Actualizado: 23/04/2024 20:43
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A debate

De la desesperanza y el decoro

¿Por qué minimizar el esfuerzo de quienes se enfrentan al régimen dentro de la Isla?

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La reciente campaña de no cooperación a la que hace referencia Ileana Fuentes en su artículo, no nació en el exilio, ni en la cafetería Versailles, como irónicamente ella plantea. Nació dentro de las prisiones de Cuba, desde donde a partir de enero de este año se comenzaron a recibir mensajes de esa naturaleza. No es una campaña orquestada en Miami, Nueva York o Madrid. Nació en Holguín, Villa Clara, Camagüey, de la voz y el corazón de activistas de derechos humanos que se han dirigido a sus conciudadanos para hacerles un llamado a que no cooperen con la dictadura, que no cooperen con los pilares que mantiene el régimen totalitario.

Incluso es una campaña que responde a una realidad muy palpable dentro de la Isla y que el propio Granma reconoce en recientes artículos relacionados con la "indisciplina laboral", o lo que es lo mismo, la no cooperación de los trabajadores cubanos con los planes económicos del gobierno. El llamado de los cubanos dentro de la Isla ha hecho eco en organizaciones del exilio, que animadas por esta iniciativa nacida en Cuba, han anunciado públicamente su respaldo a la misma, y una campaña de información a nivel internacional y en el exilio sobre la misma.

El decoro que falta a otros

Creer en la capacidad de rebeldía de los cubanos no es una idea ilusoria alentada por la nostalgia del destierro o por los pastelitos de guayaba de La Carreta, es no olvidar la resistencia de un pueblo que no ha dejado de luchar por su libertad. Desde los jóvenes que murieron frente al paredón de fusilamiento gritando: ¡Viva Cristo Rey!, hasta los que se sacrificaron en las prisiones en largas protestas, como Pedro Luis Boitel o los que hoy, por defender cívicamente sus derechos, salen a las calles, caminan, explican, publican boletines informativos elaborados artesanalmente pero llenos de valor.

A esa Cuba profunda, que sufre pero que no ha dejado de soñar, es a la que tenemos que escuchar atentamente, y no a aquellos que prefieren la comodidad de la sucesión o que aceptan la ecuación promovida por el régimen de que el problema es entre Washington y La Habana. El Directorio Democrático Cubano ha publicado desde el año 1997 el informe Pasos a la libertad, resumen anual de las acciones de resistencia cívica dentro de la Isla. Entre esa fecha y la actualidad, las acciones han crecido de 44 a 3.122. Mayor información sobre este informe y las acciones del movimiento cívico dentro de Cuba puede obtenerse en la página del Directorio: www.directorio.org.

Sí, en Cuba hay miedo y hay parálisis en algunos sectores, pero también hay un creciente descontento, hay nuevas iniciativas opositoras, deseo de un cambio profundo y de raíz. Si todo estuviera en calma, si el silencio primara en las calles de la Isla, ¿por qué el régimen tiene que reprimir? ¿Por qué se queja de los trabajadores cubanos? ¿Por qué gasta recursos tapando los carteles antigubernamentales que a diario aparecen en las paredes de los barrios, frente a la sede del Partido o la policía política? Si el pueblo cubano acepta y calla, ¿por qué impedir que se realicen las vigilias por la libertad sin destierro o amenazar a las Damas de Blanco para que no asistan a su habitual caminata?

Finalmente, pregunto a los que desde la comodidad de sus ordenadores promueven la desesperanza: ¿por qué minimizar el esfuerzo de aquellos que tienen el decoro que falta a otros?


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