Ir al menú | Ir al contenido

Actualizado: 17/05/2024 12:58

Economía

Cuba: Ajustes, remodelación, o finalmente reformas imprescindibles

Economía mixta y sociedad más plural y descentralizada es la perspectiva sin retorno que se nos presenta en Cuba para estos azarosos tiempos


Todo parece indicar que el camino adoptado por las autoridades cubanas para reencauzar la economía y la sociedad dentro de una nueva proyección socialista finalmente ha comenzado.

Al parecer, los criterios que comienzan a prevalecer, sin ser absolutamente originales, son más autóctonos o genuinamente más cercanos a las realidades cubanas de estos tiempos.

Creo que surgen de las condiciones concretas, positivas unas y otras no, en que les ha tocado desenvolverse a las diferentes generaciones de cubanos tras el triunfo de la revolución cubana en enero de 1959.

También, aunque más tardíamente, debe ser el resultado de los análisis sobre la elevada cuota de decisiones exageradas y no siempre acertadas que en determinados momentos específicos se fueron tomando; de la reflexión sobre muchos de los resultados ineficientes que luego tuvieron aquellas apresuradas decisiones; y también, del estudio de orientaciones y diseños erróneos que, en más de una ocasión, se pusieron en práctica, por supuesto, con una amplia carga de subjetivismos, voluntarismos y más deseos que condiciones reales para llevarlas a la práctica y que tuvieran éxito.

Tampoco se debe haber soslayado que, aunque el país mantiene y recibe una solidaridad política internacional cada vez mayor, a diferencia de otras épocas y por razones ya históricas y objetivas, el apoyo o la colaboración de otros países no puede ser similar, ni aproximarse siquiera, en proporción y alcance, a los requerimientos urgentes de la economía de cubana actual.

Todo ello, sumado a la prolongada etapa del llamado período especial, hizo que se acumularan en la sociedad cubana sensibles carencias y necesidades de todo tipo, que a la larga han afectado sensiblemente a la población y erosionado significativamente el nivel del consenso político del pueblo hacia el proyecto político-social del país.

Da la impresión que las autoridades cubanas no tienen el propósito de abandonar un proyecto de carácter socialista —lo han declarado y subrayado—, sino de intentar transformarlo y convertirlo en un sistema más adecuado, eficiente y democrático. Por lo pronto parece que ese será su intento.

Ahora, después de transcurridos 13 años del anterior Congreso del PCC, se ha decidido convocar a la anunciada Conferencia Nacional y al VI Congreso del Partido, lógicamente, para que estas asambleas de militantes sancionen formalmente las decisiones ya tomadas y analicen más ampliamente el conjunto de las transformaciones del nuevo modelo económico y social que se ha venido parcial y anticipadamente dando a conocer o poniendo en marcha.

Ahora bien, sabemos que las sociedades se estructuran de forma eslabonada y sistémica, y que, por tanto, los elementos que las componen ejercen dentro de la misma una permanente relación y reacción de causa/efecto.

De ahí que, una vez en marcha las políticas de ajustes económicos y especulando sobre el futuro inmediato que se nos avecina, consideremos que se experimentarán otros cambios de gran significación; no sólo en la estructura económica del país, que será menos estatalizada y descentralizada y por ello más mixta, dada la presencia de los sectores cooperativos y privados, sino también por la modificación de los propios escenarios políticos y sociales que inevitablemente se producirán.

Con independencia de las condiciones existentes o de los errores tácticos iniciales o de apreciaciones temerosas del Gobierno cubano acerca de cómo poner en práctica las diferentes medidas de ajuste o remodelación que apuntamos en un trabajo anterior (a las que seguramente seguirán otras a lo largo de este complejo proceso), no abrigo dudas de que este programa que se ha lanzado ha sido diseñado como una estrategia de largo alcance y perfil amplio y versátil para tratar de llevar al país a buen puerto. El anuncio de convocar al Congreso del PCC me reafirma en esta idea.

