Oscar Arias opina que 'no hay ninguna diferencia' entre Castro y Pinochet

El presidente de Costa Rica, Oscar Arias, declaró este viernes que no existe diferencia entre el ex dictador chileno Augusto Pinochet y Fidel Castro, informó EFE.

"Fidel Castro comenzó con el paredón, matando a la gente que se le oponía. No hay ninguna diferencia. El signo ideológico es diferente, pero ambos fueron salvajes, brutales y sangrientos", afirmó Arias, Premio Nobel de la Paz 1987, en declaraciones a Radio Monumental.

Arias dijo que el pueblo cubano "no se merece" la "tiranía de 50 años" en la que ha vivido bajo el régimen de Castro.

Acerca de la reciente muerte de Pinochet, el mandatario costarricense afirmó que "nadie va a donde un dictador que muere y que asesinó a montones de gente inocente".

"Vamos a ver si algún jefe de estado va cuando se muera Fidel Castro, porque no hay ninguna diferencia" con lo sucedido con Pinochet, dijo.

Tras casi medio siglo de gobierno, Fidel Castro, de 80 años, se vio obligado a delegar el poder en su hermano Raúl el pasado 31 de julio, tras una intervención quirúrgica provocada por una enfermedad declarada "secreto de Estado".

Según Arias, la libertad se ha alcanzado en todo el continente con excepción de Cuba, país con el que Costa Rica no tiene relaciones diplomáticas.

Por otra parte, el mandatario centroamericano afirmó que en la actualidad Latinoamérica está viviendo "una etapa compleja" que confirma "que el caudillismo y el populismo son enfermedades endémicas" de la región.

Existe una "manada de irresponsables, demagogos y charlatanes que juegan con las aspiraciones de la gente", expresó sin nombrar a nadie.

"Si usted le ofrece a la gente lo que quiere oír, usted gana elecciones. Pero si usted considera que la política es la oportunidad para educar y decirle a la gente lo que debe saber y no lo que quiere escuchar, puede perder las elecciones, pero actuó con responsabilidad", aseveró.

Sobre la desigualdad en América Latina, Arias dijo que es causada por la falta de oportunidades para los jóvenes, que en promedio alcanzan una escolaridad de seis años.

Comentó que la fraternidad "es la gran ausente" en la región y abogó por "un cambio de valores" que implique menos codicia, individualismo y egoísmo, y más compasión, amor y bondad.

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