Actualizado: 23/04/2024 20:43
cubaencuentro.com cuba encuentro
| Cuba

Crónicas

Un nuevo idioma español

Respetuoso de las tradiciones, el Hombre Nuevo distingue entre locución y escritura.

Comentarios Enviar Imprimir

Hasta que una orquesta no tiene un sonido, un timbre, un sello que la identifique, no es una orquesta: es un grupo de músicos. Con las generaciones pasa igual: sin "la diferencia" que distinga a la actual de la anterior, no calificaría como generación. Y con las naciones. Más que el diseño de su bandera, identifica a una nación su idioma, y en el caso de pueblos que comparten una misma lengua, la forma de hablarla.

Cuba, donde ha aparecido una nueva civilización, la del Hombre Nuevo, no ha esperado a que ese cambio se produzca solo, empujado por el tiempo, sin que la Academia se de cuenta. No. Dispuesto a hacer sentir su impronta en un mundo que se muere de decadencia, el Hombre Nuevo está transformando a la carrera el español hablado, inyectándole nueva vida a algo que es muy viejo.

Él ya no dice "dormir", como el hablante español corriente, sino "donming", que es más sonoro; tampoco dice "hablar", como la gente que nunca será nadie en este mundo, sino, con singularidad muy personal, "hablal". Y así. Cuando no transforma la "r" final en "ing", "ang", "eng", "ong", "ung", la convierte en una vigorosa y muy simpática "l", que a menudo lo haría pasar por un democrático chino de fonda.

No es un empeño nuevo en América. Desde años atrás, los argentinos han venido trabajando en eso. Con interés los oímos decir "sentate" por siéntate, "quedate" por quédate, "vení" por ven, "sabés" por sabes, y así en películas y en la vid real los ve y oye usted tomando mate y martirizando cada uno de los verbos del español, desguasándolos sin piedad, tal vez creyéndose muy exclusivos (aunque ¿de qué?). Vienen escribiendo su nuevo español con olor a naftalina tal cual lo hablan.

El Hombre Nuevo, no. Respetuoso de las tradiciones, el Hombre Nuevo distingue entre locución y escritura. Lo oímos decir "comel", o "comeng", pero escribe "comer". O "hacén" y "haceng", pero escribir "hacer". Decir "cagnne", pero escribir "carne.

Un timbre, una sonoridad, un sello

Por ahora, y en tanto no logre cambiarlo por completo, hacer otro de él (que mediante ejércitos de misioneros lo enseñaría gratuitamente por el mundo), el Hombre Nuevo respetará el español que ha venido usando; aunque, eso sí, rejuveneciéndolo a diario, adecuándolo, sobre todo en el habla, a las necesidades del Hombre lleno de prisas que es él, comprometido con la Historia a hacer, cada nuevo año, lo que a los argentinos y a los demás pueblos del mundo, por comunes, les llevaría un siglo.

De ahí la supresión de la "s" que en el plural ha hecho el Hombre Nuevo, quitándola del artículo si la pusiera en el sustantivo. A generales, ministros, boxeadores, peloteros, maestros… oirá usted diciendo en la televisión "lo pollitos" o "los pollito", y así sin la "s" imperdonable en alguien con tan apretada agenda.

Resultante, asimismo, de esas muchas e históricas responsabilidades que su condición de Hombre Nuevo le impone, es la velocidad con que ya habla y en la cual he podido observar, reloj en mano, el magisterio con que logra este héroe hacer una palabra, una sola, de todo un párrafo compuesto por 42 oraciones.

El reaccionario, que nunca falta, por lo general maestros de escuela de la vieja época, dirá que eso no es hablar, que eso es hacer ruido; pero el Hombre Nuevo no se detiene a escuchar sandeces y sigue innovando lo que Cervantes dejó a medias y Fernando Lázaro Carreter vigila escrutante como un satélite.

Se equivocará quien piense que sólo la pronunciación y el enriquecimiento lexical, que incluye miles de voces nuevas ya en plan para exportar, le preocupan al Hombre Nuevo. También le ha interesado la emisión de la voz.

Los burgueses, por lo general (y antes los esclavistas y los feudales), lo hacían, erróneamente, por la garganta. El Hombre Nuevo, aunque el enemigo vea en esto avances de la cultura marginal, lo ha venido haciendo (con bastante éxito) con la nariz. Cada vez ha sido más nasal. Estudiantes, profesionales, altos cargos. Hasta en la televisión y la radio ya tenemos locutores y locutoras de una nasalidad magistral.

Según me han dicho, argentinos infiltrados han venido espiándonos. Pero Cuba está ya muy adelantada en eso. De cumplirse las secretas metas que al respecto parecen regir, en la siguiente década la nueva civilización fundada por el Hombre Nuevo será fañosa ciento por ciento, con lo cual se habrán conseguido dos cosas fundamentales, una política y la otra estética.

La primera, reivindicar al fañoso, ese infeliz que tan discriminado fuera en la vieja sociedad. La segunda, obtener, al fin, para el novísimo español cubano (mucho más estilizado y apropiado para su aprendizaje que el argentino) un timbre, una sonoridad, un sello, en dos palabras, que lo distinga a la legua tal cual se distingue en el mundo musical a la orquesta Aragón.


Los comentarios son responsabilidad de quienes los envían. Con el fin de garantizar la calidad de los debates, Cubaencuentro se reserva el derecho a rechazar o eliminar la publicación de comentarios:

  • Que contengan llamados a la violencia.
  • Difamatorios, irrespetuosos, insultantes u obscenos.
  • Referentes a la vida privada de las personas.
  • Discriminatorios hacia cualquier creencia religiosa, raza u orientación sexual.
  • Excesivamente largos.
  • Ajenos al tema de discusión.
  • Que impliquen un intento de suplantación de identidad.
  • Que contengan material escrito por terceros sin el consentimiento de éstos.
  • Que contengan publicidad.

Cubaencuentro no puede mantener correspondencia sobre comentarios rechazados o eliminados debido a lo limitado de su personal.

Los comentarios de usuarios que validen su cuenta de Disqus o que usen una cuenta de Facebook, Twitter o Google para autenticarse, no serán pre-moderados.

Aquí (https://help.disqus.com/customer/portal/articles/960202-verifying-your-disqus-account) puede ver instrucciones para validar su cuenta de Disqus y aquí (https://disqus.com/forgot/) puede recuperar su cuenta de un registro anterior.