Bogotá dispuesta a excarcelar a miembros de las FARC si el grupo libera secuestrados

La decisión del gobierno del presidente Álvaro Uribe de emitir un decreto para facilitar la excarcelación de miembros de las FARC si liberan a secuestrados, pareció surgir de la presión por versiones sobre el grave estado de salud de algunos de esos rehenes, principalmente de la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt, informó la AP.

El jueves el gobierno emitió un decreto de tres artículos en el que dice que si el grupo armado libera "a la o las personas secuestradas" considerará que ya se ha cumplido un intercambio humanitario —o un canje de rehenes por efectivos de las FARC en prisión— y que por tanto procederá de inmediato a pedir a los jueces la suspensión de la pena, o sea, la excarcelación de miembros del grupo ilegal armado.

El Alto Comisionado de Paz, Luis Carlos Restrepo, al anunciar el decreto, explicó que tiene vigencia inmediata, que ampara todos los tipos de delitos y que, por el momento, desconoce el número exacto de miembros de las FARC que podrían beneficiarse de la medida, tan pronto se den liberaciones de secuestrados.

La decisión del gobierno se produjo tras llamados por parte de la Defensoría del Pueblo y la Iglesia Católica por la liberación de la ex candidata presidencial colombo-francesa, debido al agravamiento de su salud por padecimientos como hepatitis B.

De acuerdo con el Defensor del Pueblo, Volmer Pérez, y jerarcas de la Iglesia, campesinos en zonas del sur del país, donde estaría Betancourt y donde es mayor la presencia insurgente, han asegurado que está muy grave.

Secuestrada en febrero de 2002 por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Betancourt, de 46 años, fue vista por última vez en imágenes de video grabadas por los insurgentes y decomisadas por el gobierno en noviembre. En ese video, la política aparece visiblemente delgada, pálida y en silencio, sentada en una rústica silla en medio de la selva.

Betancourt ha padecido de varias enfermedades, como leishmaniasis, y está deprimida debido al maltrato al que es sometida por parte de sus secuestradores, que la encadenan e insultan, han dicho compañeros de cautiverio ya liberados, como el ex senador Luis Eladio Pérez.

En el mundo "nadie va a entender, obviamente si a Ingrid le ocurre algo (...) si no hay un gesto por parte de las FARC (como liberarla) eso va a ser evaluado de manera muy negativa por parte de la comunidad internacional", dijo a la cadena radial Caracol Astrid Betancourt, hermana de la ex candidata presidencial. Si Ingrid muere "va a ser el principio del fin de las FARC. También se le va a cobrar al gobierno", dijo.

Por dos años, las FARC han pedido al gobierno negociar un intercambio de al menos unos 40 secuestrados por cientos de insurgentes en prisión, como parte de sus esfuerzos por ganar reconocimiento político. Bogotá se ha negado a la principal exigencia de la organización armada, la de despejar de fuerza pública dos municipios del sur del país para discutir allí el canje.

El gobierno también se había negado a considerar que una eventual excarcelación amparara todos los tipos de delitos —como secuestros y masacres— lo cual fue incluido en el decreto del jueves. Este fue "un acto fruto de la presión ante las informaciones de que Ingrid Betancourt se está muriendo", dijo en entrevista telefónica con AP Claudia López, analista e investigadora política.

"El gobierno dice que emite el decreto por razones humanitarias, si fuera por eso el decreto pudo salir el día uno de los secuestros (...) pero lo hace ahora ante la evidencia del mal estado de salud" de los cautivos, agregó López destacando, que "de todos modos hay que reconocer que es un gesto generoso" del gobierno.

El senador del Partido Liberal, de oposición, Héctor Elí Rojas, indicó telefónicamente que con el decreto "el gobierno esta planeando una justificación ante un posible resultado fatal, como la muerte de Ingrid Betancourt o de otros secuestrados.

"Quizá hasta fue bien intencionado pero ineficaz porque las FARC no van a actuar porque siempre han insistido en el despeje y no creo que cambien ahora" su posición, añadió.

El decreto "es una medida anticipada, es como decir: 'antes que me echen la culpa de las no liberaciones o que se mueran los secuestrados'", el gobierno actuó, dijo el analista político Armando Borrero. "En poner la pelota en el campo de las FARC, habrá que ver que pasa", dijo en dialogo telefónico.

El Alto Comisionado de Paz colombiano, dijo que el gobierno no tomó la medida anteriormente porque las FARC demandaban primero sentarse a discutir una formula para el canje.

Pero ante nuevas informaciones sobre el delicado estado de salud de Betancourt, Bogotá decidió simplificar los trámites y anticiparse con el decreto de excarcelación de insurgentes en caso de que se dieran las liberaciones de rehenes, dijo Restrepo.

"Que las FARC tengan la certeza de que si liberan a Ingrid Betancourt (...) se les concede los beneficios", afirmó.

Angustiado y afirmando que no intuye "nada bueno", el esposo de Betancourt, Juan Carlos Lecompte, dijo que la medida del gobierno era un gesto para la opinión pública y no para buscar resolver el problema que, en su opinión, debe encararse con el retiro de militares y policías de dos municipios al sur del país, como piden las FARC.

"En el fondo no está (el gobierno) solucionando el problema, es como para que la opinión pública diga 'ah, mire todo lo que está haciendo el gobierno'... para mí se están como lavando las manos", dijo Lecompte a la AP.

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