Actualizado: 28/03/2024 20:04
cubaencuentro.com cuba encuentro
| Cuba

PCC

Entrampado en el pasado (I)

El Partido Comunista de Cuba se mantiene empantanado, prisionero de dogmas, de los cuales no puede liberarse

Comentarios Enviar Imprimir

El Proyecto de Documento Base para la Primera Conferencia Nacional del Partido Comunista de Cuba (PCC), convocada para el 28 de enero de 2012 comenzó a circular el 14 de octubre. Resalta en este documento la carencia de nuevas ideas; únicamente se encuentran viejos y gastados conceptos, en medio de generalidades y burdas copias de decisiones tomadas por los partidos comunistas de China y Vietnam desde hace tiempo, como el establecimiento de solo dos mandatos consecutivos para el ejercicio de los cargos fundamentales. Esto ratifica que el PCC se mantiene empantanado, prisionero de dogmas, de los cuales no puede liberarse.

En esta ocasión, ni siquiera se hace un balance de la pobre trayectoria de un partido que, como apuntara su nuevo Primer Secretario, Raúl Castro, en el pasado VI Congreso, no ha tenido la capacidad para cumplir los acuerdos adoptados en esos eventos anteriores. Ello demuestra la inexistencia de una verdadera disposición a cambiar, rectificar los viejos errores y salir de su condición de organización política fallida. De esta forma se continúa la senda de su contradictoria caracterización como marxista-leninista y martiano, y en su absurda aspiración de ser el partido único de la nación cubana. De nuevo se pretende conjugar doctrinas totalitarias y disfuncionales con el rico pensamiento humanista de José Martí, quien rechazó la lucha de clases y expresamente prefirió la existencia de muchos propietarios [1].

También se reitera la proclamación del PCC como vanguardia de la sociedad cubana, después de 50 años de fracasos y la conducción de la nación al “borde del precipicio” como diagnosticó Raúl Castro en un discurso pronunciado en diciembre del 2010. A la actual dirigencia partidista parece que no le dice nada el fracaso de estas vanguardias en todas partes, con excepción de China y Viet Nam, donde aunque se mantiene la falta de democracia, han comprendido que la propiedad privada y el mercado son esenciales para el desarrollo y el progreso; muy particularmente en el primero donde hombres acaudalados han sido incorporados al partido, enviando al muladar de la historia las tesis de la confrontación clasista.

La vida ha demostrado las acertadas preocupaciones de Rosa Luxemburgo, con el triunfo de la Revolución de Octubre en Rusia, al señalar sus aprensiones sobre la teoría de la dictadura del proletariado y la imposibilidad de crear una verdadera democracia partidista cuando se aplica una férrea tiranía a todo el pueblo. Las tempranas alertas de la dirigente socialdemócrata alemana de origen polaco —intencionalmente obviadas por la burocracia partidista soviética— siguen sin atenderse en Cuba, prefiriéndose continuar el camino del estalinismo, en la esclavización de los pueblos, y en primer lugar de la clase obrera, lanzada a la miseria y la desesperanza sin verdaderos sindicatos que la defiendan.

En realidad los partidos comunistas en vez de representantes de los trabajadores han sido instrumentos en manos de grupos que han usurpado el poder a nombre de una idea falsa; una de las mayores estafas realizadas en la historia de la humanidad. Manipulación no solo para dominar a los trabajadores, sino a toda la sociedad, mediante una apócrifa socialización de los medios de producción, que no ha sido más que la toma del poder absoluto por ambiciosos políticos, los cuales después de consolidados, convirtieron a los países sometidos a sus designios en feudos y a los engañados ciudadanos en vasallos.

En el Punto 1.3 de la Introducción del Proyecto de Documento Base se menciona “…que lo primero que estamos obligados a modificar en la vida partidista es la mentalidad que, como barrera psicológica, es la que más trabajo nos llevará a superar, al estar atada a dogmas y criterios obsoletos”. Ciertamente la mentalidad burocrática existente en el PCC está ligada a dogmas y criterios obsoletos, pero en el documento se aprecia que no hay ninguna voluntad para superarlos, sino que se reafirman, subrayando la característica leninista del partido, con todos los males que esto significa.

