Heriberto Mora expone “Por los laberintos de Eva”

El pintor cubano Heriberto Mora expone Por los laberintos de Eva en la Galería Espacio, en San Juan, Puerto Rico, en este mes de octubre. A propósito, CUBAENCUENTRO ofrece una entrevista para dar a conocer la obra y trayectoria personal de este talentoso artista.

Sobre la obra de Heriberto Jesús Mora, el crítico de Arte Ricardo Pau-Llosa ha dicho: “Las pinturas de Heriberto Mora son exploraciones imaginativas del diálogo entre dos lenguajes del infinito: los números y el espacio… Una multitud de formas y seres se agrupan dentro de espacios contenidos, interrumpidos por un solo elemento: una pausa existencial que corona el momento. Sin embargo las formas repetitivas no son mecánicas, sino variaciones, formando una población viviente de conceptos en búsqueda de un centro de gravedad en la imaginación. Su arte es juguetón y profundo a la vez. Mora es uno de los más talentosos y originales artistas cubano-americanos de su generación”.

Tu pintura gira alrededor de símbolos numéricos y formas espaciales, conceptos que podrían parecer incompatibles pero en tu obra se manifestan como un todo armónico. ¿Cómo logras esa transformación en tu expresión plástica?

Heriberto Mora (HM): Cuando repito una forma lo hago como el que ora y repite una frase convirtiéndola en letanía, pero el fuego devocional que anima esa oración mantiene la conciencia de que cada forma es individual, diferente a otra, única, y ese descubrimiento encierra una gran liberación. Esa imposibilidad de repetir te revela al mundo como un todo orgánico y vivo que se mueve y cambia mientras crece. Por otra parte, esos cuadros a los que te refieres en que se repite un elemento, me permiten explorar el paso de la forma a la abstracción, de la forma a la no forma.

El pintor es el artista de la visualidad, quien establece la conexión entre el lenguaje de las formas vibrantes y el colorido, ¿qué me dices al respecto?

HM: Forma y color son algo inseparable. Las formas y los colores crean la atmósfera en la pintura. Para que se manifieste alguna suerte de forma tiene que haber color, es decir, luz. Estas dos realidades son instrumentos del pintor quien mueve una y otra sirviéndose de ambas para relatar los mapas itinerarios de sus intenciones. Durante muchos años mi paleta fue predominantemente de colores tierra. En los últimos cinco años aproximadamente he comenzado a explorar el color, esto sucedió a partir del trabajo con niños, pues cada verano imparto clases de pintura a niños en un parque del condado.

¿Por qué te dedicaste a la pintura? ¿Qué motivó en tí tu inclinación por las Artes Plásticas?

HM: Ya en prescolar me seducía el dibujo y el olor de las crayolas. Cuando tenía seis o siete años escribí una nota que mi madre guardó, decía “Dios ayúdame a ser pintor”. La pintura es un arte que me permite mantenerme en el mismo sitio por mucho tiempo, y ese tiempo contemplativo está fuertemente impregnado en mi carácter. Cuando miro al cielo siento que estamos equipados para explorar los espacios sin término del universo; me encantaría un buen día emprender ese vuelo maravilloso desde una tela inacabada.

Como joven artista has expuesto en numerosas galerías del mundo, tu obra forma parte de importantes colecciones, ahora expones en San Juan, Puerto Rico, ¿rebasaste tus propias expectativas?

HM: Tengos sueños intactos y otros realizados. Mis expectativas como pintor son cada vez mayores, pues soy más consciente de lo difícil que es acercarse al embrujo de los grandes maestros. Soy inconforme y esto me obliga a buscar cada vez con más rigor.

¿Cuánto de realidad y de ficción hay en tus cuadros? ¿En qué te basas para iniciar una nueva creación?

HM: Cada vez que hago un cuadro hablo de alguna experiencia real, la diferencia está en que la representación sucede en otro ámbito. Me inspiro en toda experiencia donde descubro y percibo un atisbo de la belleza verdadera, ya esté escondida, moviéndose en la entretela o manifiesta en cualquier cosa sencilla.

Al hacer una panorámica de tu obra encontramos además de una excelente fusión entre espacio y conjunto numérico, a la mujer como elemento integrante. ¿Tiene que ver con la plasticidad de la forma femenina, un goce estético del artista o por lo que representa la mujer en sí?

HM: A lo largo de mi obra aparece la figura de la mujer siempre en relación con la imagen del hombre, en la pareja, como un modo de hablar de la comunicación, del hogar. En esta muestra Por los laberintos de Eva, que se inaugura en San Juan, el tema central es lo femenino y una de las maneras en que se manifiesta es en la mujer. Creo que en un mundo tan machista, donde predomina muchas veces la dureza, con tanta guerra y destrucción; la mujer y la intuición femenina, generalmente guiada por el amor, son como flechas de luz hacia un mundo más habitable. “Corona de la creación”, la mujer es instrumento palpable de lo eterno femenino, ella encierra en sí varias formas del amor y es complemento y misterio para el hombre.

¿Qué expresas con tu exposición Por los laberintos de Eva? ¿Algún mensaje subliminal, un discurso de amor, una dedicatoria específica?

La mujer me parece un ser muy complejo, pero en esta muestra me he querido enfocar en su capacidad para reflejar el amor, pues creo que en esto radica su fuerza. Cada cuadro es una estación psicológica de la naturaleza femenina. Más allá de cualquier circunstancia externa, siempre aflora su esencia compasiva, maternal. Por los laberintos de Eva llegamos a María, la madre de Jesús y la madre de todos.

¿Satisfacciones actuales? ¿Anhelos no cumplidos?

He visto cumplidos muchos anhelos, Me siento satisfecho de verme andar por un camino que fuera sueño en otro tiempo. Doy gracias a Dios por vivir en este país donde he podido desarrollar mi obra y donde cada sueño se ha llegado a realizar.

¿Qué te ocupa en estos momentos?

Trabajo para mi próxima muestra en noviembre en Kelley Roy Gallery, en Winwood, cuyo tema central será la comunicación. Por otra parte, siempre estoy estudiando, intentando crecer como persona y como pintor.

Heriberto Mora, (La Habana, Cuba, 1965). Radicado en Miami, FL, Estados Unidos. Emigra a España después de graduarse en la Academia de San Alejandro, en La Habana, más tarde viaja a los Estados Unidos. Ha expuesto su trabajo en galerías de Florida, New York, North Carolina, la República Dominicana, Portugal y Puerto Rico, entre otros. Su obra forma parte de importantes colecciones como la del Lowe Art Museum y el Frost Art Museum (Florida, USA), la Absolut Vodka Collection en New York y la Berardo Collection en el Museo Berardo, Lisboa (Portugal) y en colecciones privadas en Madrid, París, New York, Bogotá, Miami, Washington, Caracas, Buenos Aires, Monterrey, Ciudad de México y San Juan, Puerto Rico.

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