinticinco recomendaron eliminar las invitaciones de disidentes y de funcionarios del gobierno cubano, pero cada país quedó en libertad de decidir.

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