Actualizado: 18/04/2024 23:36
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Bacardí

Un libro recoge la historia del ron Bacardí

'Bacardí and the Long Fight for Cuba', del periodista estadounidense Tom Gjelten, ha sido publicado por la Editorial Viking.

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Una historia del ron Bacardí, marca vendida en 150 países y que produce unos 20 millones de dólares en ganancias al año, ha sido recogida en el libro Bacardí and the Long Fight for Cuba, escrito por el periodista estadounidense Tom Gjelten y publicado por la Editorial Viking, reportó la AP.

Según la agencia, con un amplio y riguroso reportaje, y detalles a veces estrafalarios, el veterano periodista relata la historia de la familia Bacardí, cuya propiedad fue nacionalizada por el gobierno cubano en 1960.

La familia logró levantar luego un imperio con operaciones en Puerto Rico, México, Brasil y Las Bahamas.

"Ni siquiera pensamos en registrar la marca Bacardí, así que la perdimos", dijo Fidel Castro años después. "Teníamos la fábrica que producía el ron Bacardí real, pero no pudimos conservar su nombre como tal".

El fundador de la empresa, Facundo Bacardí, abrió la primera destilería en 1862, en un pequeño local con techo de aluminio y piso sucio, en la calle Matadero, de Santiago de Cuba.

Bacardí fue el primer alcalde cubano en la ciudad de Santiago de Cuba y pionero en desarrollar el ron de estilo cubano, que se destaca por ser ligero, seco y suave. Además, inventó un sistema de filtro con carbón y fue el primero en añejar el licor en barriles de roble. Ganó premios internacionales después de 1900 y pronto su producto se convirtió en el ron "que hizo a Cuba famosa", de acuerdo la AP.

La prohibición de la venta de alcohol en Estados Unidos empujó a sus ciudadanos a correr a Cuba, sedientos de Bacardí. Un anuncio de la época, presenta a un murciélago —el logo de la marca, al que Gjelten describe como espeluznante— cargando a un Tío Sam en sus garras con un vaso vacío de Florida a Cuba.

Para 1935, el periódico The New York Times citó a Bacardí como un nombre propio que penetró en el léxico de Estados Unidos como un término genérico, igual que pasó con Kleenex. Ernest Hemingway mencionó al Bacardí en algunas de sus novelas.

Ansiosa por llegar al mercado estadounidense nuevamente sin tener que pagar impuestos, la compañía estableció una destilería en Puerto Rico en 1936. Según Gjelten, Bacardí descubrió que la clave para la consistencia en el sabor de su ron estaba en la melaza de caña. Tras sortear problemas en el proceso de destilación, los ingenieros lograron corregir las discrepancias para que el ron tuviera un sabor idéntico al que se producía en Cuba dondequiera que se hiciera.

Los Bacardí se opusieron al dictador Fulgencio Batista y apoyaron a Fidel Castro, incluso, permitiendo que algunos de sus trabajadores se unieran a sus fuerzas rebeldes. Vilma Espin, fallecida esposa de Raúl Castro, era hija del contable de Bacardí y uno de los miembros de la familia tejió medias para los hombres al mando de Castro que peleaban contra el gobierno de Batista.

Los rebeldes prometieron que no atacarían las instalaciones de Bacardí, y el jefe ejecutivo, José Pepín Bosch, acompañó a Castro en su primer viaje a Estados Unidos luego de que tomara el poder en 1959. Sin embargo, Bosch se separó luego porque ya temía la dirección que tomaba el régimen instaurado.

Después de nacionalizar Bacardí, Cuba empezó a producir el ron Havana Club, la marca que producía la familia Arechabala, competidores de Bacardí, quienes no pelearon por el nombre luego de la nacionalización.

Eventualmente, Bacardí compró los derechos sobre el nombre de Havana Club a la familia Arechabala y comenzó a vender su propia versión del Havana Club en Estados Unidos, desatando nuevas batallas legales con Cuba que aún están por resolverse.

Este caso es complicado pero, como destaca Gjelten, los argumentos son sencillos: "¿Cuándo el ron cubano podrá venderse en Estados Unidos, bajo qué compañía y qué marca?".


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