Actualizado: 23/04/2024 20:43
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Economía

Otra vez en la encrucijada

Los acuerdos comerciales con Venezuela y China recuerdan demasiado la época del CAME: ¿sigue hipotecando Castro el futuro económico del país?

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El principal aliado político

Por otro lado, Venezuela se mantiene como principal aliado político y socio comercial de La Habana, con la venta de más de 90.000 barriles diarios de crudo al gobierno cubano en condiciones preferenciales, de los que, se especula, Cuba debe vender alrededor del 70 % en el mercado negro.

El mayor balde de agua fría cayó sobre los empresarios españoles durante la Feria Internacional, cuando el ministro venezolano de Comercio Exterior, Gustavo Márquez, anunció triunfalmente que Venezuela es el primer socio comercial de Cuba, con un intercambio anual de unos 1.400 millones de dólares, que subirá en 2006 a 2.000 millones.

"Es la expresión de la corriente de comercio que se está produciendo, que se está desarrollando entre Cuba y Venezuela, que hoy ya alcanza 1.400 millones de dólares", añadió Márquez durante la XXIII edición de la Feria Internacional de La Habana (FIHAV-05).

El ministro señaló que esa balanza comercial es "producto de los acuerdos" de la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA), "basado en un esquema de complementación (…) Realmente, está basado en una voluntad política, en una voluntad de integrarnos, de complementarnos, de crear bienestar en ambos pueblos, de generar empleos y generar riquezas, sin mezquindades, y sobre todo con un gran espíritu de solidaridad, porque el ALBA es eso", afirmó Márquez.

Por su parte, el ministro cubano de Comercio Exterior, Raúl de la Nuez, dijo que La Habana "continuará consolidando los vínculos económicos con Venezuela y China", principales socios comerciales y crediticios de la Isla.

Ya han quedado lejos los tiempos en los cuales el vicepresidente Carlos Lage viajaba a España con frecuencia para convencer a los empresarios de ese país sobre las "ventajas" de invertir y comerciar con la Isla.

Lo dramático de todo esto, comentan expertos económicos, es que la alta dirección del régimen no aprende de las experiencias anteriores, cuando el país estuvo atado al comercio con la Unión Soviética y los otros países del denominado Consejo de Ayuda Mutua Económica (CAME). El hundimiento del sistema socialista condujo a una profunda crisis de la cual todavía no se ha recuperado la economía cubana.

¿Qué sucederá si un día se derrumban los precios del petróleo?; se preguntan muchos. ¿Estará Chávez en condiciones de seguir subvencionando a Castro en aras de la voluntad política del ALBA? ¿Y si Chávez pierde las elecciones de diciembre del próximo año?

Tal parece que estas cuestiones no se formulan en la sede del Consejo de Estado y del Comité Central, esos dos bloques de piedra que se levantan en la Plaza de la Revolución.

El comercio con China, por otra parte, tiene características diferentes, ya que Pekín no le otorga un contenido político, ni tampoco las autoridades del país asiático otorgan créditos a largo plazo o entregan petróleo a precios simbólicos, como es el caso de Chávez.

El desprecio a los empresarios españoles y de otros países de la Unión Europea forma parte del incendiario discurso de Fidel Castro contra las naciones que defienden valores como la democracia y los derechos humanos.

Tropezar dos veces con la misma piedra, o sea, atar los destinos del país a un solo mercado, a un único aliado, por razones puramente políticas y de permanencia en el poder, es uno de esos errores que la historia no perdonará a Fidel Castro.


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