Las estrategias se proyectan en el tiempo, son por lo general a largo plazo y no pueden dejar de tomar en consideración las estrechas interrelaciones que se manifiestan en cualquier sociedad, entre los elementos económicos, políticos, sociales y otros. La estrategia es una visión y proyección lejana y de conjunto de lo que se aspira a alcanzar económica y socialmente, y dentro de ella pueden aparecer diferentes acciones y proyectos tácticos, pero estos deben orientarse y diseñarse de una manera consecuente con la misma.

Ahora bien, todo indica que los factores emergentes de la nueva etapa que se inicia son el cooperativo y el privado, en un proceso que habrá de ser conducido desde el Estado con mucha sabiduría y con mayor flexibilidad, para poder ir ajustándolo constantemente en la práctica y evitar que se obstaculice o fracase.

Ésa, pienso, será la manera de ir construyendo un nuevo modelo económico, político y social de conjunto y largo alcance que, a mi modo de ver, debe ser respetuoso y democrático, anti-sectario y participativo, que combine armoniosamente las potencialidades de los recursos y posibilidades estatales, cooperativos y privados, y le ofrezca también a cada uno de ellos sus espacios políticos necesarios.

Especulo que se apreciarán, después de varias décadas, rupturas estructurales, económicas y sociales de importante significación.

Surgirán, por lógica, se desee o no, nuevos perfiles sociales que originarán cambios en los valores políticos y morales de la conciencia en la sociedad y, si partimos de un enfoque dialéctico hacia los cambios que en las circunstancias actuales se están asumiendo, la vida y el propio desarrollo de los acontecimientos del país les impondrán nuevas y sistemáticas transformaciones y otros ajustes necesarios e inevitables.

Es muy probable que, en ciertos sectores de la economía, comiencen con gran fuerza y pujanza a organizarse y a predominar económicamente las actividades emergentes; o sea, las organizaciones de cooperativistas y las propiamente privadas, que se orienten por ejemplo hacia la agricultura, y las pequeñas o medianas empresas de servicios o ciertas producciones permitidas; mientras que en otras esferas de mayor peso económico o de más envergadura social, permanecerán vitales las del sector público o del Estado.

Economía mixta y sociedad más plural y descentralizada es sencillamente la perspectiva sin retorno que se nos presenta en Cuba para estos azarosos tiempos.

Soy del criterio de que en estas nuevas circunstancias no debe quedar excluido ningún cubano, cualquiera sea el lugar del planeta donde se encuentre viviendo. Ése también es su inalienable derecho como hijo de la patria común y lo considero parte indispensable del eslabonamiento sistémico del que hablé anteriormente.

Por lo pronto, las noticias que llegan evidencian que fuertes corrientes del empresariado pequeño y mediano de otros países del área ya se interesan en participar del nuevo proceso económico cubano. Los brasileños, por ejemplo.

Tampoco se debe olvidar que, durante varias décadas y para diferentes generaciones, desaparecieron en Cuba las experiencias empresariales basadas en las relaciones monetario-mercantiles y la competencia. Estas experiencias pueden haberlas asimilado teóricamente algunos, pero la mayoría se encuentra ajena a esta praxis.

Lo preocupante es que lo mismo le ocurre a los funcionarios e instituciones del Estado que, con estas medidas, se verán ahora obligados a relacionarse jurídica y económicamente con estos nuevos sectores emergentes que se han formalizado en el país.

A mi juicio, la carta de triunfo de este proceso de reformas se hallará en la forma con que cotidianamente y de manera muy flexible las autoridades e instituciones encargadas de conducir el proceso lo hagan asimilable y, por supuesto y ante todo, borrando de la mente los prejuicios o juicios políticos e ideológicos que lo entorpezcan o limiten.

Asumidos con realismo y valentía, esos serán los nuevos retos por los que tendrá que atravesar el proyecto social cubano y sus gobernantes.

