Actualizado: 02/05/2024 23:14
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Cuba tendrá su primer beato

José López Piteira será uno de los 498 mártires de la Guerra Civil Española que el Vaticano beatificará el próximo 28 de octubre.

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El diácono agustino nacido en Cuba José López Piteira será uno de los 498 mártires de la Guerra Civil Española que el Vaticano beatificará el próximo 28 de octubre.

López Piteira, que se convertirá en el primer beato de la Isla, nació en Arroyo Blanco, Camagüey, el 2 de febrero de 1912, hijo de padres españoles que volvieron con él a su país cuando tenía unos cinco años de edad, informó la Agencia Católica de Información (ACI).

Como parte de su preparación para sacerdote, López Piteira estudió Filosofía en Leganés, Madrid, y teología en el Monasterio de El Escorial, también en la capital española. Fue ordenado diácono el 8 de septiembre de 1935.

De acuerdo con ACI, P. González Velasco, uno de sus biógrafos, escribió: "Se debe constatar que el joven José López Piteira siempre se sintió orgulloso de haber nacido en Cuba y de ser ciudadano cubano".

El Obispado de Ciego de Ávila, en una biografía de López Piteira, dijo que el diácono fue detenido durante la persecución antirreligiosa desatada en España en julio de 1936.

"La numerosa comunidad de agustinos del Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, donde vivía fray José López Piteira, quedó prisionera en el propio Monasterio. El 6 de agosto dos policías nacionales, ejecutando órdenes del ministro de la Gobernación, condujeron en tres camiones a los 107 religiosos de la comunidad a la Dirección General de Seguridad, de Madrid. Se les tomó declaración. Todos confesaron ser religiosos agustinos. Por eso se les envió a los calabozos donde pasaron el día. A última hora de la tarde fueron encarcelados en el colegio de San Antón, de los padres escolapios, en la céntrica calle de Hortaleza de la capital madrileña, convertido en prisión".

La familia del religioso realizó gestiones ante funcionarios consulares cubanos y del Ministerio de Asuntos Exteriores para conseguir su libertad, dijo el Obispado.

Al decirle que podía hacer valer la circunstancia de haber nacido en Cuba para conseguir la libertad, López Piteira contestó : "Están aquí todos ustedes que han sido mis educadores, mis maestros y mis superiores, ¿qué voy a hacer yo en la ciudad? Prefiero seguir la suerte de todos, y sea lo que Dios quiera", según el relato del padre Natalio Herrero, que conocía al diácono.

López Piteira y sus compañeros fueron asesinados el 30 de noviembre de 1936.

"Después de haberle despojado de todo, le ataron las manos atrás y le condujeron, con otros 50 agustinos, a Paracuellos de Jarama, a las afueras de Madrid, donde fueron sacrificados", señaló el Obispado de Ciego de Ávila.

Los 498 "mártires de la Iglesia" que serán beatificados en octubre son tal vez el grupo más grande para el que se haya organizado una ceremonia de este tipo. En él figuran 46 mujeres.