Así, al mantenerse el dominio absoluto de la sociedad por el partido, será imposible evitar su involucración en gestiones que no le corresponden, al mismo tiempo de convertirse la organización en un preciado escaño para los oportunistas y logreros de todo tipo, que saben que únicamente poseyendo el carnet del partido se puede ascender socialmente en Cuba. Esto ha sido uno de los factores para el auge del clientelismo, la doble moral y la corrupción.

Se habla de defender un socialismo inexistente, en el cual ya no cree ni gran parte de los militantes del PCC, cuando principios fundamentales se han violado durante decenios, y quienes mejor viven son precisamente quienes menos trabajan, habiéndose creado enormes diferencias sociales debido a un modelo económico, político y social disfuncional, que no tiene en cuenta los aportes del ciudadano y que, en lugar de promover la satisfacción creciente de las necesidades de las personas —como indica la engañosa teoría leninista—, ha desarrollado la miseria y la marginalidad.

Menos sentido tiene hablar de la defensa de la independencia nacional, cuando Cuba hoy es más dependiente económicamente que en 1959, ahora de forma determinante de Venezuela. Precisamente, el dominio del partido comunista y quienes lo dirigen ha logrado un proceso de involución creciente de la sociedad. La revolución vista en sus inicios como una esperanza y oportunidad de desarrollo y progreso para la nación se torció en el camino, negándose a sí misma.

Poco sentido tiene el Punto 1.8 de la Introducción al señalar que “…debe estimularse un clima de máxima confianza y crearse las condiciones necesarias a todos los niveles para el más amplio y sincero intercambio de opiniones, tanto en el seno del partido como en su relación con los trabajadores y el pueblo. Esto permitiría en un marco de respeto y compromiso la expresión de ideas y conceptos diversos, de modo que las discrepancias se asuman como algo natural.” Esto parece una burla a la inteligencia de los cubanos, cuando se conoce que cualquier opinión discrepante es calificada de contrarrevolucionaria y, cuando personas pacificas tratan de reclamar sus derechos, son acosadas por bandas paramilitares creadas exprofeso para reprimirlas.

¿Además, cómo es posible señalar eso, si se conoce que la prensa está totalmente monopolizada por partido y solo puede expresar lo ordenado?; ¿Cómo hablar de establecer un clima de máxima confianza, si la información se niega a los ciudadanos, las estadísticas se falsean flagrantemente o se ocultan al punto de que no se ofrece ni la cantidad de azúcar producida hasta de zafras realizadas años atrás?

Ahora en el Punto 1.8 se habla del “…escaso rigor y visión que abrieron brechas a la promoción acelerada de cuadros inexpertos e inmaduros, la poca sistematicidad y voluntad política para asegurar la promoción de mujeres, negros, mestizos y jóvenes a cargos principales sobre la base del mérito y las condiciones personales, así como la deficiencia en la selección y preparación de la reserva”. Valdría la pena preguntar quiénes son los responsables de esas deficiencias, y si no son el resultado del centralismo burocrático y el sociolismo, vigentes por tanto tiempo.



Los comentarios son responsabilidad de quienes los envían. Con el fin de garantizar la calidad de los debates, Cubaencuentro se reserva el derecho a rechazar o eliminar la publicación de comentarios:

  • Que contengan llamados a la violencia.
  • Difamatorios, irrespetuosos, insultantes u obscenos.
  • Referentes a la vida privada de las personas.
  • Discriminatorios hacia cualquier creencia religiosa, raza u orientación sexual.
  • Excesivamente largos.
  • Ajenos al tema de discusión.
  • Que impliquen un intento de suplantación de identidad.
  • Que contengan material escrito por terceros sin el consentimiento de éstos.
  • Que contengan publicidad.

Cubaencuentro no puede mantener correspondencia sobre comentarios rechazados o eliminados debido a lo limitado de su personal.

Los comentarios de usuarios que validen su cuenta de Disqus o que usen una cuenta de Facebook, Twitter o Google para autenticarse, no serán pre-moderados.

Aquí (https://help.disqus.com/customer/portal/articles/960202-verifying-your-disqus-account) puede ver instrucciones para validar su cuenta de Disqus y aquí (https://disqus.com/forgot/) puede recuperar su cuenta de un registro anterior.