Biblioteca de Babel, Cueto, Literatura
La Biblioteca de Babel
Juan Cueto cuenta que guarda cuatro o cinco de cada uno de los libros que ha publicado. Están colocados en orden, de acuerdo a la fecha en que salieron. Y revela que tiene la ilusión de donar algún día un ejemplar a la Biblioteca Nacional de Cuba y otro a la de Remedios
Si algo distingue a Juan Cueto como escritor es la singularidad e independencia de su obra. Como él mismo declaró en una entrevista, no le gusta pertenecer a ningún grupo, ni sindicalizarse en gremios, cofradías, ni generaciones, por prestigiosas que estas sean. Para él es ya honroso y suficiente que se le incluya en la categoría “escritores cubanos exiliados”. Es además un creador que frecuenta diversos géneros, en los cuales se desenvuelve con similar talento.
En su catálogo hallamos poemarios como En la tarde (1996), Palabras en fila, en clase y en recreo (2000), Hallarás lobregueces(2004) y Palabras en la tarde (2017); volúmenes de narraciones como Veintiún cuentos concisos (2009), que mereció la Medalla de Oro en el certamen The Florida Book Awards, y La jubilación de María Tbisi y otros cuentos (2014). Ha editado además las recopilaciones Verycuetos (2007), compendio de crónicas que escribió durante siete años, de 1999 al 2005, Esas divinas cosas. Tribulaciones y alegrías de un traductor (2011), De lo habido y por haber (2023) y Tres Divertimentos (2020). Asimismo, está su labor como traductor de poesía, que se ha materializado en libros como En época de lilas (2004, traducción al castellano de 44 poemas de E.E. Cummings) y Constantino P. Cavafis. Ventiún poemas (2010). Cueto es colaborador de Cubaencuentro, donde publica con regularidad. Emplee la prosa o la poesía, la narrativa o la crónica, sus textos siempre se disfrutan porque se trata de un autor bienhumorado, que anima sus obras con un saludable espíritu festivo.
1-¿Cuántos libros tiene tu biblioteca?
Mi hermano y dos de mis hermanas, los tres fallecidos, eran ávidos lectores. Y Consuelo, la mayor, con sus 98 años aún lo es. Así que además de los míos, llegaron a sumar alrededor de dos mil libros y tuve que empezar a regalarlos a amigos y a instituciones de caridad. Creo que deben quedar unos 600.
2-¿Cómo los tienes organizados: por autor, por temas, por áreas lingüísticas o indiscriminadamente?
En cuatro grupos: poesía, prosa, inglés, español. Y en orden alfabético, por el apellido del autor.
3-¿Qué criterio sigues para comprar: un criterio racional, la recomendación de un amigo, las críticas que se publican o te dejas llevar por el impulso?
Usualmente obedezco las sugerencias de personas confiables. Por ejemplo, me vienen ahora a la mente algunos de los que leí hace pocos años por recomendación de amigos: la trilogía de Agota Kristof, sobre todo The Notebook. Y dos autores que no conocía: Frédéric Dard y Arturo Pérez-Reverte. Este último me lo habían recomendado mucho, pero sólo cuando lo hizo la persona en cuya opinión confío, me decidí a leerlos; El sol de Breda y La piel del tambor son novelas excelentes. No me interesan los best sellers de actualidad. Y preferiblemente, sin pensarlo dos veces, leo cualquier escritor clásico o contemporáneo de probada calidad.
4-¿Qué haces para controlar la superpoblación, la cantidad excesiva de volúmenes?
En realidad nunca he sido un coleccionista de libros. Ellos son los que se han ido acumulando y acompañándome en mis mudadas (Nueva York, California, Miami). Últimamente, casi no compro libros. Los saco de la biblioteca cercana.
5-¿Recuerdas el primer libro que leíste?
El corazón de piedra verde, de Salvador de Madariaga, un regalo de cumpleaños de mi hermana Teresa cuando cumplí 13 años.
6-¿Cuál es el ejemplar más valioso que posees?
Los que me dedican y obsequian mis amigos escritores, que mucho les agradezco y que conservo con especial cuidado. Aprovecho para nombrar como muy valiosos los de Eugenio Florit, Carlos Alberto Montaner, Lilliam Moro y Manuel Reguera Saumell, por citar sólo cuatro que ya no están y cuyas dedicatorias aún me conmueven.