Es difícil construir un modelo científico de simulación sobre la remodelación económico y social del país y querer visualizarlo de cara a los próximos años. Pero estoy convencido de que la situación que se nos avecina no tendrá muchos parecidos con el contexto en que hoy nos encontramos.

Es verdad que muchas dificultades y no pocos erráticos empecinamientos en las políticas domésticas se han prolongado en el tiempo, pero también las presiones y los impactos exógenos sobre el país se han mantenido de forma inquebrantable durante todos estos años; y es posible que, además del daño económico y social ocasionado, también ello influyera decisivamente sobre lo primero. Y no es que quiera lanzar una justificación al respecto, sino señalar una incuestionable verdad de perogrullo que aún se encuentra vigente y que debe quedar abolida.

Ha transcurrido más de medio siglo desde que se produjera en Cuba el triunfo de una insurrección popular armada, que luego se transformaría, le guste o le parezca bien a unos y a otros no, en un histórico, complejo y radical proceso revolucionario de elevada trascendencia internacional, que generaría, con sus políticas transformadoras y de cambios, complejísimas y novedosas situaciones, no experimentadas para la vida tradicional y doméstica de todos los cubanos.

Es verdad. Parecería utópico de mi parte apelar, y más hacerlo públicamente, a la reconciliación nacional de todos los cubanos; pero lo hago con honradez y plena conciencia, e incluso, a sabiendas de que muchos cubanos tienen aún heridas frescas o abiertas.

Sin embargo, esto ha sido y es así para todos desde hace ya más de cinco décadas: la inmensa mayoría de los cubanos nos hemos visto afectados de una u otra manera por las políticas de confrontación llevadas a cabo por ambos lados, sean estas ofensivas o defensivas, no importa su carácter o justificación.

Entonces, ante lo complejo, vasto y sensible de la situación cubana, sumado al prolongado tiempo transcurrido, considero que el camino más adecuado y posiblemente más eficaz para dejar atrás el pasado conflictivo y rencoroso es sencillamente tratar de edificar un país nuevo y más moderno, económicamente eficiente y productivo, democrático y justo en lo social, y respetuoso de todos los derechos ciudadanos, que convierta la libertad de los individuos en su paradigma fundamental.

Por ello creo que se hace necesario, y apelo a esforzarnos todos, tratar de transitar por ese llamado proceso de reconciliación nacional. Por supuesto, nada fácil y lleno de escollos, pero no imposible de lograr.

Es hora ya de deponer las inútiles armas entre nosotros, es necesario ver la conveniencia como pueblo de transitar de la confrontación al diálogo y, de ahí, a la cooperación participativa entre todos los cubanos.

Quizás me esté adelantando en el tiempo o me haya surgido una cierta cuota de ingenuidad, pero soy de los que creen que las coyunturas que aparecen en los escenarios político-económicos hay que aprovecharlos sin prejuicios ni resentimientos para el bien común de todo el pueblo.

De eso se trata, sencillamente, porque la nación es de todos.

Lo otro es más de lo mismo: confrontación permanente sin vencedores ni vencidos, autoritarismos, intolerancias, resentimientos y revanchismos, sufrimientos innecesarios, reivindicaciones de uno u otro lado, individuos afectados o encarcelados, extremismos y sectarismos, utilización del diferendo para sacar ventajas y vivir a su costa, politiquería barata o cara, retóricas manipuladoras y altisonantes, mentiras y/o falsedades, etcétera; pero la mayoría de la ciudadanía cubana se encuentra en el medio de tales políticas de confrontación y guerra, absurdas y obsoletas, llevadas adelante por los sectores políticos.

Son muchos años ya que como pueblo nos encontramos al pairo entre las posiciones abroqueladas y los intereses de las corrientes de la derecha y la izquierda extremas.

¿Hasta cuándo?


