La izquierda del Europarlamento aboga por eliminar las sanciones contra La Habana

Eurodiputados de los grupos Socialista e Izquierda Unitaria del Parlamento Europeo abogaron este miércoles por que la Unión Europea elimine las sanciones diplomáticas adoptadas contra La Habana en 2003 y suspendidas en la práctica desde 2005, informó EFE.

Los parlamentarios hicieron su petición durante un debate en un pleno de la Eurocámara sobre la cumbre UE-América Latina y Caribe que se celebrará los días 16 y 17 de mayo en Lima.

El presidente del grupo Socialista, el alemán Martin Schulz, aseguró que "la gran mayoría de los países de la UE quieren retirar unas sanciones que no sirven para nada".

"Otros no quieren hacerlo. Pero lo interesante es que algunos de estos últimos están aumentando sus inversiones en Cuba", apuntó Schulz, que abogó por promover "el cambio" del régimen cubano mediante el diálogo, en vez de con "el aislamiento".

El socialista español Luis Yáñez indicó, por su parte, que la cita de Perú "es buena ocasión" invitar a autoridades cubanas "a iniciar un proceso pacífico y dialogado hacia la democracia".

Su compañero de partido, Manuel Medina, consideró que la sucesión formal de Fidel Castro por su hermano Raúl ha dado pie a una política más aperturista "en materia económica y social".

El también español Willy Meyer, de Izquierda Unitaria Europea, consideró que "la UE debe acabar con el trato de excepción que mantiene con Cuba y, por lo tanto, eliminar la Posición Común de 1996 y las sanciones a la Isla impuestas en 2003".

En cambio, el alemán Peter Liese, del conservador Partido Popular Europeo (PPE) —el grupo más numeroso del hemiciclo—, hizo hincapié en que Europa nunca ha impuesto "sanciones de tipo económico como Estados Unidos", sino que ha apostado por el diálogo con los disidentes cubanos, y abogó por mantener esa misma línea.

Las sanciones diplomáticas en cuestión, acordadas en junio de 2003, tras el encarcelamiento de 75 disidentes cubanos, pedían a los gobiernos de la UE restringir sus visitas oficiales a la Isla e invitar a los líderes de la oposición a las recepciones de sus embajadas en La Habana.

A propuesta de España, el Consejo de la UE decidió en 2005 suspender la aplicación de las sanciones, pero dejó libertad a cada Estado miembro para que las mantuviese de manera individual.

La Habana reclama la eliminación definitiva de las medidas, como condición para entablar un diálogo político con la Unión, algo a lo que hasta el momento se oponen gobiernos como el de República Checa, que defienden una línea más dura frente al régimen cubano.

El secretario de Estado esloveno de Asuntos Europeos, Janez Lenarcic, cuyo país ejerce la presidencia de turno del Consejo de la UE, precisó a los eurodiputados que la política europea hacia Cuba no figura en la agenda de la cumbre de Lima.

"Tendremos ocasión de debatirla en el Consejo de Asuntos Generales de junio y la Presidencia querría que se acordara una nueva posición común en esa ocasión. Pero no será en Lima", avanzó.

Por su parte, en nombre de la Comisión Europea, el francés Jacques Barrot, indicó que la política europea hacia Cuba ya está basada en una oferta de diálogo "constructivo".

"No apoyamos la política de aislamiento ni de sanciones", dijo Barrot, que recordó que el comisario europeo de Desarrollo, el belga Louis Michel, realizó una visita oficial la Isla en marzo pasado.

"Estamos dispuestos a cooperar con Cuba en los ámbitos de interés común, pero evidentemente la cuestión de los derechos humanos forma parte de nuestro diálogo" con La Habana, añadió Barrot.

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