Actualizado: 23/04/2024 20:43
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Economía

Recuperación ganadera a pasos de tortuga

La agricultura no cañera se contrajo en 8,5 % en 2010, mientras la ganadería tuvo un pobre crecimiento del 0,6 %

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La producción agropecuaria decreció en 2,8 % en 2010 con respecto al año anterior, de acuerdo a datos preliminares publicados a principios de 2011 por la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE). En términos de volumen, la misma fuente ha reflejado que la disminución fue del 4,2 %, excluida la producción de caña y la obtenida en patios y parcelas. La agricultura no cañera se contrajo en 8,5 %, mientras la ganadería tuvo un pobre crecimiento del 0,6 %.

La producción de leche de vaca fue el rubro con mayor incremento para un 4,8 % con 629 500 toneladas, según datos publicados en mayo, que amplían la información sobre el desempeño de la ganadería en 2010. Sin embargo, sólo representa el 61 % de la producción registrada a inicios del Período Especial, en 1990. Las entregas de carne de vacuno para sacrificio en pie disminuyeron en 2,3 % el pasado año, para un 46,6 % de lo alcanzado en 1990.

En la carne de cerdo la caída fue del 3,7 %. No obstante, existe un aumento respecto a 1990 de 161 %. A pesar de ello, la producción nacional no alcanza para satisfacer las necesidades de la población —en el período 2006-2009 se importaron 39.429 toneladas, por un valor de 87,7 millones de dólares—, y el precio al detalle continúa a niveles estratosféricos para los cubanos, de 21 a 35 pesos cubanos los 460 gramos (libra) según el tipo de carne en los establecimientos de venta del Estado, con cotizaciones superiores, pero mejor calidad, en los Mercados de Oferta y Demanda.

El relativo avance en la producción porcina se debe al establecimiento de convenios entre el Estado y los productores privados, por los cuales se les entrega cerditos para engorde y pienso para que en un tiempo prudencial suministren determinadas cantidades de carne a Acopio. En ocasiones existen demoras e incumplimiento en el suministro de pienso, lo que dificulta un mayor aumento de la producción, si bien no es la única causa. Quizás la falta de materia prima importada para elaborar el pienso haya incidido en el descenso productivo del 2010 con respecto al año anterior.

La producción de huevos con 2.430 millones de unidades prácticamente no creció en 2010, y se mantuvo a un 89,1 % respecto a los 2.726,5 millones de unidades alcanzadas en 1990. En realidad esta producción, aunque no se ha recuperado totalmente, muestra cierto avance. Esto ha permitido al Estado ofertar algunas cantidades en el mercado libre a razón de 1,50 pesos la unidad. En la venta por racionamiento se entregan 10 posturas mensuales por persona, de ellas 5 a 15 centavos y 5 a 90 centavos cada una. Resulta probable que el huevo sea el próximo producto en salir del racionamiento.

La carne de ave mantiene niveles productivos muy bajos, con 43,1 miles de toneladas en 2010 para un insignificante crecimiento de 1,1 % respecto a 2009; un 32,2 % de la producción obtenida en 1990, la cual tampoco satisfacía las necesidades del país. Esto ocasiona enormes importaciones, fundamentalmente de Estados Unidos, con considerables erogaciones de divisas en un producto que si bien será difícil lograr niveles que permitan el autoconsumo nacional total, podría aumentarse para reducir los enormes gastos en divisas actuales, que en el período 2006-2009 ascendieron a 589,4 millones de dólares.

La miel de abeja se encuentra entre los productos de la ganadería cubana más importantes para la exportación, pero afronta una grave crisis. Alcanzó 4.700 toneladas en 2010 para un decrecimiento de 9,6 %, según el periódico Granma.

