Actualizado: 17/05/2024 1:04
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Pakistán

Miles de seguidores asisten al entierro del clérigo radical de la Mezquita Roja de Islamabad

El Ejército afirma que en el asalto a la mezquita, donde estaban retenidos civiles, murieron 10 soldados y 73 extremistas. Otras fuentes hablan de más de 280 muertos

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Miles de personas asistieron este jueves al funeral y entierro del clérigo Abdul Rashid Ghazi en Rojhan Mazari, en el centro de Pakistán, celebrado entre estrechas medidas de seguridad dos días después de su muerte en el asalto a la Mezquita Roja de Islamabad.

El cuerpo de Rashid Ghazi fue enterrado en su localidad natal, a la que fue trasladado desde Islambad en un helicóptero en el que también se permitió viajar a su hermano y líder máximo de la Mezquita Roja, el detenido Abdul Aziz.

Las autoridades permitieron a Aziz dirigir las oraciones del funeral bajo la atenta mirada de las fuerzas de seguridad y en presencia de numerosos residentes de la zona, que rindieron tributo a Ghazi por la que definieron como "heroica" lucha por la causa del Islam.

Ghazi, cabecilla de los radicales armados que se atrincheraron en la Mezquita Roja, fue abatido el pasado martes por las fuerzas de seguridad junto con varios integristas en los sótanos de la Jamia Hafsa, la escuela coránica situada al lado del templo.

Los familiares del clérigo habían pedido que fuera enterrado en Islamabad junto a la tumba de su padre porque esa era su última voluntad, pero el gobierno rechazó la petición ante el temor de que su sepultura se convirtiera en un lugar de culto.

Mientras tanto, en Islambad se celebraron las honras fúnebres de algunos de los fallecidos en el asalto, que comenzó en la madrugada del lunes al martes y culminó el miércoles.

Aunque el Ejército ha confirmado sólo de diez muertos entre sus filas y de 73 entre los radicales armados, una fuente de los servicios de inteligencia dijo a EFE que de la Mezquita Roja han sido retirados al menos 286 cadáveres.

La misma fuente, que pidió el anonimato, afirmó que los cuerpos de las víctimas están siendo enterrados desde en fosas en un cementerio de la capital paquistaní.

El Ministerio del Interior ha confirmado que se han efectuado los análisis pos-mortem de 73 cadáveres, a los que se han tomado fotografías, muestras de ADN y las huellas digitales para su identificación, antes de darles sepultura.

Numerosos familiares de las víctimas han protestado porque los cuerpos están siendo enterrados en su ausencia y sin que puedan ver los cadáveres.

El gobierno paquistaní dijo antes del asalto que los radicales armados mantenían como rehenes a entre 300 y 500 mujeres y niños estudiantes de las escuelas coránicas del complejo.

El asalto a la mezquita puso fin a enfrentamientos que comenzaron hace una semana, cuando se produjeron los primeros muertos en tiroteos entre los integristas armados y las fuerzas de seguridad que rodeaban el templo desde días atrás.

El primer ministro paquistaní, Shaukat Aziz, dijo el martes por la noche que 1.300 estudiantes, entre ellos mujeres y niños, pudieron salir con vida del recinto religioso en la última semana, lo que, en su opinión, demuestra que la estrategia del gobierno ha sido un "éxito".

Aziz insistió en que se hicieron todos los esfuerzos posibles para resolver la cuestión de modo pacífico, que fue imposible por la presencia de "militantes extranjeros" en el complejo religioso.

Pese a que los servicios secretos habían señalado la presencia de radicales uzbecos, chechenos y árabes, un portavoz militar indicó el miércoles que "por el momento, no hay información sobre la presencia de ningún extranjero" en el recinto.

El asalto a la Mezquita Roja ha sido duramente criticado por la principal alianza de la oposición de Pakistán, la islamista Muttahida Majilis-e-Amal (MMA), que ha declarado tres días de luto por las víctimas del asalto.

La alianza también ha culpado al presidente paquistaní, Pervez Musharraf, del fracaso de las negociaciones.

La Comisión de Derechos Humanos de Pakistán (HCRP), un organismo independiente, criticó la forma "chapucera" de realizar la operación, denunció el uso "desproporcionado" y "arbitrario" de la fuerza y pidió una investigación de lo ocurrido.

La HCRP recordó que el radicalismo en la Mezquita Roja no se creó de un día para otro, sino que "el almacenamiento de armas y el entrenamiento impartido a los estudiantes continuó durante años, con la ayuda y connivencia de las autoridades".

La Mezquita Roja, una institución costeada por el Estado, ha sido centro de numerosas actividades radicales en los últimos años, pero hasta ahora Musharraf había evitado hacerle frente.

Analistas subrayaron el peligro de una escalada luego de la muerte de los radicales en la mezquita. El nivel de alerta fue aumentado por temor a eventuales atentados suicidas.

Este jueves, al menos siete personas, incluyendo tres policías, murieron en dos explosiones separadas en el noroeste de Pakistán, una de las cuales fue precisamente un ataque suicida con bomba contra un importante funcionario del gobierno, informó Reuters.

Cerca de 30 personas han muerto en ataques contra las fuerzas de seguridad y blancos gubernamentales en la región de la frontera noroeste desde que el 3 de julio el Ejército sitió la Mezquita Roja, aumentando las sospechas de que ya está en marcha un esperado contraataque.

En un vídeo difundido en Internet, el número dos de Al-Qaeda, Ayman al-Zawahri, ha pedido venganza por la muertes de los radicales en la mezquita. Según dice el lugarteniente de Bin Laden, "este crimen sólo puede lavarse mediante el arrepentimiento o la sangre".