Actualizado: 23/04/2024 20:43
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Disidentes creen que la conversación de Castro con Chávez no arroja luz sobre el futuro

'Esto no da nada, no mejora la situación del país. Es una forma de desviar la atención de los problemas fundamentales', dijo Vladimiro Roca.

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Disidentes cubanos coincidieron este miércoles en que la conversación telefónica mantenida por Fidel Castro con su amigo y aliado, el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, indica una mejoría del gobernante cubano, pero no despeja las dudas sobre su posible vuelta al poder, informó EFE.

Castro, de 80 años, habló telefónicamente con Chávez durante media hora el martes. La conversación fue transmitida en directo en el programa radial Aló, Presidente, del mandatario venezolano.

Fue la primera intervención de Castro en directo desde que en julio pasado delegó el poder en su hermano Raúl por una grave crisis de salud. Los cubanos la escucharon en diferido.

Con voz más clara que la que ha tenido en las grabaciones en vídeo transmitidas en los últimos meses, el anciano gobernante aseguró que "va ganando terreno" a su enfermedad y se siente "con más energías" mientras en Cuba "todo está tranquilo" y "marcha".

Vladimiro Roca, del movimiento Todos Unidos, consideró que la difusión de información sobre el estado de salud de Castro con la participación del presidente venezolano "se está convirtiendo en un circo".

"Esto no da nada, no mejora la situación del país. Es una forma de desviar la atención de los problemas fundamentales", apuntó Roca.

"El sentimiento más común en medios disidentes (...) es algo parecido a la depresión", dijo por su parte Elizardo Sánchez Santacruz, presidente de la ilegal Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN), citado por la AFP.

Castro "es el símbolo del régimen totalitario" y "en la medida en que su presencia es más relevante como antes, las posibilidades de reformas modernizadoras se alejan de Cuba", agregó.

Manuel Cuesta Morúa, de la coalición socialdemócrata Arco Progresista, opinó que Castro "se va recuperando" y "tiene una clara intención de volver al poder".

Sin embargo, Cuesta Morúa dijo no creer que el posible retorno "se produzca con la misma intensidad y forma que tenía antes del 31 de julio, porque su salud no le acompañaría".

"Sería un retorno más simbólico que real porque antes de su enfermedad ya se hablaba de sucesión, por lo que no creo que haya una vuelta total al poder", apuntó en declaraciones a EFE.

Para Cuesta Morúa, "en estos casi siete meses no ha habido ninguna movilidad interna dentro de la dirección del país (…) ni mayores reformas económicas o de otra índole", como muchos cubanos esperaban.

A su juicio, "los cambios en Cuba dependen de los ciudadanos y no de la vida o la muerte de una persona por muy importante que sea".

Miriam Leiva, de las Damas de Blanco, agrupación de madres, esposas y familiares de los 75 disidentes encarcelados en 2003, señaló que "se escuchó al presidente pero no se vio, y realmente no se sabe cuál es su estado de salud".

''Seguimos sin información y no sabemos si él podrá volver a gobernar'', agregó.

''Pienso que es un momento de definición y de llevar adelante cambios en esta sociedad, porque realmente el mismo gobierno está en peligro de crear una situación muy inestable que ninguno de los cubanos queremos'', advirtió.

"En estos días los problemas siguen siendo graves, los presos de la primavera del 2003 están sufriendo enormemente, en marzo cumplirán 4 años en la cárcel y cada día están más enfermos y no son liberados", dijo.

Leyva opinó que el pueblo cubano "se merece ver al presidente, porque si está en contacto con los venezolanos por qué no con el pueblo".

Su esposo, el economista Oscar Espinosa Chepe, uno de los opositores del Grupo de los 75 excarcelado con una licencia extrapenal por problemas de salud, expresó que le sorprende y además le disgusta que los cubanos sepan de la "salud de Fidel Castro a través de un presidente extranjero".