El ganado vacuno tenía 3 992,500 cabezas al cierre de 2010, un 2,5 % superior al año anterior, pero aún el rebaño se mantiene por debajo de los 4,1 millones existentes en 1990, y mucho menos que los 7,2 millones en 1967, según datos oficiales. Por otra parte, las estadísticas sobre la existencia de ganado hay que tomarlas con mucha reserva, pues desde 1978 no se realiza un conteo ganadero. Al mismo tiempo la calidad del ganado ha descendido extraordinariamente debido a muchos años de mala atención a este sector, que durante siglos había representado la segunda riqueza agropecuaria nacional, solo superada por la caña de azúcar. Por tanto no debe extrañar que la carne de vacuno sea un verdadero lujo para los cubanos corrientes, quienes solo tienen derecho a comprar por el racionamiento media libra (230 gramos) mensual de picadillo mezclado con soya, y a los niños al cumplir los 7 años se le retira la venta por ese sistema de un litro de leche.

En los últimos años, el Estado ha hecho algunos esfuerzos para impulsar la ganadería. Los precios de acopio para la leche y el ganado para sacrificio se han incrementado. También se ha entregado tierras en usufructo para utilizarlas en ganadería y abierto tiendas para insumos para la ganadería con oferta limitada y altos precios. No obstante, se mantiene el estricto monopolio estatal sobre el acopio de leche y venta del ganado para sacrificio, así como reglas muy estrictas que impiden a los campesinos hasta sacrificar sus reses para su consumo. Pero los esfuerzos han sido insuficientes para reparar los daños causados a esta actividad. Los pastizales se encuentran en muy malas condiciones, invadidos por las malezas (marabú); las instalaciones pecuarias están por lo general destruidas, en muchos lugares se ordeña a cielo abierto, muchas veces sin los insumos y utensilios necesarios (detergentes, filtros, cántaras…).

A esto se une el mal estado de los caminos y la ausencia de transporte adecuado para un producto que fácilmente se descompone, sin obviar la falta de condiciones para venderlo al detalle con mínimas condiciones higiénicas. En un artículo de Juventud Rebelde publicado el 22 de mayo, sobre la producción y el acarreo de leche en la provincia de Camagüey, se manifiesta que allí donde se realiza el 30 % de la producción lechera del país, la demora del acopio del producto es de hasta 4 ½ horas como promedio, de manera que no debe extrañar que la Empresa Provincial de Lácteos Camagüey pagara por una calidad de leche que no existió en el año 2010, lo que generó pérdidas superiores a los 40 millones de pesos.

En Cuba todos los años se invierte enormes cantidades de divisas en la importación de leche en polvo. En el período 2006-2009 las compras en el exterior alcanzaron 737,4 millones de dólares, a lo cual se pudieran agregar importantes erogaciones por la compra de mantequilla y otros derivados lácteos. Esos montos en los próximos años deberán crecer considerablemente debido al alza de los precios en el mercado internacional. Estos gastos podrían reducirse considerablemente, si se aplicaran políticas más flexibles en cuenta al tratamiento a los campesinos, incluyendo el pago de precios de acopio superiores, relacionados con los precios internacionales de la leche y la carne. Asimismo, debe tratarse de ampliar la venta de insumos a los campesinos a precios racionales —por ejemplo una cántara para leche cuesta 800 pesos, casi el salario medio de dos meses. Incluso debería permitirse a los productores recibir del exterior elementos para promover la actividad, todo lo cual podría alentarse con políticas fiscales adecuadas y la reducción o eliminación, por lo menos temporalmente, de los aranceles a artículos que entren al país con ese objetivo.

Cuba tiene excepcionales condiciones para desarrollar una ganadería moderna y productiva, pues el clima lo facilita y su territorio está libre de serias enfermedades, como la fiebre aftosa. Ello permitiría, además de mejorar la alimentación de la población, poder sustituir las colosales importaciones de bienes perfectamente generables aquí, así como obtener divisas mediante el suministro al creciente turismo extranjero y la exportación de productos de la ganadería con alto valor agregado, cuando todo indica que los precios de la carne, la leche y sus derivados, continuarán la tendencia al alza en los próximos años. Eso es posible si se eliminan los métodos que destruyeron la ganadería cubana y se inicia una nueva época exenta de dogmas que permitan el desarrollo de este decisivo sector económico.


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