La Habana: La Cumbre demostró “el abismo” entre Latinoamérica y “el Norte revuelto y brutal”

El Gobierno cubano ha emitido este miércoles un comunicado, divulgado en el diario oficialista Granma, la VI Cumbre de las Américas, celebrada el pasado fin de semana en Cartagena de Indias (Colombia), demostró “el abismo creciente” que existe entre “la América martiana” y “el Norte revuelto y brutal” que desprecia a Cuba.

“Allí se produjo una rebelión de la América Latina y el Caribe contra la imposición de ‘un gobierno y medio’ —alusión a Estados Unidos y Canadá—, que ejercía un veto imperial a los párrafos del proyecto de Declaración Final de la llamada Cumbre de las Américas que reclamaban el cese del bloqueo y la exclusión de Cuba de los eventos hemisféricos”, señala la nota.

En el foro hemisférico, Estados Unidos y Canadá vetaron dos párrafos que hacían referencia a Cuba y que los otros 32 países asistentes votaron para que se incluyeran en la declaración final. El veto desató las críticas por parte de los países presentes, especialmente de las naciones miembros de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA).

El comunicado del régimen señala que desde la Cumbre de 2009 “se disiparon las ilusiones sobre la política del presidente (Barack) Obama y se abrió una brecha entre sus discursos y sus actos”, y “no hubo mayor cambio en la política hacia América Latina y el Caribe”.

La nota añade que “el bloqueo a Cuba continuó e, incluso, se endureció en el sector financiero, pese a la condena internacional y el voto abrumador de la Asamblea General de Naciones Unidas, con el objetivo de ‘provocar hambre, desesperación y el derrocamiento del gobierno’ lo que ahora se conoce como ‘cambio de régimen’”.

El régimen cubano alude en el texto a la reunión del ALBA del pasado mes de febrero en Caracas, donde se aprobó una declaración sobre la soberanía argentina sobre las islas Malvinas y sobre la imposición “injusta e inaceptable” de un bloqueo a Cuba, y sobre la que el presidente de Ecuador, Rafael Correa “afirmó resueltamente que de no resolverse esta cuestión”, su país no asistiría a Cartagena, “lo que sacudió a la región”. “Esa valiente posición fue el preludio de lo ocurrido”, indica.

Asimismo señala que la visita a la Isla por parte de Juan Manuel Santos, presidente de Colombia, para explicar los motivos de la exclusión del Gobierno de La Habana de la VI Cumbre, fue “respetuosa”. Allí, el presidente cubano, Raúl Castro, afirmó que asistiría en caso de que fuera invitado.

El comunicado subraya el apoyo de Bolivia, Ecuador, Venezuela, Nicaragua, Argentina y Brasil, entre otros países de la región. “Resultó impresionante la sólida postura unitaria de Nuestra América en torno al bloqueo, la exclusión de Cuba y a las Malvinas. Fue esencial la firmeza y la dignidad de la presidenta de Argentina en la defensa enérgica de esas causas”, indica.

“Nos sentimos orgullosos cuando la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, defendió con serena dignidad ante Obama, que la Patria Grande solo puede ser tratada como igual y confirmó la postura común en apoyo a Argentina y a Cuba”, añade el Gobierno cubano en el comunicado.

“Los líderes de los países del Caribe mostraron la solidez de la Comunidad del Caribe (CARICOM) y que esta y América Latina son igualmente indivisibles. Su defensa de la soberanía argentina de las Malvinas y su tradicional y categórico respaldo a Cuba fue trascendental”, subraya.

En su nota, La Habana lanza críticas a Estados Unidos respecto a su política hacia Caracas: “Obama tampoco parece entender el significado de la victoria bolivariana del 13 de abril del 2002 ni de que, precisamente ahora, se cumplen diez años del golpe de Estado organizado por su predecesor, con el apoyo de la OEA y del Gobierno español de (el ex presidente José María) Aznar, contra el presidente Chávez, con el que se pretendió aniquilar la Revolución Bolivariana y asesinar a su líder”.

“El presidente Obama debería percatarse de que la Cumbre de Cartagena no fue propicia para aconsejar democracia a Cuba. Menos si quien pretendió hacerlo estuvo allí totalmente aislado, obligado a ejercer un veto imperial por falta de ideas y de autoridad política y moral; se dedica a la demagogia, en camino a unas elecciones escabrosas”, afirma, para añadir “Mejor, debiera ocuparse de sus guerras, crisis y politiquería, que de Cuba, nos ocupamos los cubanos”.

“Buena parte de los gobiernos”, señala el comunicado, “demandaron un modelo alternativo que privilegie la solidaridad y la complementariedad frente a la competencia fundada en el egoísmo; procure la armonía con la naturaleza y no el saqueo de los recursos naturales ni el consumismo desenfrenado”.

Según el Gobierno cubano, estos países llamaron a construir un mundo “donde se reconozca y respete la pluralidad de ideas y modelos, la participación democrática de la sociedad en los asuntos de gobierno, incluida la consulta de las políticas económicas y monetarias; se combatan el analfabetismo, la mortalidad infantil y materna, las enfermedades curables”.

Además, en la Cumbre “Se reclamó el acceso tanto a la información libre y veraz como al agua potable; se reconoció la exclusión social y que los derechos humanos son para el ejercicio de todos y no para usarlos como arma política de los poderosos”.

Y en ese contexto, el comunicado hace referencia a Fidel Castro, cuando en Cartagena el 14 de junio de 1994, dijo que “las llamadas Cumbres de las Américas sólo han beneficiado al Norte”.

Además de subrayar que “el ALBA hizo oficial y público que, sin un cambio radical de la naturaleza de estas Cumbres, no asistirá más”.

De la Organización de Estados Americanos (OEA), que tilda de “cadáver insepulto”, La Habana agrega que “ni hay que hablar”.

El comunicado añade que “frente a los intentos de dividirnos y descarrilarnos que otra vez vendrán, (América Latina) necesitará mantenerse unida”. “Nadie olvide en el Norte, que hace 51 años, el pueblo cubano defendía ya, a estas mismas horas, una Revolución Socialista en las arenas ensangrentadas de Playa Girón, y que, desde entonces, ‘todos los pueblos de América fueron un poco más libres’”, concluye.

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