Zapatero: El viaje a Cuba es un 'proyecto' y ya se verá 'si se consuma'

El presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, dijo este martes que la invitación que le ha cursado Raúl Castro para ir a Cuba es un "proyecto" que ya se verá "si se consuma", informó EFE.

"Hay esa propuesta. Es un proyecto que está ahí. Ya veremos en su momento si se consuma y cómo se consuma", dijo Zapatero en rueda de prensa en el Palacio de la Moncloa, después de reunirse con el líder del opositor Partido Popular (PP), Mariano Rajoy.

Zapatero respondió de esa forma al ser preguntado sobre si viajará a Cuba en 2009, como anunció horas antes el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, tras reunirse con su homólogo cubano, Felipe Pérez Roque.

"En principio, hemos aceptado la invitación", dijo Moratinos en el Palacio de Viana, en rueda de prensa conjunta con Pérez Roque.

La visita de Zapatero sería la primera de carácter oficial de un presidente del gobierno español desde 1986, cuando viajó a la Isla Felipe González.

En La Habana, el embajador de España, Carlos Zaldívar, indicó que un viaje a Cuba del mandatario español requerirá la negociación previa de un "paquete de cosas, uno de cuyos componentes tendrán que ver con derechos humanos".

El diplomático no quiso comentar si en ese "paquete" entraría una posible liberación de disidentes.

Previamente, en una reunión con periodistas en su residencia en La Habana, con motivo de la celebración del Día de la Hispanidad, Zaldívar había dicho que "un viaje del presidente Zapatero a Cuba debe ser un éxito para España y para Cuba".

Respecto a la polémica por no invitar a disidentes a las celebraciones en la embajada por las fiestas nacionales, el diplomático dijo que "España no considera oportuno mantener la invitación (...) en tanto en cuanto se ha convertido en un símbolo de contestación al poder o de reto al poder constituido" en la Isla.

No obstante, aclaró que Madrid no renuncia a tener un diálogo con la oposición que hoy, según dijo, es "diez veces más numeroso" y también "diez veces más intenso" que en la época en que se invitaba a los disidentes a la embajada.

"El gobierno cubano ha aceptado que parte del trabajo de la embajada es tener acceso a cualquier sector de la opinión cubana, piense lo que piense, a efectos de conocer puntos de vista, actitudes, proyectos, y que eso ha abierto un camino que es el camino normal en las relaciones diplomáticas", afirmó.

Zaldívar hizo balance de su gestión durante los últimos cuatro años como embajador, función que concluirá en breve, y afirmó que cuando llegó en 2004 las autoridades cubanas no hablaban con el gobierno español, mientras que hoy "hablan cotidianamente".

Aunque "eso no quiere decir que siempre nos digan todo lo que queremos, ni nos digan siempre aquello que nos gustaría que nos dijeran", aclaró.

"Mientras algunos consideran que nada tiene sentido en Cuba, salvo que se cambie el régimen, nosotros consideramos que todo lo que contribuya a que el régimen cambie ciertas actitudes tiene sentido, sobre todo en materia de derechos humanos", añadió.

Zaldívar opinó que se han producido "algunos cambios" en las relaciones, aunque indicó que "los cambios más importantes en la relación Cuba-España (y) Cuba-Unión Europea siguen por hacerse".

Sobre la renegociación de la deuda de unos 1.600 millones de euros que tiene Cuba con España, el embajador afirmó que "es pequeña" en comparación con otros países.

"Aunque nuestro comercio ha ido creciendo estos últimos años de manera sensible, es evidente que muchas empresas españolas tendrían una capacidad comercial mucho mayor con Cuba si sus operaciones tuvieran un seguro (...) Eso no puede hacerse mientras la deuda este en números rojos", agregó.

También, "si la administración cubana fuera más eficiente y más racional en términos económicos de lo que es ahora, la inversión española podría ser también mucho mayor de lo que es", señaló.

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