La Cuba que nos merecemos |
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por BALTASAR MARTíN, Miami |
Parte 1 / 3 |
Noventa y nueve años –desde que se izó por vez primera la bandera cubana en el Morro– no pueden haber pasado en vano.
La Historia es una candente lección y no un pretexto para bibliotecarios.
A pesar de haber sido juguetes involuntarios de intereses foráneos en la guerra hispano-norteamericana, en 1934 los cubanos logramos quitarnos de encima la Enmienda Platt, que tenía inquietos en sus tumbas a los mambises legendarios.
Inevitablemente, los males de aquella "pseudo-república" condujeron al desenlace "revolucionario". Un pueblo amante de la libre empresa, quizá como pocos, fue engañado a conciencia por Fidel Castro. Ególatra pragmático que se agarró del marxismo-leninismo para justificar su papel como dictador.
Irónicamente, había dicho sobre el batistato: "Nos casaron con la mentira y nos obligaron a vivir con ella". Creo que no habría mejor epitafio para estos 42 años transcurridos.
Martí dijo: "Una sociedad sin crítica es una sociedad enferma". Yo diría que ha sido una sociedad sin diálogo.
Creo que ésa es una de las claves principales para poder acceder al futuro que nos merecemos, tras 42 años de monólogo totalitario. Es absolutamente imprescindible un diálogo entre todos los cubanos, incluidos los comunistas honestos. No podemos caer en lo mismo que ellos, que se han considerado dueños de la verdad absoluta durante tantos años.
Tampoco podemos negar los logros sociales de la Revolución, pero teniendo bien claro que no se deben al socialismo, como pretende hacer creer Fidel Castro. El socialismo es un concepto esencialmente económico, basado en la propiedad estatal sobre los medios de producción y servicios, donde el Estado deviene en un explotador más feroz que los propios capitalistas. Prueba de ello es la supresión de los aguinaldos y del derecho a huelga, la apropiación de la plusvalía de cada trabajador a todo lo largo y ancho de la Anti-república, el ocultamiento de los impuestos al salario, ya de por sí míseros, y la total manipulación de los sindicatos por el Partido Comunista.
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