Actualizado: 27/03/2024 22:30
cubaencuentro.com cuba encuentro
| Entrevistas

Teatro

«Creo firmemente en abrir puertas»

Repertorio Español de Nueva York cumple 40 años. Su director, René Buch, habla sobre el teatro hispano, el exilio y la revolución.

Comentarios Enviar Imprimir

René Buch, el director artístico que logró que la crítica neoyorquina elogiara Ana en el trópico con tambores yorubas, está de fiesta. Su Repertorio Español cumple 40 años. Representar a Lorca, Calderón y Piñera en Nueva York, se dice fácil, pero si hacer teatro en tiempos de televisión es difícil, actuar en español donde se aplaude en inglés es para respetar.

A sus muchos años, René Buch sonríe de 20, quizá porque no lo punza el destierro, porque desde 1949 escogió hacer lo que le gusta: teatro en la capital del mundo. "No soy un cubano típico. Me encantaba La Habana, pero no era mía, soy santiaguero. Y eso que la vida cultural habanera era la maravilla. Viví un Tristán e Isolda en el Auditórium que no he podido repetir. Escuchar a Stravinsky por la Orquesta Filarmónica de La Habana, dirigida por Erich Kleiber, era tocar el cielo".

Nacido en una casa con jardineras que colgaban de las ventanas, de padre abogado, ensayista, poeta, y madre pianista, Buch terminó Derecho en la Universidad de La Habana. Pero ganó el premio del Patronato del Teatro con su obra Del agua de la vida, que interpretarían Raquel Revuelta y Carmen Montejo. Y adiós bufete de familia. Se graduaría en 1952 de Artes Teatrales en la Universidad de Yale. El bohemio Greenwich Village neoyorquino sería desde entonces su incubadora de sueños.

En los años cincuenta, en la Gran Manzana bailaban música cubana y puertorriqueña, pero no existía teatro en español. Sólo algunas puestas esporádicas, de uno o dos días, del cubano Humberto Arenal, pero ni soñar con temporadas. No había público para eso. René Buch dirigiría un Comunnity Theater en Brooklyn, haciendo a Pirandello en inglés, claro. Y para pagar la renta trabajaría de publicista en la ONU, periodista del diario La Prensa, editor de arte en la revista Visión.

¿Cuándo haces tu primera puesta en español en Nueva York?

En 1968, el pianista Jorge Bolet desbordó el Carnegie Hall de latinoamericanos y comprendí que ya había un público potencial en español. Y sucedió que ese año llegó Gilberto Zaldívar a Nueva York, que trabajaba en La Habana con mi amigo Rubén Vigón. Nos asociamos y conseguimos el teatro Greenwich Mews, donde hacían teatro los negros.

Debíamos presentar algo que gustara a caribeños, mexicanos y argentinos por igual. Nos decidimos por un clásico, La Dama Duende, de Calderón de la Barca. Fue un éxito. Ahí fundamos el Village Mews Spanish Theatre, primer nombre que tuvo el Repertorio Español. Pero sucedió que la salita estaba en el sótano de una iglesia presbiteriana que compartíamos con un rabino judío. El pastor y el rabino discutieron. Y a buscar de nuevo.

Quién me iba a decir que el Gramercy Arts, al que asistía en mis años de estudiante, el único teatro off Broadway donde no cobraban la entrada (pasaban el cepillo al terminar la función), lo reconstruiríamos según sus planos originales con el nombre de Repertorio Español. ¡Qué maravilla! Ya teníamos un teatro propio, en la calle 27 y Lexington, en el corazón de Manhattan. ¡A estrenar! El 13 de octubre de 1972 debutamos con Quién le teme a Virgina Wolf, que había traducido con permiso de Edward Albee.

¿Produjo ganancias?

Más que eso, The New York Times le dio la bienvenida a Virginia en español. Respiramos tranquilos. Pero la primera puesta que nos ganó el público fue Te juro Juana que tengo ganas, de Emilio Carballido. Atrajo a mexicanos, cubanos, puertorriqueños. Gilberto tocaba todas las puertas, conseguía fondos de New York State Council on the Arts, de corporaciones, de particulares. Cuando un actor me preguntaba cuánto iba a ganar, le respondía: 'Habla con Gilberto'; cuando le preguntaban a él sobre el decorado, las luces, el vestuario, respondía: 'Hablen con René'. Se nos incorporó Robert Weber Federico como diseñador y productor asociado. Así fuimos creciendo.

¿Cuántas puestas hacían al año?

Las que podíamos. Cuando representábamos Las Pericas, de Nelson Dorr, ya montábamos Antígona, de Jean Anouilt. Y ambas se incorporaban al repertorio. Se lo había visto hacer a la compañía francesa de Louis Juve, que había llegado a La Habana durante la Segunda Guerra Mundial, huyendo de los ejércitos de Hitler. Hicieron varias temporadas en el Auditórium. Todas las noches presentaban una obra distinta. Juve interpretaba grandes y pequeños papeles. Los actores rotaban los personajes.


« Anterior12Siguiente »

Los comentarios son responsabilidad de quienes los envían. Con el fin de garantizar la calidad de los debates, Cubaencuentro se reserva el derecho a rechazar o eliminar la publicación de comentarios:

  • Que contengan llamados a la violencia.
  • Difamatorios, irrespetuosos, insultantes u obscenos.
  • Referentes a la vida privada de las personas.
  • Discriminatorios hacia cualquier creencia religiosa, raza u orientación sexual.
  • Excesivamente largos.
  • Ajenos al tema de discusión.
  • Que impliquen un intento de suplantación de identidad.
  • Que contengan material escrito por terceros sin el consentimiento de éstos.
  • Que contengan publicidad.

Cubaencuentro no puede mantener correspondencia sobre comentarios rechazados o eliminados debido a lo limitado de su personal.

Los comentarios de usuarios que validen su cuenta de Disqus o que usen una cuenta de Facebook, Twitter o Google para autenticarse, no serán pre-moderados.

Aquí (https://help.disqus.com/customer/portal/articles/960202-verifying-your-disqus-account) puede ver instrucciones para validar su cuenta de Disqus y aquí (https://disqus.com/forgot/) puede recuperar su cuenta de un registro anterior.

El cubanoamericano René Buch, director de Repertorio EspañolGalería

El cubanoamericano René Buch, director de Repertorio Español.

'Ana en el trópico'

Repertorio Español, dirigido por René Buch.

Últimos videos