Actualizado: 25/04/2024 19:17
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Música

«Nunca me sentí más cubano que ahora»

La entrevista de los lectores: Con la espontaneidad de los grandes, Paquito D'Rivera responde a página abierta.

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¿Sabe cómo termina con un millón de dólares un músico de jazz? Pues empezando con dos. Si sabré yo los horrores que hemos pasado los que hemos querido ser jazzistas en los países comunistas. "Música imperialista" le llamaban los ñángaras. Y ni hablar del pelotudo de Hitler, que hasta ordenó "racionar" y limitar el uso de la síncopa. ¡Menos mal que esa sarna de comunismo no cuajó en tu tierra chilena!

Lo que me anima a escribir es que hace muchos años yo pasaba cerca de su casa, que quedaba cerca del cine Cándido, porque para ir a Ciudad Libertad, escuela donde estudié, tenía que hacerlo. Recuerdo que un montón de veces me detuve frente al portal para verle ensayar. Un abrazo grande… (Olivio Francisco Espinosa Ruiz, Buenos Aires)

Madre mía, estamos regados por todo el mundo. Yo también estudié en la secundaria José Antonio Saco, de Ciudad Libertad, y celebré mis cincuenta años de carrera con la Sinfónica en el hermosísimo Teatro Colón de Buenos Aires. A mí me gusta mucho esa ciudad (Buenos Aires, no Libertad), donde tengo tantos amigos. Pasear por la calle Corrientes es como regresar a mi niñez, por las películas de Libertad Lamarque y Hugo del Carril.

Desearía saber cuándo viene a España y a Tarragona. Así podré verle, soy cubano y admirador de su talento y música. (Lázaro Valledor, Tarragona)

Alrededor del 28 de julio (en un par de meses) estaré haciendo dos conciertos en la zona de Figueras, Cadaqués, el pueblo de Salvador Dalí, que creo es cerca de Barcelona. Una presentación será a dúo con mi extraordinario pianista israelí Alon Yavnai, y el otro con orquesta de cámara, donde se estrenará mi pieza Fantasías Messienicas, para clarinete solista, trío de jazz y orquesta. Mi esposa, la soprano puertorriqueña Brenda Feliciano, cantará las bellísimas Canciones Negras, de Xavier Montsalvage.

Sólo quiero agradecerle el tamaño que ha logrado, porque sin saberlo del todo, también su imagen acrecienta la posibilidad de lo posible. Gracias. (Eduardo León de la Hoz, Nueva York)

Uno de los hombres más útiles y sabios de todos los tiempos ha sido sin duda el profesor Shinichi Suzuki, violinista, educador y creador del innovador y sorprendente método que lleva su nombre, y que desarrolla exitosamente las aptitudes musicales e intelectuales de cualquier niño, casi desde la cuna misma.

Uno mismo tiene que educarse y comprender los beneficios que emanan de la grandeza de otros —enseña el profesor Suzuki—. Pues solamente si podemos digerir este concepto, seremos capaces de disfrutar y aprovechar plenamente el estar cerca de personas valiosas. Nunca pierda su humildad, pues la vanidad empaña el poder de percibir la verdad y la grandeza, que poco tienen que ver con dinero, fama o riquezas materiales.

Por mi parte, creo, realmente, que el ego es, como los taxistas, los guagüeros y los tenores de zarzuela, un mal necesario, sólo que es preciso aprender a controlarlo con dosis periódicas de humildad, respeto mutuo y discreción. De otra forma se pierde objetividad y se corre el riesgo de convertirse uno en un pesa'o absoluto (no relativo). Como aquel cretino que pidió nada menos que tratamiento estelar y "cerrar el show" ¡en el funeral de Mario Bauzá! Gracias por tus comentarios tan halagüeños.

En sus primeras grabaciones con el saxo hay exhibición de notas altas, en las últimas se muestra sereno, centrado en la melodía, en expresar sentimientos. ¿Se debe a que ha perdido técnica o significa una maduración de su estilo? (Mandy, Nueva York)

Con el tiempo la gente tiende a madurar (no en todos los casos), y ya desde hace bastantes años he llegado al convencimiento de que la técnica instrumental debe servir para lo mismo que las armas, que son para ser usadas en caso de necesidad, no para estar probándolas constantemente: con el perro del vecino, cazando gorriones por el barrio o tirándole a las luces de las farolas.


Paquito D'Rivera, en su oficinaGalería

Paquito D'Rivera, en su oficina. (DELIO REGUERAL, DELIO PHOTO STUDIO)