Persisten la baja productividad y la mala calidad de la leche en Cuba

La baja producción de leche y su mala calidad obligaron al Gobierno cubano a adquirir el preciado producto en polvo en el extranjero a precios que oscilan entre 3.500 a 4.200 dólares la tonelada, informan hoy dos articulistas del diario oficialista Granma.

En su escrito, los periodistas Yudy Castro Morales y Sheyla Delgado Guerra citan, por ejemplo, que si bien el 85 % del volumen de leche suministrado a las empresas lácteas de la Isla “fue comercializado como leche de máxima calidad”, más de la mitad no cumplía los parámetros designados para calificar como de alta calidad.

Añaden que se incumplieron además las entregas a la industria en “unos 38 millones de litros” y el suministro directo a las bodegas quedó un 12 % por debajo de lo contratado, datos que revelan, arguyen, “las debilidades existentes en dicho ámbito”.

Esta situación, señalan, “obligó al país a cubrir el déficit con leche en polvo importada, cuyo precio en el mercado mundial” a los precios señalados anteriormente.

Como causas fundamentales de la baja producción, Castro Morales y Delgado Guerra mencionan y refutan los argumentos aportados por un especialista del Ministerio de Agricultura (MINAG).

Según el artículo de Granma, Juan Carlos Rodríguez, especialista de la Dirección de Ganadería del citado ministerio, señala “otra vez”, según los periodistas, “los efectos de la sequía y también las intensas lluvias ocurrida en algunos meses”, condiciones que pueden incidir negativamente en la producción de leche.

Los periodistas protestan, sin embargo, pues “si el 2011 fue menos seco que el 2010, ¿cómo entender la disminución de los volúmenes entregados el año pasado?”

En su nota señalan que, a su parecer, “la fragilidad de la disciplina técnica y las normas organizativas, la no existencia —en mayor o menor grado— de condiciones para la conservación y acarreo de la lecha, así como la escasa confiabilidad de los análisis realizados por los laboratorios” son las causas reales de la mala calidad y la baja productividad en este sector.

Y añaden “Evidentemente la absurda justificación de las ‘vacas secas’ no debe esgrimirse como pretexto ante los incumplimientos; tampoco la variabilidad meteorológica”. Ambos aspectos deben preverse, a fin de “garantizar el agua y los alimentos necesarios”.

Los articulistas citan como otra causa real, los robos del producto para su venta “clandestina” y la elaboración de quesos, debidos a la “falta de exigencia y de observancia” de los contratos, que no son asumidos como instrumento de la gestión económica.

Critican además que la solución a estos problemas continúe “pendiente en manos del Sistema Empresarial” y del MINAG, así como de “algunas unidades del Grupo Azucarero” pues según señalan con los montos dedicados a adquirir la leche en polvo en el mercado mundial “podrían adquirirse insumos para los productores o nuevos equipamientos destinados al acopio, acarreo y procesamiento industrial”.

Citando a funcionarios de distintas entidades como el Centro Nacional de Sanidad Animal (CENSA), el propio MINAG, y otras, los periodistas denuncian las deficiencias que continúan plagando tanto la producción como la distribución y la calidad de la leche.

Entre ellos la falta de condiciones higiénico-sanitarias; la alta prevalencia de mastitis (células somáticas) en la leche; falta de agua, refrescaderos y utensilios en el ordeño en gran parte de las unidades productivas; el empleo de recipientes no idóneos para la recogida y la transportación del producto; la demora en la transportación; etc.

De acuerdo con la información aportada, el Ministerio de Finanzas y Precios ha dictado una resolución (la No. 412 del 2011) a fin de regular el acopio y ampliar la exigencia productores y empresas en la compra con arreglo a la calidad.

No obstante, los periodistas se preguntan entonces si las disposiciones son suficientes. Y añaden: “las disposiciones por sí solas no resolverán las dificultades”.

“Es preciso disponer de los recursos, aprovecharlos y, en especial, fortalecer el control y el seguimiento sistemáticos. La solución también transita por la integración de todos los involucrados, exigiendo a cada cual la responsabilidad que le asiste. De otro modo, seguiremos cultivando buenas intenciones, pero recogiendo ‘mala’ leche”, concluyen.

En Cuba la canasta básica incluye la venta de leche a precios subsidiados para niños de hasta 7 años, así como de leche en polvo para diabéticos.

El kilogramo de leche en polvo en venta libre cuesta más de cinco dólares y el salario medio es de $ 17 mensuales.

En 2007 Raúl Castro, presidente interino en ese momento, afirmó que Cuba debía producir la cantidad necesaria como para que beba leche todo el que quiera.

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