Ex preso político y sus familiares se quejan de su situación en España

Cinco familiares de un preso político, quienes fueron acogidos en el centro de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) de la ciudad de Málaga (España), han emprendido una huelga de hambre al no lograr alquilar una casa donde establecerse y tras sufrir incomodidades en las dependencias donde están desde abril pasado.

Entre los huelguistas está el ex preso político Carlos Martín Gómez y su hermana Sabina.

Según ha explicado este viernes Sabina Martín, que llegó a España en marzo pasado, tras el almuerzo de hoy los dos hermanos, el esposo, el hijo de ella y un sobrino han iniciado la huelga de hambre, y ha afirmado que desde entonces permanecen en el patio del centro y únicamente beben agua.

“Nos cansa aguantar tantas mentiras y vivir en condiciones infrahumanas: el polvo nos mata; hay muchas palomas enfermas y los cuartos donde estamos son muy chiquitos, en un cuarto de tres por tres estoy con mi esposo, mi sobrina y mi sobrino y no tengo intimidad”, ha explicado Sabina.

Ha añadido que los cuatro están con un sólo ventilador y que el calor los “mata”, mientras que —resalta— donde están las lavadoras hay dos de estos aparatos.

Sabina Martín ha subrayado que la familia quiere vivir en un piso de alquiler, para lo que su hermano ha visto “ciento y pico” y que el último de ellos ya incluso tenía el contrato, pero ha señalado que ha surgido un “problema” ya que los propietarios ponen dificultades al saber que proceden del centro de refugiados.

Según Sabina Martín, los refugiados se sienten “engañados” desde que salieron de Cuba, ya que les ofrecieron cosas y “no cumplen con nada de lo establecido”.

Por su parte, el director del centro de la CEAR, José Manuel Mochon, ha precisado que uno de los huelguistas ya ha encontrado futuro alojamiento y que se tramita, que el resto no ha formulado aún una solicitud concreta y ha añadido que en un albergue de la ciudad hay otras diez familias que tampoco lo han logrado.

Monchon ha admitido las dificultades que surgen con los arrendadores, aunque ha apuntado que otros han alquilado viviendas y se les hace un seguimiento.

También ha reconocido las incomodidades que sufren en el centro con obras en ejecución o el fuerte calor que todos padecen en Málaga, y ha indicado que ante la demanda de “alojamiento estable”, se sigue “trabajando” para obtenerlo.

El director del centro de la CEAR ha añadido que mediante este programa para los ex presos políticos cubanos han pasado por el centro casi cien personas de más de veinte familias desde el pasado año, entre ellos otros ex presos, y que en el centro hay solicitantes de asilo de otros puntos de origen.

Además, ha comentado que las instalaciones son las mismas donde se atendieron a otros usuarios y que se cubren las necesidades de alojamiento y manutención, entre otras, y ha destacado que en el centro hay grupos familiares de otro origen en “circunstancias que no son comparables” al tener menores ventajas.

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