© cubaencuentro

13 Comentarios


13 by E.Reyes (Usuario no autenticado) 07/01/2011 6:21

En mi modesta opinión, durante más de 50 años, los cubanos de adentro y de afuera nos hemos convertido en artífices de la intolerancia. Asi, en vez de analizar los argumentos de quien expresa a opiniones differentes de las nuestras, lo asumimos como un adversario y lo atacamos. Resulta pues contradictorio que mientras abogamos por la libertad de expresión, frecuentemente recurrimos a la ofensa y los epítetos para descreditar a quien piensa diferente. Considero no sólo necesario sino imprescindible que aprendamos a escuchar a todos y a extraer lo valioso de cada opinión. Todo cubano tiene el derecho a expresar lo que considere mejor para la Patria, sea de izquierda, derecha o centro. Considero que la reconciliación nacional debe ser la piedra filosofal para la exitosa reconstrucción de nuestra nación, con todos y para el bien de todos. Por supuesto que no hablo de perdonar a quienes sean juzgados y encontrados culpables de crímenes contra su propio pueblo.

12 by ivis garcia rojas (Usuario no autenticado) 26/12/2010 22:21

Yo creo que el articulista en vez de llamarse Eugenio, deberia llamarse "Ingenuo"....

11 by yagruma (Usuario no autenticado) 05/12/2010 20:21

Otra vez el, llamemoslo "optimista", Balari quiere ponernos una nube de polvo ante nuestros ojos. Con los Castros en el poder no hay ningun futuro para la nacion cubana.

10 by Eugenio Rivero (Usuario no autenticado) 18/11/2010 20:20

Los “Lineamientos del VI Congreso…” constituyen un conjunto de intenciones, muchas de las cuales se pueden encontrar en términos bastante parecidos en los lineamientos sobre la economía acordados en anteriores congresos del partido. Son intenciones muchas veces incumplidas o que cuando han llegado a ser parcialmente implementadas, más de una vez han sido desarticuladas o “rectificadas” por la acción unipersonal y omnímoda del “máximo líder”. De estas ideas, planes y retrocesos está lleno medio siglo de fracasos de la economía cubana. Vale la pena recordar, por lo ilustrativo que resulta en este momento crucial de Cuba, el más frustrante y precursor de todos los fracasos: La zafra de los Diez Millones. Todo el entusiasmo y la confianza casi universal generada por la revolución triunfante y toda la fuerza económica del país se pusieron en función de ese capricho del “máximo líder”. La destitución de un personaje de la Sierra Maestra tan confiable como Orlando Borrego, Ministro del Azúcar, por atreverse a sugerir con toda delicadeza y respeto que probablemente no se alcanzaría la meta, mostró la intolerancia y la dureza del “jefe” frente a tamaño desafío. Al final, el país quedó exhausto y frustrado por algo tremendamente inútil y altamente costoso para la economía en ese momento. Pero también para el futuro puesto que el verdadero responsable de esa loca aventura quedó oculto a la opinión popular y, con ello, los enormes y costosos riesgos que volvería a correr el país bajo la dirección unipersonal y omnímoda de un aventurero patológicamente egocéntrico como Fidel Castro. Al ministro sustituto, Francisco Padrón, se cargaron todas las culpas del incumplimiento de un plan que fue ideado, organizado y dirigido por el propio Fidel Castro. En la historia de desatinos que han llevado a la situación actual de Cuba hay una larga lista de planes y proyectos fracasados y descontinuados en los que el único responsable ha sido “el máximo líder”. Así lo quiso, así lo llevó adelante todo él y, por tanto, así debe pagar él todas las culpas por el desastre en que ha sumido al país. Pero, las tácticas y estrategias de Fidel Castro en más de medio siglo se repiten una y otra vez. No podía ser de otro modo en su ocaso y, así es ahora cuando el tiempo está en contra de los dos dictadores, quizás por primera vez en más de medio siglo. Los “Lineamientos…” responden a la estrategia de ganar tiempo. Adormecer con un canto de sirena a los cubanos de dentro (y a muchos de fuera), lavarse la cara hacia el exterior, obtener créditos y dólares directos con el turismo norteamericano y las remesas y, en fin, obtener oxígeno para mantenerse y protagonizar una sucesión en la que otros miembros de "la familia" asuman el mando y “preserven la imagen y el mandato de los históricos”. Ese oxígeno imprescindible incluye también lograr una cierta mejoría en las necesidades básicas de la población. Algo estratégico para tratar de restablecer la confianza en el liderazgo y, además, relativamente fácil de conseguir a corto plazo, dada la precariedad de la vida cotidiana en la Isla. Los movimientos políticos y económicos de carácter externos e internos hechos hasta ahora por Raúl Castro, bajo la dirección de su hermano, son piezas del engranaje diseñado por éste para alcanzar esos objetivos y sacar a la dictadura del abismo en que se encuentra. Los “Lineamientos…”, en sí mismos, constituyen un documento inconsistente y superficial, pues carece de un componente que lo haría realmente creíble: Un diagnóstico profundo que ponga al descubierto las verdaderas causas que han llevado al país a la situación tan desastrosa en que se encuentra. Un documento que pretende trazar la política económica para el futuro inmediato y mediato de un país, no puede carecer de ese diagnóstico, ni puede dejar de mencionar las causas que motivan y justifican esas políticas. En cambio, el documento publicado por la dictadura liquida ese diagnóstico en una breve introducción culpando a los factores climáticos adversos (sequías y ciclones), el deterioro del poder de compra de las exportaciones cubanas y, por supuesto como siempre, al “recrudecimiento del bloqueo económico, comercial y financiero de los Estados Unidos de América”. Sólo se dedican tres líneas a los denominados factores de “orden interno como la baja eficiencia, la descapitalización de la base productiva y la infraestructura” y, nada menos que el “envejecimiento y estancamiento en el crecimiento poblacional”. ¿Cómo esperar ese diagnóstico y esas causas verdaderas cuando se trata de una nueva mentira destinada a engatusar a los incautos y tontos útiles? ¿Cómo esperar que se identifiquen al “máximo líder” y a la camarilla de burócratas del partido como los culpables del desastre, si lo que quieren es mantenerse en el poder?

