La Habana va ahora a por la Posición Común de la UE

El ministro de Relaciones Exteriores, Felipe Pérez Roque, afirmó este viernes que la Posición Común de la Unión Europea (UE) sobre Cuba, adoptada en 1996, es "inaceptable como base para la relación" entre ambas partes, por lo que reclamó que sea eliminada, informó EFE.

Pérez Roque consideró que la Posición Común de la UE hacia Cuba es "inaceptable por su carácter unilateral", porque supone una injerencia en la política interna cubana y porque "refleja una visión prejuiciada y manipulada sobre la sociedad" de la Isla.

"Una vez eliminadas las sanciones (de 2003) a Cuba y abierto el camino del diálogo respetuoso, es preciso cambiar la Posición Común y crear un nuevo marco bilateral comúnmente aceptado para regular las relaciones de la UE con Cuba, en calidad de iguales y basado en el respeto mutuo", afirmó en una rueda de prensa, en París, un día después de haber mantenido el primer encuentro a nivel ministerial en cinco años con representantes europeos.

Los Veintisiete levantaron en junio pasado medidas diplomáticas adoptadas en 2003 para protestar por el encarcelamiento de 75 disidentes. La aplicación de las sanciones estaba suspendida desde 2005, pero La Habana exigía la eliminación definitiva como condición para normalizar las relaciones con el bloque.

La Posición Común, adoptada en 1996 por iniciativa del gobierno español presidido por José María Aznar, continúa vigente y vincula la cooperación comunitaria al respeto de los derechos humanos, las libertades políticas, la reforma de la legislación cubana y una apertura económica.

El texto señala que la UE tiene como objetivo en sus relaciones con Cuba "impulsar el proceso de transición a una democracia pluralista, el respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales y una recuperación sostenida, acompañada de una mejora de los niveles de vida del pueblo cubano".

Más allá de su crítica a esa política europea, Pérez Roque se mostró satisfecho con los resultados de la reunión del jueves por la noche con el ministro francés de Exteriores, Bernard Kouchner, cuyo país preside la UE, con el comisario europeo de Desarrollo y Ayuda Humanitaria, Louis Michel, y con el jefe de la diplomacia checa, Karel Schwarzenberg, que tomará el relevo de Francia al frente de la UE en enero próximo.

Hubo un diálogo "franco, abierto y respetuoso" que supuso "un primer paso positivo y que supone un aporte sustancial a la normalización de las relaciones entre Cuba y la UE", dijo el funcionario.

"Lo importante del diálogo de ayer es que ambas partes coincidieron en que no se pretende dar lecciones a la otra parte", añadió.

El canciller dijo que el régimen cubano no hará concesiones en asuntos que "son potestad de su soberanía nacional".

"No hubo exigencias a Cuba, no las aceptaríamos, pero nosotros tampoco las hicimos", indicó.

Pérez Roque dice que el fin del embargo favorecería a la UE

Por otra parte, Pérez Roque dijo el viernes que un levantamiento del embargo estadounidense facilitaría la cooperación de la UE con la Isla, y anunció que cuenta con el voto del bloque europeo contra las restricciones de Washington en la próxima votación en la ONU.

"Esperamos que el próximo gobierno de Estados Unidos rectificará una política fracasada de bloqueo que dura casi 50 años y que han aplicado 10 administraciones", declaró el funcionario.

Recordó que el próximo 29 de octubre la Asamblea General de la ONU debatirá el embargo y probablemente adoptará una resolución para pedir, por decimoséptima vez, su fin.

"La UE votará en bloque en favor de esta resolución", aseguró el ministro y añadió que los países europeos comprenden que el levantamiento de esa política "no puede sino favorecer el desarrollo del intercambio entre la UE y Cuba".

"La UE debe defender aún con mayor energía el derecho de sus empresarios a comerciar con Cuba", señaló, refiriéndose a la ley estadounidense Helms-Burton, que amenaza a las empresas de cualquier país que tengan negocios con La Habana.

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