Las rimas del austero

Austero rima con yuguero. En muchas tiendas shopping de La Habana, obligadas a trabajar sin aire acondicionado antes de las trece horas, rige una disposición que no sólo establece el corte del servicio eléctrico en casos de incumplimiento, sino que además ordena que las pérdidas ocasionadas por este corte de electricidad deberán ser indemnizadas por los empleados de la tienda.

Es fácil comprender la atmósfera de pánico que reina en esas shopping, con todos vigilándose entre sí para que nadie use el aire acondicionado, ya que si, por ejemplo, se echaran a perder los cárnicos en las neveras por causa de un apagón oficial, los empleados tendrían que cubrir tal desperdicio pagándole al régimen con una moneda en la que no cobran su salario y que está lejos de su alcance.

Austero rima con chocarrero. Las casas de cambio de moneda (CADECA) trabajan aquí con nuevos horarios, dicen que para ahorrar. Es así como dejan de obtener sus mejores ganancias, pues permanecen cerradas durante toda la mañana (antes de las trece horas), que es el período de mayor demanda, sobre todo porque es cuando la gente va de compras a los agromercados, junto a los cuales están ubicadas, no casualmente, las CADECA. Por suerte, en este caso los empleados no tienen que pagar las pérdidas. Se apuntan en el hielo.

Austero rima con basurero. Los contenedores de basura se desbordan hoy como nunca en las calles habaneras, ya que los camiones recolectores no pasan, para ahorrar petróleo. Pero no hay problemas con la indemnización. El régimen paga garantizando que se multiplique a diario el contenido de los contenedores.

Austero rima con agüero. Pero ni Orula, gran orisha, adivinador del porvenir, conseguiría adelantarnos cuáles serán —pasado nuestro tórrido verano— los daños que se deriven de la explotación de equipos sin el uso del aire acondicionado que recomiendan sus fabricantes. Por más que ya quedó lanzada la consigna: "ahorro o muerte".

Austero rima con güero y con truquero y con fullero. Tal vez por eso los cubanos captamos la señal tan pronto los amanuenses de la tiranía empezaron a dar la lata con esto del ceñido de los cinturones que debe caracterizar, no el comportamiento de nuestros mandamases y de sus protegidos —gastadores con patente providencial—, sino de los ciudadanos de a pie, eternos condenados a la austeridad.

Austero rima con bolero. De forma que ahora nos rayan el disco elevando la copa rota para brindar por el inminente fin del capitalismo, debido a esta crisis financiera mundial que, según quieren hacernos creer, impone recortar otra vez el consumo de sal en una isla cuya desgracia es la maldita circunstancia de tanta sal apilada durante tantos años justamente por quienes nos racionan la sal.

© cubaencuentro.com