9 by Jose Valero (Usuario no autenticado) 18/11/2010 8:20

No sé de donde este señor saca la conclusión de que Cuba tiene cada vez mayor apoyo internacional. Después de los visto sobre Zapata, Fariñas y las golpizas a las Damas de Blanco, el castrismo ha quedado a los ojos del mundo como lo que es, una dictadura.

8 by juan del monte (Usuario no autenticado) 17/11/2010 12:20

Por Dios:...........usted seria muy buen escritor si a escribir novelas se dedicara pues habla demasiado sobre una situasion que se puede resumir en pocas palabras ya que sin odios ni rencores de ninguna clase y contando desde que batista asumio el poder hasta ahora en Cuba siempre a sido lo mismo con lo mismo. No se necesitan eruditos intelectuales con valoraciones aburridas de una situasion que perdura mas aya del nacimiento, la vida y la muerte de generasiones enteras de cubanos. Lo mas triste es senor que usted no sepa o no quiera enterarse de que se hacerca un caos de concecuencias impredecibles para mi pueblo y no por los cambioas que habran sino por que se an implementado demasiado tarde y entre otras cosas la mentalidad extremadamente oportunista de los que viven bien en Cuba va a procurar por todos los medios que el beneficio de los cambios sea a favor de ellos. Usted sera cubano pero me da la impresion de que en todos este tiempo estuvo viviendo en el planeta Marte. Su palabra se pierde en laberintos de imprecisiones que nada tienen que ver con la real situasion que mi pueblo a vivido llorado y sufrido durante tanto tiempo. la situasion de mi pueblo no necesita de brillantes escritores como usted sino de brillantes conciencias que hablen con el corazon y lo pongan como panuelo y espada para enjugar lagrimas de oprimidos y luchar por ellos hasta que algun dia sea real el sueno que un dia perdio mi pueblo.

