Ser organizador de fiestas “de quince” y bodas ya es legal en Cuba

Ejercer de organizador de bodas y de fiestas “de quince” (las que se celebran cuando una adolescente cumple esa edad) o de agente de seguros, entre otros oficios, ya es legal en Cuba.

También la profesión de carretillero, que ahora pasa a denominarse “vendedor de productos agrícolas en forma ambulatoria”.

El diario oficial Granma informa hoy de que la Gaceta Oficial ya ha hecho públicas las disposiciones del consejo de ministros que amplían hasta 181 las actividades que se pueden ejercer por cuenta propia.

En la Gaceta igualmente aparece una serie de incentivos fiscales para los negocios —básicamente restaurantes privados y alquiler de habitaciones— que ya están en marcha.

Después de que el VI Congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC), bajo la dirección de su primer secretario y presidente del país, Raúl Castro, aprobara un plan de reformas para dinamizar una economía anquilosada desde la caída del bloque soviético, unas 300.000 personas se han convertido en “cuentapropistas”.

Los planes de la dirección comunista de la Isla contemplan igualmente la supresión de cientos de miles de empleos estatales, por lo que se pretende que la iniciativa privada ciudadana cree puestos de trabajo que compensen a los que se pierdan.

La resolución 33 del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social “autoriza la contratación de trabajadores en todas las actividades”, recuerda hoy Granma.

Hasta que se aprobaron las reformas, el Estado cubano era el único empleador e, incluso, las empresas extranjeras establecidas en la Isla debían contratar a su personal a través de las correspondientes dependencias estatales.

Una resolución del Ministerio de Finanzas y Precios “exime del pago por las obligaciones generadas a partir del mes de julio y hasta diciembre de 2011 a los cuentapropistas por los cinco primeros trabajadores contratados”.

Otros incentivos fiscales se refieren al alquiler de habitaciones, que se rebaja de 200 a 150 tanto en CUC (moneda convertible equiparada al dólar que se aplica en el caso de turistas) como en pesos cubanos.

Además, un decreto extiende a 10 años el pago retroactivo de la contribución a la Seguridad Social, que hasta ahora debía realizarse en dos, y exime de la obligación de afiliarse a ella a los “cuentapropistas” mayores de 60 para las mujeres y de 65 para los hombres.

Los “paladares” (bares-restaurantes privados) y el alquiler de habitaciones son, por ahora, las actividades más llamativas y que absorben la mayor cantidad de personal por parecer las más rentables, dada la orientación hacia el turismo de la economía.

Igualmente han surgido muchas peluquerías y gimnasios.

En numerosas casas por toda La Habana han aparecido letreros, algunos luminosos, que anuncian estos establecimientos en un tímido asomo de publicidad privada, y en muchos casas compartiendo espacio con la vivienda particular.

Incluso un ex ministro de Relaciones Exteriores, Roberto Robaina, cesado en 1999, ha abierto uno, el “Café Chaplin”, en el céntrico barrio de El Vedado.

El Gobierno comunista ha aceptado la posibilidad de que “los elaboradores vendedores de alimentos y bebidas mediante servicio gastronómico”, denominación oficial de los “paladares”, “posean 50 capacidades, 30 más de las anteriormente permitidas”, señala Granma.

También se han rebajado los impuestos y cuotas que deben aportar al Estado los “carretoneros” (transportistas con medios de tracción animal) y cocheros.

Las “fiestas de quince” constituyen una arraigada tradición cubana anterior a la Revolución y las familias de toda condición se las ofrecen a las niñas que llegan a esa edad, haciendo honor al dicho de “tirar la casa por la ventana”.

El Congreso del PCC aprobó en abril los “Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución”, que pretende que en un plazo de cinco años el sector no estatal (“cuentapropismo” y cooperativas) represente el 40 % de la economía.

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