Pérez Roque dice que Bush carece de 'autoridad moral' y 'credibilidad' para juzgar a La Habana

AFP/ Nueva York. La representación cubana cuestionó este miércoles en Nueva York la "autoridad moral" y "credibilidad" de George W. Bush, al responder al mandatario estadounidense que vaticinó el fin del régimen de Fidel Castro.

"El presidente Bush no tiene autoridad moral ni credibilidad para juzgar a nadie" y debería en cambio "responder ante el mundo por sus crímenes", dijo el canciller cubano, Felipe Pérez Roque, ante la Asamblea General de la ONU.

Bush, agregó Pérez Roque, es "responsable de la muerte de 600.000 civiles en Irak, autorizó la tortura en la base naval de Guantánamo y en Abu Ghraib, y es cómplice del secuestro y la desaparición de personas, los vuelos secretos y las cárceles clandestinas".

"Recordamos, además, cómo apoyó sin ambages el golpe de Estado contra el presidente y la Constitución de Venezuela. Bush es un curioso guerrero que desde la retaguardia manda a matar y morir a los jóvenes de su país, a miles de kilómetros de sus costas", agregó.

El martes, Bush había dicho ante el pleno de la Asamblea, hablando de Fidel Castro, que "el régimen de un dictador cruel se acerca a su fin".

"El pueblo cubano está listo para la libertad y su nación entra en un período de transición. La ONU debe insistir en la libertad de expresión, la libertad de reunión y, en última instancia, elecciones libres y plurales", dijo el presidente estadounidense.

Tras las palabras de Bush ante un foro donde el presidente norteamericano no es demasiado popular y en el que La Habana obtiene adhesión creciente cada año a la condena al embargo norteamericano, los diplomáticos anticipaban una respuesta tajante del gobierno cubano.

"Cuba rechaza y condena cada una de las mendaces palabras pronunciadas ayer por el presidente de Estados Unidos", dijo Pérez Roque y calificó de "escandalosa y grosera actuación" la del presidente norteamericano.

"Empleando un lenguaje soez y un tono arrogante, el presidente Bush insultó y amenazó a una decena de países, impartió órdenes, terminante y autoritario, a la Asamblea General, y distribuyó con una prepotencia jamás vista en esta sala calificaciones y juicios a una veintena de países".

"Fue un espectáculo bochornoso, el delirium tremens del gendarme mundial, la embriaguez del poder aderezada con toda la mediocridad y el cinismo de los que amenazan con guerras en las que saben que no se juegan su vida", dijo el funcionario cubano.

Pérez Roque acusó a Bush de llegar a la presidencia "a través del fraude y del engaño", en referencia a la polémica primera elección del mandatario estadounidense, en 2001.

"Nos hubiéramos ahorrado ayer su presencia y habríamos escuchado a Albert Gore hablar sobre el cambio climático y los riesgos para nuestra especie", dijo el canciller. El asiento de Estados Unidos en la sala estaba vacío.

Mientras tanto, Washington aplicó el mismo miércoles la línea política marcada la víspera por Bush, en una reunión en Nueva York entre la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, con los cancilleres de la Unión Europea.

Un portavoz del Departamento de Estado, Edgar Vasquez, indicó que durante la reunión Rice "destacó la necesidad de una transición pacífica y democrática en Cuba, no la transferencia de poder dictatorial después de Fidel Castro".

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