7 by Elpidio Valdez (Usuario no autenticado) 16/11/2010 0:47

Estimado Eugenio; Dejemos de querer tapar el Sol con un dedo. Lo primero que hay que reconocer es los 50 años de fracaso economico uno tras otro, que rindan cuenta los que embarcaron el pais, los que llevaron a Cuba de primer exportador de azucar del mundo a un pais importador de azucar. Que no importa que cambiemos los ministros y otros dirigentes, la cosa sigue de mal en peor. Cuba cuenta con excelentes profesionales por muchos años, pero sus opiniones no se tienen en cuenta y entonces se dirige una economia a capricho de los deseos y brillantes ideas de un solo cerebro que decide sobre las crifras a cumplir y entonces hay que cumplirlas de todos modos. O sera que Vd. no recuerda la emulacion en educacion que llevo al fraude institucional en todo el pais, o no recuerda que alguien fija los indices de Salud para vision internacional y entonces hay que cumplirlos de todos modos no importa que haya epidemias de Dengue o la famosa Polineuritis que afecto a miles de personas. O no se ha dado Vd. cuenta mi querido Eugenio que hasta la mentalidad social del cubano ha cambiado y para justificarse ha cambiado hasta el lenguaje, si roba el obrero, le llaman "resolver", y si roba el dirigente le llaman "desviacion de recursos". Nadie puede discrepar de nada. No ha notado que nuestra Asamblea Nacional se reune para aprobar lo que ya esta aprobado por unanimidad, y cuidado que alguien se abstenga o vote en contra, que no vuelve a tomar asiento alli. No ha notado que nuestro sistema de elecciones es un perfecto fraude desde la base hasta la cima, que solo se puede votar por los ya antes elegidos. Entonces como Vd puede pensar que quienes han sido unos gobernantes ineptos e incapaces vayan a sacar el pais adelante. Mi propuesta seria un cambio radical, politico, social economico. Los honestos que quedan, que convoquen a una Asamblea Constituyente donde cualquier ciudadano pueda elegir y ser elegido. que se cambien las actuales estruturas de poder de partido unico, que se permita aun a los sin partido participar, bien que se pudiera comenzar por restituir y mejorar la constitucion del 40 ya que las posteriores fueron una burla al pais, entregandolo a una potencia extranjera o dejando una ideologia en el poder por los siglos de los siglos sin considerar que las sociedades cambian en el tiempo segun cambian los medios de produccion [Recuerden a Marx]. Entonces mi estimado Eugenio como se dicen en buen cubano no creo que podamos seguir arando con los mismos bueyes y sacar adelante el pais. El momento requiere de un cambio radical, ojala que los de arriba y los de abajo tomen conciencia de esto y los cambios vengan para bien.

6 by Julio Casas (Usuario no autenticado) 15/11/2010 16:41

El Mínimo Líder, Raúl Castro, trata de salvar el socialismo con curitas. Parece desconocer ese refrán que dice que a grandes males, grandes remedios. A sus 70 y tantos años Raúl pretende desconocer que los errores del socialismo en todas partes se debió a que los medios de producción están en manos del estado y a que la propiedad privada no es permitida, además de considerar el enriquecimiento como un delito. Una economía con rigores capitalista dentro de un marco socialista es un engendro que no respira ni camina hacia ninguna parte. Es el mismo monstruo mutado. Es como esa vaquita del tamaño de un perro que su hermano Fidel alguna vez quiso que hubiera en todos los hogares cubanos. Ordeñar la perra es como debería llamarse este proyecto diseñado para la plebe cubana. Más que con un cetro, este anciano monarca del socialismo dirige la economía y las libertades con un gotero.