7-¿Cuál es el libro que más veces has releído?
Dos veces el Quijote, por darme gusto (además de consultarlo en varias ocasiones); y dos veces también, En busca del tiempo perdido, por disciplina. Y para regodearme en su variada y concisa lectura, releo con frecuencia los Doce cuentos peregrinos, de García Márquez, sobre todo Maria dos Praceres (¡qué maravilla!), El rastro de tu sangre en la nieve y Sólo vine a hablar por teléfono. Y no me canso de releer su Crónica de una muerte anunciada, una obra maestra.
8-¿Qué te hace abandonar la lectura de un libro? ¿Qué obra famosa no terminaste de leer?
Casi siempre, y sólo por disciplina, me esfuerzo en terminar los libros, como me sucedió con El tambor de hojalata, de Günter Grass (cuyas primeras páginas me fascinaron, pero después, muchas me aburrieron, aunque lo terminé). Y uno que he tratado de leer tres veces y no he podido: La casa verde, de Mario Vargas Llosa (de quien lo he leído todo), pero que en este caso, como en algunos de William Faulkner, el slang de los personajes me hizo abandonarlos.
9-¿Hay títulos de los cuales tienes más de una edición?
No veo la necesidad de esa duplicación.
10-¿Tienes un lugar específico para los libros escritos o editados por ti, eso que podríamos llamar la egoteca?
Sí, cuatro o cinco de cada uno, y todos juntos, en orden de fecha de publicación. Tengo la ilusión de algún día donar un ejemplar a la Biblioteca Nacional de Cuba y otro a la de Remedios.
11-¿Lees sólo libros impresos o también electrónicos?
Únicamente impresos. Ni siquiera me gusta leerlos en la pantalla de la computadora, por muy tentadores que sean.
12-¿Acostumbras prestar libros a tus amistades?
Sólo si no son de gran valor afectivo, ya que los demás siempre se pueden comprar, si no me los devuelven.
13-¿Devuelves los libros que te prestan?
Para mí ese préstamo es una deuda sagrada que siempre restituyo.
14-¿Cuáles son tus hábitos de lectura? ¿Tienes un lugar y un horario fijos para leer?
Usualmente en mi habitación y a cualquier hora.
15-¿Sueles subrayar y anotar los libros que lees?
Sí, generalmente resalto párrafos o palabras que me han gustado por su profundidad o belleza con una señal a su misma altura en el margen; y luego, en la última página, enumero en una lista todo lo que he marcado, con su número de página. Y también, por supuesto, las erratas.
16-¿Eres monógamo o lees más de un libro a la vez?
La única infidelidad contra el que tengo en mis manos sería con otro de distinto género. Nunca he tenido buena memoria y no me gusta perder el hilo de la trama. Sobre este tema de la memoria, en una época hacía una lista de los libros leídos y, meses u años más tarde, cuando la revisaba tenía que esforzarme en recordar de qué trataban algunos títulos. Para mi consuelo, después descubría que no habían sido lecturas muy memorables.
17-¿Qué libro estás leyendo ahora?
Leyendo, a la vez que traduciéndolo al español, Child of the Cloud Forest, de J. J. Fraxedas, en proceso de publicación simultánea. Y días atrás Una amiga en París, de Reinaldo García Ramos (Editorial Furtivas, 2024).
18-¿Con qué personaje literario te gustaría tomar un café?
Con Marcel Proust, sobre todo porque sería en París y en una época muy interesante.
19-Si pudieras quedarte a vivir en un libro, ¿en cuál lo harías?
En Las mil y una noches, para habitar un ámbito exótico, sensual y hedónico.
20-Por último, si alguien quisiera iniciarse en la lectura y te pidiese ayuda, ¿qué diez títulos le recomendarías leer?
Según la edad de la persona. Si es un adolescente, le recomendaría el primer libro que leí y que tanto disfruté y que aún conservo: El corazón de piedra verde, y también, Tom Sawyer y Huckleberry Finn. Si es un joven, lo obligaría a leer el Quijote y Los Miserables. A una persona de cualquier edad, lo invitaría a que descubriera a un gran autor moderno, como García Márquez. Creo que sería un buen comienzo para que después lean a los escritores más importantes de cada época.
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