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Felipe González, etanol, biocombustibles

Felipe González rechaza las críticas a la producción de etanol

'No se puede dejar de afirmar que puede haber intereses petroleros por detrás de este falso debate', dijo el ex mandatario español.

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El ex presidente del gobierno español Felipe González criticó el lunes la posición contraria a los biocombustibles de algunos gobiernos, como los de Cuba y Venezuela, que dicen amenaza la oferta mundial de alimentos, informó Reuters.

González, en la apertura de una Cumbre del Etanol que se realiza en Sao Paulo, también calificó como "inconcebible" un informe preliminar de Naciones Unidas sobre el tema.

"Nadie serio puede decir que agregar valor, empleo y tecnología a la producción agrícola va a causar problemas a las personas más pobres del mundo", dijo el ex secretario general del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) sin mencionar a Fidel Castro y al presidente de Venezuela, Hugo Chávez.

Castro y Chávez, aliados políticos y económicos, han afirmado que los esfuerzos para promover los biocombustibles llevarían hambre a los países pobres.

Brasil, que es líder en la producción de etanol a partir de la caña de azúcar, anunció este año un acuerdo con Estados Unidos para un trabajo conjunto destinado a promover su producción en América Latina.

Estados Unidos produce el biocombustible a partir del maíz, lo que ya ha presionado los precios del grano.

González dijo que los problemas de alimentación en el mundo no están vinculados a la capacidad de producción y oferta, sino "de acceso" desde el punto de vista de la demanda, y agregó que había evidencias de que las compañías petroleras están por detrás de la polémica sobre los biocombustibles.

"Parece un falso debate ideológico, por detrás del cual se ocultan intereses que no quieren confesar", dijo el ex mandatario en la conferencia.

"No se puede dejar de afirmar que puede haber intereses petroleros por detrás de este falso debate", sostuvo.

Venezuela es el quinto exportador mundial de petróleo y envía a Cuba más de 90.000 barriles diarios a precios preferenciales.

El político español subrayó que para la expansión del mercado de biocombustibles existen obstáculos, como problemas de infraestructura y barreras comerciales, que consideró serán alteradas con el tiempo.

En cuanto al informe preliminar de la ONU que alerta sobre un posible aumento del costo de los alimentos en caso de una expansión excesiva de la agroenergía, lo consideró "inconcebible".

"Puede existir algún choque asimétrico, pero nada serio", dijo el ex gobernante español, citando como ejemplo la crisis de las tortillas en México, alimento básico en ese país y elaborado con harina de maíz. El precio de las tortillas se disparó con el aumento de los precios internacionales del maíz, promovido por la producción de etanol en Estados Unidos.

El ex presidente español también destacó la necesidad de retomar las discusiones sobre energía nuclear, aunque reconoció que se trata de un asunto polémico.

Sobre el uso pacífico de la energía nuclear, criticó la postura de Estados Unidos relativa al Tratado de No Proliferación Nuclear.

"No es posible sostener una interpretación del tratado que sigue siendo bastante discriminatoria y, además de eso, una discriminación respecto a otros y practicada por quien posee todo el dominio (de la energía nuclear) (...) para uso pacífico y para uso militar", afirmó.

En la apertura de la Cumbre, el vicepresidente de Brasil, José Alencar, afirmó que "al hacer más democrático el acceso a la energía, los biocombustibles ofrecen una esperanza a los países pobres que buscan combinar crecimiento económico con inclusión social y protección al ambiente", reportó la AP.

Añadió que esa "revolución energética" sólo podrá darse si los países ricos acceden a abrir sus mercados agrícolas —que cobran altas tarifas de importaciones o imponen cuotas— a los productos de las naciones en desarrollo.

Alencar citó un artículo del presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, publicado el viernes en el diario inglés The Guardian y en el que el mandatario brasileño afirmó que el uso de etanol no amenaza ni al medio ambiente ni las selvas amazónicas.

En su artículo, Lula indicó que el problema de la pobreza en el mundo es por "falta de ingresos" y "no por las plantaciones de caña de azúcar".

Alencar dijo que Brasil ya ofrece su tecnología en producción de etanol en regiones como el África Sub-Sahariana para ayudar a generar empleos e ingresos vía la producción local de productos para generar biocombustibles.

Mozambique, por ejemplo, ya está lanzado un plan de biocombustibles con ayuda de Brasil, aseguró Alencar. Brasil también ha firmado acuerdos de cooperación en etanol y biocombustibles con Italia, Ecuador, Senegal, entre otros.

El interés por esos combustibles —el etanol y el diesel generado a partir del aceite de mamona, por ejemplo— ha crecido en el último año y medio debido a los altos precios internacionales del petróleo y la creciente preocupación por el recalentamiento global.

Sin embargo, las críticas también se han incrementado en los últimos meses debido a un aumento de los precios de aceites vegetales y de maíz a sus mayores cotizaciones en una década.

En el evento de Sao Paulo participan decenas de analistas y expertos brasileños e internacionales.