5 by Alberto Abella (Usuario no autenticado) 12/11/2010 10:40

No hay verdad mas grande de lo que plantea Ana Belen en la ultima parte de su observacion. O es que acaso, no queremos darnos cuenta que estas medidas propuestas que realmente no definen el salto o cambio economico y valga la redundancia, de la economía de un pais, son solo pequeños cambios para ganar tiempo por parte de la altisima nomenclatura y lograr un status internacional diferente?, creen que con zapateros remendones, choferes y plomeros autorizados cambiaremos o solucionaremos los serios problemas de la economia de cuba, POR FAVOR, NO SEAMOS INGENUOS!!!!!!!!!!!!!1

4 by Che Curioso (Usuario no autenticado) 12/11/2010 10:21

¿Hasta cuando? La respuesta esta en mi comentario al articulo anterior, no obstante aclaro (o confundo) con otra pregunta como respuesta a la suya. ¿Quien es la extrema izquierda (o derecha), los extremos, en politica, son muy parecidos desgraciadamente, en nuestro desilusionado y destrozado pais? Obvio, ¿verdad?

3 by Bla Bla Bla (Usuario no autenticado) 11/11/2010 18:01

Síntesis: Perdonen las atrocidades del castrismo, cubanos del exterior, y traigan divisas.

2 by Juan Rodriguez (Usuario no autenticado) 11/11/2010 18:00

Si dos mulos de pollo se venden a CUC $2.75 hoy en cualquier lugar de la Habana, si la dictadura esta botando a miles de sus trabajadores esclavos de sus empresas estatales para el mercado negro cubano, si la gente en Cuba estan arrancados y no tienen ni para comprarse un pan con timba y si la matematica no da para abrir o mantener un negocio propio con tantos impuestos dictados por el General Raul Castro, entonces esperen una emigracion masiva de cubanos nunca antes vista hacia donde sea despues de que la dictadura publico sus "reformas economicas" titulada "Salvese quien pueda que ya este barco se esta hundiendo".

1 by Ana Belén Chacón (Usuario no autenticado) 11/11/2010 17:40

Dos cosas: Una, para emprender la reconciliación nacional que el autor propone como necesaria --y yo también-- hace falta que los Castro en Cuba nos asuman a todos los cubanos como tales, sin permisos de entrada y salida a nuestro propio país, y estén dispuestos además a que los cubanos de afuera podamos participar en los cambios que se proponen allá dentro. Dos: Dice el autor, ". no abrigo dudas de que este programa que se ha lanzado ha sido diseñado como una estrategia de largo alcance y perfil amplio y versátil para tratar de llevar al país a buen puerto". Qué le hace pensar al autor que un gobierno que durante 50 años ha diseñado políticas de corto plazo, casi atadas a la cotidianidad, ahora se convierte en gran estratega. Cómo pensar que quieren llevar a Cuba a buen puerto después que por 50 años la han hundido en un mar de catástrofes. El autor se encuentra, a mi juicio, demasiado apegado todavía a un discurso y una esperanza, que hace tiempo dejaron de existir.

Subir


En esta sección

«Biden pone a Cuba en la mirilla», dice «Newsweek»

Frank Calzón , Arlington (Virginia) | 21/04/2022

Comentarios


La «Batalla Comunicacional» (II)

Francisco Almagro Domínguez , Miami | 18/04/2022

Comentarios


Un Mariel silente

Waldo Acebo Meireles , Miami | 13/04/2022

Comentarios


La «Batalla Comunicacional» (I)

Francisco Almagro Domínguez , Miami | 11/04/2022

Comentarios


Cuba, tan cerca Rusia, tan lejos de Ucrania

Francisco Almagro Domínguez , Miami | 29/03/2022

Comentarios


¡Cuba derrota a Venezuela!

Waldo Acebo Meireles , Miami | 28/03/2022

Comentarios


La segunda dictadura de Batista

Carlos Espinosa Domínguez , Aranjuez | 11/03/2022


Cuba sin encanto

Alejandro Armengol , Miami | 24/02/2022

Comentarios



Rectificaciones a Silvio Rodríguez

José Gabriel Barrenechea , Santa Clara | 21/02/2022

Comentarios


Boicotean a la mujer del presidente cubano

Vicente Morín Aguado , La Habana | 17/02/2022

Comentarios


Subir