Miles de estadounidenses visitan Cuba en secreto
Desde enero del 2006, 19 turistas han pagado multas a Washington por viajar a la Isla.
Mientras crece el número de legisladores demócratas y republicanos que está dispuesto a aliviar el embargo y eliminar las prohibiciones sobre los viajes Cuba, miles de turistas estadounidenses están visitando la Isla discretamente, y para muchos el secreto es parte de la diversión, reportó la AP.
Algunos quieren hacer el viaje mientras Fidel Castro esté vivo, temiendo que Washington levante la prohibición de viajes una vez que el gobernante muera y que esa circunstancia provoque profundos cambios en Cuba.
"El hecho de que no se suponga que uno deba estar allí fue lo que me atrajo", dijo Amit, un neoyorquino de 29 años que visitó la Isla en septiembre de 2006, poco después que Castro, de 81 años, enfermó y cedió temporalmente el poder a su hermano Raúl.
"Fue como si me dijera 'Es hora de ir'", dijo Amit, quien pidió que no se publicara su apellido para evitar multas. "Uno no sabe cómo será Cuba cuando Castro no esté".
La Ley de Comercio con el Enemigo prohíbe gastar dinero en la Isla. De ser sorprendidos, los turistas estadounidenses enfrentan multas de hasta 55.000 dólares, aunque muchos llegan a acuerdos por montos más reducidos.
Desde enero del 2006, 19 estadounidenses han pagado multas por viajar a Cuba, entre ellos cuatro personas involucradas en la filmación del documental de Oliver Stone sobre Castro, Comandante. También el cineasta Michael Moore es investigado por filmar Sicko en la Isla sin autorización.
En 2004, el presidente estadounidense, George W. Bush, limitó a una vez cada tres años los viajes familiares de cubanoamericanos a la Isla e impuso mayores restricciones a los viajes de los estadounidenses.
De acuerdo con la AP, el Departamento del Tesoro emitió 40.308 licencias para viajes familiares el año pasado, casi todos a cubanoestadounidenses, y el gobierno cubano considera a esos viajeros como cubanos y no estadounidenses.
Por separado, La Habana dijo que 20.100 estadounidenses visitaron el país hasta junio de este año, casi todos supuestamente sin permiso de Washington.
Además de las licencias por motivos familiares, el gobierno estadounidense extendió 491 autorizaciones a personas involucradas en proyectos religiosos, educativos y humanitarios. Otros estadounidenses —incluyendo periodistas y políticos— pueden viajar sin licencias, aunque pocos lo hacen.
Según el gobierno de la Isla, unos 37.000 estadounidenses sin raíces cubanas fueron a Cuba en 2006, en contraste con los más de 84.500 de 2003, antes de las restricciones de Bush.
La Sociedad Estadounidense de Agentes de Viajes calculó recientemente que casi 1.800.000 estadounidenses visitarían Cuba en los tres primeros años después de que se levante la prohibición de viajes.
"Queríamos llegar aquí antes de que los demás estadounidenses vinieran y lo arruinaran todo", comentó Bridget, de 20 años, de Minneapolis, Minnesota, mientras recorría las calles de La Habana Vieja con su amigo Erik en agosto.
"Es un tesoro prohibido", dijo Erik, también de Minnesota. "Estará muy americanizada en unos pocos años, al igual que Cancún", donde las concesiones que van de Hard Rock Cafe a Hooters parecen empequeñecer los negocios característicos de la cultura mexicana.
Algunos estadounidenses viajan a Cuba por mar, pero la mayoría lo hace por aire vía Canadá, México, las Bahamas o Jamaica. Es posible comprar tarjetas de turismo cubanas en aeropuertos de terceros países y los agentes aduaneros suelen estampar visas en papeles sueltos y no en las páginas de los pasaportes.
Bridget y Erik enviaron giros postales a un agente de viajes estadounidense recomendado por un amigo que había visitado Cuba, y volaron de Detroit a Cancún. Allí, un agente de Cubana de Aviación les dio sus tarjetas de turismo para Cuba, vales de hotel y pasajes para un vuelo a La Habana.
Pero organizar viajes a Cuba entraña riesgos importantes. La agencia Travelocity recientemente pagó 182.750 dólares en multas por tramitar unos 1.500 vuelos entre Estados Unidos y la Isla de 1998 a 2004. La compañía dijo que arregló inconvenientes técnicos y que no permite ya esos viajes.
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