Actualizado: 28/03/2024 20:07
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Los bancos cierran las puertas a La Habana ante el mayor escrutinio de Washington

Para las empresas extranjeras se ha vuelto muy complicado mover fondos en dólares hacia y desde Cuba, y el gobierno tiene problemas para financiar su misión en Ginebra.

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Un mayor escrutinio de las transacciones bancarias por parte de Estados Unidos desde los ataques del 11 de septiembre de 2001 ha llevado a bancos europeos y canadienses a cerrar o restringir sus negocios con Cuba, dijeron banqueros y ejecutivos, informó Reuters.

Washington incluye al gobierno cubano en su lista de patrocinadores del terrorismo, junto con Corea del Norte, Irán, Siria y Sudán, y la Ley Patriota estadounidense autoriza a confiscar activos y penalizar a instituciones que no informen sobre operaciones de lavado de dinero y financiamiento del terrorismo.

Uno de los resultados es que se ha vuelto muy complicado para los empresarios extranjeros en La Habana mover fondos en dólares hacia y desde Cuba, porque los bancos rechazan sus transacciones.

HSBC, Barclays, Credit Suisse, Royal Bank of Canada y Bank of Nova Scotia, cerraron cuentas de empresas cubanas o redujeron las operaciones vinculadas con la Isla desde el año pasado, para cumplir con las regulaciones estadounidenses.

Las decisiones fueron confirmadas por los propios bancos, por fuentes cubanas o por ejecutivos que negocian con Cuba.

"Los bancos canadienses dijeron a sus clientes que cerraran sus cuentas y tarjetas de crédito porque tenían una dirección comercial en Cuba", comentó el canadiense Mario Simonato, que vende vehículos y maquinaria pesada a la Isla.

El propietario de la empresa King City Equipment Inc., con sede en La Habana, está dirigiendo sus operaciones hacia China, debido a los crecientes obstáculos impuestos por las autoridades canadienses que, en su opinión, están cediendo ante las presiones de Estados Unidos.

Las restricciones bancarias están obstruyendo las operaciones financieras de Cuba incluso más que el embargo comercial impuesto por Estados Unidos desde 1962.

"No hace la vida imposible, pero sí ha vuelto más difícil encontrar un banco dispuesto a abrir una cuenta", dijo un empresario europeo en Cuba, que pidió no ser identificado.

Nueve de cada 10 bancos internacionales se niegan a abrir cuentas a nombre de ciudadanos cubanos o empresas que operan en la Isla, añadió, de acuerdo con Reuters.

"La llamada Ley Patriota le dio a las autoridades estadounidenses una herramienta para lo que no podían hacer antes: perseguir a los bancos extranjeros y obligarlos a cumplir con las sanciones", dijo.

ING Groep NV, el primer banco occidental importante en abrir en 1994 una oficina en Cuba después del colapso de la Unión Soviética, anunció hace dos semanas que cierra su representación en La Habana.

Aunque el banco holandés explicó que se trata de una decisión exclusivamente de negocios, llega un año después de que Estados Unidos pusiera en su lista negra al Netherlands Caribbean Bank, su asociación con dos entidades financieras cubanas.

"Los bancos no quieren arriesgarse a ser multados por la Reserva Federal. Bancos como el ING o HSBC tienen negocios más importantes que Cuba," dijo Simonato.

Scotiabank cerró el año pasado la cuenta en dólares de la embajada de Cuba en Jamaica y fue criticado por doblegarse a las reglas estadounidenses.

"Es una medida de eliminación de riesgo, un asunto simple relacionado con nuestra capacidad de realizar transacciones en cuentas en dólares", dijo Frank Switzer, portavoz del banco.

"Se aplica a cualquiera en la lista de sanciones de Estados Unidos", indicó.

La mayor multa en la historia del sistema bancario la impuso en 2004 la Reserva Federal de Estados Unidos a UBS AG, el más importante banco de Suiza.

UBS tuvo que pagar 100 millones de dólares por ayudar a Cuba, Irán, Libia y la ex Yugoslavia a cambiar viejos billetes de dólar por otros nuevos.

El banco suizo dijo que a fines del 2006 había "completado sustancialmente" su retirada de las operaciones en Corea del Norte, Cuba, Irán, Myanmar, Siria y Sudán.

"UBS tomó esta decisión en 2005 luego de su propia y cuidadosa evaluación de los costos y beneficios de hacer negocios con contrapartes en esos países", dijo Doug Morris, un portavoz del banco en Nueva York.

En su informe anual presentado en marzo ante la Comisión de Valores de Estados Unidos, Credit Suisse dijo que finalizaría todas sus operaciones con clientes corporativos y la mayoría de los bancos privados en los cinco países sancionados por Washington.

Como los bancos suizos le volvieron la espalda, La Habana está teniendo problemas incluso para financiar su misión ante Naciones Unidas, en Ginebra, dijo un diplomático europeo en La Habana, según Reuters.

El mes pasado, el gobierno cubano denunció que UBS y el banco panameño Banistmo, controlado por HSBC, rechazaron procesar el pago de su cuota anual al Parlamento Latinoamericano.