Chávez arremete contra el Rey de España tras roce en Chile

"Yo sólo me referí a un ex presidente español que apoyó un golpe contra mí, para reflexionar y darle la bienvenida —como lo hice desde hace ya varios años— al nuevo gobierno español, un gobierno de Partido Socialista Obrero Español", afirmó.

"Pero que nos respeten, no se crean todavía superiores a nosotros. Todos somos iguales, hay que acabar con los viejos resabios monarquistas. No somos subalternos de ninguna corona", dijo.

Este lunes, el canciller del país anfitrión de la Cumbre, el chileno Alejandro Foxley, respaldó la postura de España, informó la AP.

"Nosotros no compartimos el estilo", dijo Foxley en referencia a la actitud de Chávez. "Creemos que lo que se dijo contradice aquello de que se puede discrepar todo lo que se quiera en un ambiente como una Cumbre, pero sin descalificar a las personas", afirmó en declaraciones a radio Cooperativa.

En Chile "pensamos que hay que aprender a vivir con la diferencia y con la diversidad", afirmó.

La Cumbre mostró las divisiones ideológicas cada vez más visibles

Desde su llegada a Santiago de Chile para la Cumbre Iberoamericana, Chávez atacó el tema central, la cohesión social, presentado por la presidenta chilena Michelle Bachelet, con lo cual puso de entrada sobre la mesa las diferencias ideológicas en la región, incluso entre gobiernos de izquierda.

"La cohesión social no me gusta. Es algo terriblemente malo. El infierno puede estar muy cohesionado. Es un término muy conservador, muy estático. No hay que irse por la línea del menor esfuerzo", señaló Chávez sobre el tema, informó la AFP.

El sábado Rodríguez Zapatero, defendió el concepto de cohesión social, considerando que para América Latina el tema de la protección, la salud y la educación eran prioridades impostergables.

La Cumbre finalizó con un llamado urgente a profundizar la protección social en América Latina.

Los 22 países —19 latinoamericanos más España, Portugal y Andorra— discutieron sobre cómo hacer que la bonanza económica de la región repercuta en una mejor distribución a través de Estados fuertes con capacidad para aumentar la protección social de sus ciudadanos más pobres.

En América Latina la pobreza golpea a 220 millones de personas, es decir el 43% de su población.

Tanto el secretario de la Cumbre, Enrique Iglesias, como el canciller chileno, Alejandro Foxley, dejaron en claro que ese esfuerzo requería un sistema impositivo más eficiente.

El viernes en la noche los mandatarios acordaron a puertas cerradas una declaración sobre el tema social en una discusión que —según trascendió— fue acalorada y se prolongó más allá de lo previsto.

El secretario general iberoamericano Iglesias, definió el tono de la reunión como "un diálogo franco y abierto".

Se discutió "en un ambiente donde, habiendo diferencias de énfasis, en los objetivos mostraron total coincidencia", dijo.

El sábado el presidente del gobierno español hizo notar que la Cumbre aportaba resultados concretos, mencionando entre ellos el convenio para que las personas de la región que han trabajado en varios países puedan cobrar sus jubilaciones teniendo en cuenta todos los años trabajados.

La cita, sin embargo derivó en varios temas coyunturales que inquietan a la región, empezando por el contencioso que divide a Buenos Aires y Montevideo por el caso de la papelera finlandesa que Uruguay permitió instalar y Argentina considera contaminante para un río fronterizo.

Se esperaba que bajo la mediación española se avanzara en una solución, pero resultó todo lo contrario: las reuniones en Santiago fracasaron, Uruguay decidió habilitar la planta y el viernes cerró una de sus entradas desde Argentina para impedir el paso de manifestantes, lo que convulsionó aún más la relación bilateral.

Previamente, Argentina mantuvo su apoyo a los ambientalistas que bloquean un puente binacional desde hace un año, algo que Uruguay rechaza.

Durante la Cumbre se reunieron la presidenta anfitriona, Michelle Bachelet, y su homólogo boliviano, Evo Morales, para ver los avances de una agenda de 13 puntos destinada a profundizar la relación entre estos dos países, donde se incluye el decisivo tema de la salida al mar que reclama La Paz.

Bolivia perdió 400km de costa en una guerra con Chile en el siglo XIX y se mencionó que sobre el tema habría avances en esta Cumbre, aunque esto no sucedió finalmente.

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