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'Model Town' o la memoria inconsolable

'Model Town' o 'La Habana sin Olga Guillot' muestran con claridad las diversas facetas del efecto devastador del castrismo.

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En Cuba: vida cotidiana y revolución, compilación de notas publicadas en enero de 1974 en el diario La opinión, de Buenos Aires, Enrique Raab narra su conversación, en las afueras del hotel Deauville, con un negro sesentón que gustaba hablarle a los turistas con algunas palabras en inglés. "No tiene usted idea, sir, de lo que era el Malecón, antes… No se podía ni cruzar con la cantidad de carros que corrían. Dodge, Oldsmobile, Ford, Chevrolet… Era una fiesta para los ojos. Y los hoteles: aquí, en este hotel donde usted vive, había un casino con 22 mesas".

En su apología de la Cuba de antes, el viejo afirma que el Havana Hilton era el mejor hotel de América Latina, para enseguida contrastar aquel tiempo pasado con el presente: "Vea ahora la tristeza, sir. No hay turistas, no hay people, todo está desierto". Francisco, que así se llamaba el curioso personaje, trató de irse en el 61, pero se cortó el puente aéreo. "No pude salir, me quedé aquí, me moriré aquí… Mi sueño es tomar, una vez más siquiera, un trago de Coca-Cola".

"La lengua pasa por los labios, los humedece como si toda el agua del Caribe no pudiese suministrar la misma humedad que un trago de gaseosa", apunta Raab, que termina la anécdota refiriendo la respuesta del viejo a la pregunta por su job: "era jefe de los lustrabotas del Capri".

Para el periodista argentino, uno de los tantos turistas revolucionarios latinoamericanos que aun después del caso Padilla persistieron en pintar al régimen castrista como el mejor de los mundos posibles, ese hecho evidencia la estupidez de quien, a pesar de haber desempeñado un trabajo tan servil, añora un país que no era sino un traspatio de los yanquis.

Para colmo, Raab, quien dice encontrar en Cuba "el germen de un mundo distinto, cuyas imperfecciones provisorias no atenúan en nada la premonición maravillosa de lo que será la sociedad del futuro", presenta su diálogo con el ex limpiabotas como prueba de la falsedad de quienes afirman que en Cuba los críticos del gobierno están internados en granjas de trabajo.

Hershey como síntoma

Recordé a Francisco mientras veía la escena final de Model Town, en que algunos habitantes de Hershey reaccionan a la entrega de una tableta del famoso chocolate. No hay mucha distancia entre la coca-cola añorada por aquel en los setenta y el chocolate que emociona a éstos hasta las lágrimas, pero sí un cambio fundamental que atañe a lo que en jerga marxista se llamaba "tipicidad": el negro Francisco es presentado como "un gusano contrarrevolucionario", una pintoresca anomalía, producto del calado de la ideología capitalista en algunas personas enajenadas.

Los ancianos de Model Town, en cambio, no podrían ya ser comprendidos como representantes de unos sectores sociales que, por haber perdido sus privilegios burgueses o por simple incapacidad de adaptarse al nuevo orden, añoran patéticamente el mundo de ayer. Del mismo modo que el lenguaje del exilio se ha impuesto al punto de ser adoptado por los propios oficialistas (Juan Formell habló del "gobierno de Cuba" y no de "la Revolución" en su reciente entrevista con María Elvira Salazar), es la razón del exilio la que ha prevalecido definitivamente. Ya todos añoran, como los gusanos viejos.

El objeto de la nostalgia que muestra el documental de Laimir Fano no es sólo Hershey, es toda Cuba. A pesar de que ese poblado, por sus características particulares, no es representativo de los "pequeños pueblos" evocados por Eliseo Diego, se diría que lo que se añora es aquello que tenía en común con el resto de la República.

Según Laimir Fano, una de las ancianas entrevistadas le mostró un recorte de un periódico local en que, en la primera década de la revolución, se caricaturizaba al señor Hershey como un viejo feo y explotador. Lástima que esto no haya podido ser grabado, pues habría vuelto más evidente el sentido metonímico del discurso sobre el pueblo modelo.

La elegancia de Milton Hershey que los antiguos habitantes del lugar recuerdan, ¿no es también la elegancia del mundo de ayer, anterior a los uniformes de milicia y las consignas gritadas a voz en cuello? La añoranza de estos ancianos revela la falacia de la caricatura de la República que el castrismo ha ofrecido por décadas, como la reivindicación del capitalista Hershey, la de una doxa que no podía comprender la filantropía sino como un peligrosísimo enemigo a ridiculizar.

'El país modelo'

Desde las críticas de Engels a Eugenio Sue, sabida es la tirria de los marxistas hacia la filantropía burguesa: mientras más explotadores los capitalistas, mejor, pues así, al agudizarse la lucha de clases, ha de llegar antes la revolución proletaria.

Bien mirado, el proyecto castrista-guevarista, ¿no pretendía emular, a una escala nacional, la idea de los pueblos modelos: educación, recreación, salud pública, desarrollo integral? Cuba sería país modelo. La vanguardia de la humanidad. Más radical incluso que la propia China, según confesó el presidente Urrutia a K.S.Karol en 1967.

El socialismo y el comunismo, construidos simultáneamente. Los tres planes piloto en San Andrés, Gran Piedra y Banao, avanzadillas de una utopía comunista que sería realidad en toda la Isla para 1975.

En el discurso pronunciado el 28 de enero de 1967, en la inauguración del primero, Fidel Castro decía, a propósito del plan educativo: "Estos centros serán, sin duda, los lugares del mundo donde incluso la pedagogía se pondrá a prueba. Y se pondrá a prueba si la pedagogía existe o no existe; se pondrá a prueba si la sociedad es capaz de educar o no a sus miembros, si es capaz de despertar en los hombres una conciencia superior, sentimientos superiores. Por eso aquí, todos los que se interesen por la pedagogía tendrán que venir a San Andrés para ver qué ocurre en San Andrés, cómo transcurren las cosas en San Andrés, cómo se forma la mente, la inteligencia, cómo se forma la conciencia, cómo se educa no solo recibiendo una cultura y una instrucción, sino una capacitación para la vida a esos jóvenes, a esos niños".


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