Ros-Lehtinen critica la “complacencia” de Obama ante exploración petrolera en Cuba

La congresista Ileana Ros-Lehtinen criticó hoy la “complacencia” del presidente de EEUU, Barack Obama, con la perforación petrolífera que realizará la española Repsol YPF en aguas de Cuba, e insistió en pedir que se le nieguen los visados a quienes ayuden al régimen cubano en este sentido.

“El presidente Obama ha fallado miserablemente al no usar todos los medios a su alcance para evitar que Repsol perforara (en aguas cubanas), y ahora tenemos que lidiar con el resultado de esta complacencia”, señaló la congresista cubanoestadounidense.

La también presidenta del Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes de EEUU arremetió así contra Obama en una audiencia ante el Subcomité de la Guardia Costera y Transporte Marítimo del Congreso estadounidense, que se celebró en Miami (Florida) y en la que también participaron miembros del Gobierno estadounidense y expertos en la materia.

La republicana Ros-Lehtinen explicó que, pese a que ya no se puede impedir que la compañía perfore, sí se puede “presionar a aquellas empresas y países que buscan” ser las siguientes en las exploraciones petrolíferas en aguas de Cuba, “un Estado que patrocina el terrorismo”.

“Las preocupaciones van más allá de Repsol”, precisó la legisladora, quien indicó que existen indicios de que la malaya Petronas, en cooperación con la estatal rusa Gazprom, “será la próxima en perforar en aguas cubanas”.

Se trata, aseguró, de las “mismas compañías que ayudaron al régimen iraní a desarrollar su sector energético” y, por lo tanto, se convirtieron en “fuentes de financiación de Irán para la consecución de su programa de armas nucleares”.

“Podemos disuadir —dijo— a compañías como Petronas, PDVSA y Gazprom de que perforen en aguas cubanas mediante todas las herramientas que tenemos a nuestro alcance”, así como poniendo en marcha “nuevas medidas” que haga que los interesados se lo piensen dos veces antes de firmar acuerdos con un “Estado que patrocina el terrorismo”.

Con ese objetivo, la congresista ha impulsado la Ley de Protección del Arrecife Coralino del Caribe, que está en consideración de la Cámara baja y que sancionará a las empresas e individuos que “ayuden a los hermanos (Fidel y Raúl) Castro en sus actividades de perforación” petrolífera.

Aunque no lo dijo explícitamente, miembros de su gabinete explicaron que en sus palabras iba explícita su propuesta —incluida en esa legislación— de vetar los visados a quienes ayuden al Gobierno de Cuba en sus exploraciones petrolíferas, algo que ya ha defendido en otras ocasiones.

Los legisladores y expertos que intervinieron en la comisión alertaron además sobre el peligro que entraña para EEUU una prospección petrolífera a sólo 72 kilómetros del estrecho de Florida.

Además, mostraron su preocupación por la ausencia de planes adecuados para responder ante un eventual derrame cerca de las frágiles costas de Florida.

Debbie Payton, de la Administración Nacional de Océanos y Atmósfera (NOAA) de EEUU, advirtió que, de producirse un derrame de petróleo, la mancha negra alcanzaría las costas en “entre una o tres semanas”.

John Proni, del Centro de Investigación Aplicada de la Universidad Internacional de Florida (FIU), también llamó la atención sobre el desastre ecológico y económico que supondría para las costas estadounidenses un derrame de crudo en esa zona del Golfo de México, cuya extensión es de unos 112.000 kilómetros cuadrados.

Funcionarios de la Guardia Costera estadounidense advirtieron igualmente que es “muy posible” que la perforación petrolífera en aguas profundas cubanas dañe el turismo y la industria pesquera del país.

El congresista por Florida David Rivera pidió que la compañías extranjeras que perforen en las costas de Cuba asuman las responsabilidades de un posible impacto de vertido.

El pasado 19 de enero llegó a las costas de Cuba la plataforma petrolífera Scarabeo-9, construida en China y contratada por Repsol YPF, para comenzar en breve las perforaciones en aguas profundas del norte de Cuba y determinar el tamaño de las reservas de crudo existentes.

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