Actualizado: 25/04/2024 19:17
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Funcionarios atribuyen al 'descontrol administrativo' la proliferación de los delitos y la corrupción

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Funcionarios cubanos consideran que el "descontrol administrativo" es la principal causa de las considerables pérdidas económicas, adulteraciones de productos, desvíos de recursos y otras irregularidades en la red comercial de la Isla, reportó este domingo el diario oficialista Juventud Rebelde.

"El deficiente control administrativo es lo que más nos perjudica", dijo la viceministra de Comercio Interior, Damar Maceo, al diario, que en las últimas semanas ha publicado una serie dedicada a los fraudes que proliferan en la red comercial estatal, informó EFE.

"Cuando el encargado de velar por la custodia de los recursos de una unidad mantiene una conducta seria y no permite irregularidades, aunque su aparato contable no funcione como es debido las pérdidas no son tan astronómicas como ahora exhiben muchas entidades", opinó la funcionaria.

"No se le puede echar la culpa de todo a la contabilidad", aunque "también tenemos problemas con el personal económico en muchas de nuestras empresas, porque esa actividad se deprimió en los últimos tiempos por falta de medios para trabajar, bajos salarios y otros factores", dijo.

"Pero cuando hay buen control administrativo se evitan las transgresiones", recalcó.

Para el viceministro de Economía y Planificación, Julio Vázquez Roque, la "pérdida de valores es el peor daño que ocasiona el descontrol económico".

Además, "el perjuicio material dificulta en ocasiones el cumplimiento de planes y estrategias y posibilita que algunas fábricas clandestinas continúen operando, en menoscabo de los consumidores, quienes pagan —bastante caro— por productos falseados", afirmó.

El funcionario dijo que una buena parte de las auditorías "reflejan deficiencias en el control de los recursos".

"Existe un alto ciclo de cuentas por cobrar y esto es muy peligroso", advirtió y explicó que "un documento de este tipo envejecido, y que no esté debidamente conciliado, puede ser fuente de robo o desvío de recursos".

Por su parte, el experto Joaquín Infante, Premio Nacional de Economía de 2000, consideró que "hay que hacer un análisis sistémico e integral" de los factores que generan las adulteraciones de productos en la red comercial de la Isla.

"Antes estas cosas no sucedían porque para las personas la principal fuente de ingresos era su sueldo", dijo Infante. "Luego de la crisis económica y la devaluación de la moneda cubana estos problemas se agudizaron", indicó.

"Las personas no se preocupan por la calidad de los productos que ofertan en su entidad porque sencillamente si se vende o no, a ellos no les perjudica. La gente no se siente identificada con su centro laboral y hay que lograr cambiar este comportamiento social, y no puede ser por decreto", añadió.

Su colega Ernesto Molina, profesor del Instituto Superior de Relaciones Internacionales, opinó que "hay que hallar las vulnerabilidades internas de los procesos de construcción socialista que conducen a las distorsiones que no garantizan la calidad que merece el consumidor".

El experto dijo que "la economía cubana —como los árboles del monte— tendría un tronco más sólido y frutos más abundantes y jugosos, si pudiera despojarse de sus lastres funcionales, esas enredaderas que estrangulan parte de sus propósitos".