Grupo del exilio cree que La Habana podría 'fabricar' un incidente para forzar una crisis

Un grupo del exilio cubano en Miami dijo este jueves que se encuentra en alerta ante la posibilidad de que el gobierno de Cuba "fabrique" algún incidente con balseros para propiciar una crisis con Estados Unidos, informó EFE.

Ramón Saúl Sánchez, presidente del Movimiento Democracia, explicó que permanecen atentos tras conocerse que guardacostas de Cuba y miembros del Ministerio del Interior de la Isla interceptaron este jueves a siete hombres que intentaron viajar Estados Unidos en un bote rústico de madera y corcho.

Los hombres fueron interceptados en el Malecón de La Habana cuando el viento hizo que su embarcación recalara frente a la Sección de Intereses de Washington en la Isla, una situación que Sánchez calificó de "raro incidente".

"El Movimiento Democracia permanece atento tanto por lo que puedan peligrar los derechos de estos cubanos, si son verdaderos balseros, como por la posibilidad de que el régimen cubano busque fabricar algún incidente para propiciar una crisis con Estados Unidos, país con el que no le conviene iniciar una política de distensión", afirmó Sánchez.

El activista dijo que en el pasado, el "régimen militar de los hermanos Castro ha utilizado cruelmente a los balseros cubanos para crear crisis con Estados Unidos".

Una posibilidad, aseguró, que cobra fuerza en momentos en que el gobierno cubano estaría disgustado por los emplazamientos que conlleva el nuevo enfoque en política de Estados Unidos hacia la Isla.

"Podría buscar algún conflicto diplomático con Estados Unidos en los próximos días o semanas, lo suficientemente justificable como para contraponerlo a la popularidad que goza el presidente Barack Obama en materia de política exterior", explicó Sánchez.

Con ello, Cuba mantendría sus diferencias con Estados Unidos que le han generado "enormes dividendos políticos en la comunidad internacional", añadió.

Sánchez hizo un llamado a los organismos internacionales de derechos humanos para que indaguen qué sucederá con los siete cubanos e impedir que sean "maltratados en la eventualidad que sean verdaderos balseros que buscaban escapar del país".

Las versiones sobre el suceso de los balseros que recalaron ante la Sección de Intereses difieren en algunos detalles.

Según la agencia AP, este jueves el grupo de siete hombres que intentaban salir ilegalmente de Cuba tuvo que regresar a la costa por desperfectos en su embarcación, de fabricación rústica.

"Se nos rompió el timón y tuvimos que virar" explicó Margoi Díaz, de 33 años, uno de los integrantes del grupo, citado por AP.

"Queríamos irnos para Estados Unidos porque no queremos que se nos imponga nada", agregó.

La pequeña embarcación fue rodeada por tres lanchas guardafronteras cubanas. Los balseros se tiraron al mar a unos metros de la costa y nadaron hasta las rocas.

De acuerdo con el relato de la agencia EFE, después de casi dos horas de intentos de negociación con los balseros, los oficiales decidieron lanzar el ancla de una patrullera repetidas veces sobre la precaria embarcación, para obligar a sus ocupantes a abandonarla.

Entonces los siete hombres saltaron al mar y fueron socorridos por los guardias, que los escoltaron hasta tres autos cuyo destino "posiblemente" fuera alguna dependencia de migración, según uno de los oficiales.

La versión de AP indicó que un oficial de la Policía dijo que iban a ser conducidos "para la casa, porque irse del país no es un delito".

"Me quiero ir porque no aguanto más", manifestó un joven vestido con camiseta color crema y de rayas rojas que no se identificó ni precisó desde que punto de La Habana habían intentado la salida.

Díaz dijo que los siete hombres son amigos desde la infancia y solo uno de ellos tiene "causas pendientes" con la justicia cubana.

El grupo se lanzó al mar en un bote con remos, pero el viento hizo que la embarcación recalara en el Malecón de la capital, de acuerdo con el relato de EFE.

Decenas de agentes acudieron al lugar para ocuparse del incidente y, en principio, les dieron la posibilidad de remar mar afuera, aunque escoltados por los guardafronteras.

"Que remen para allá, aquí nadie se va a meter con ellos", un oficial vestido de paisano, apuntando al norte, en dirección a Estados Unidos.

Pero después la estrategia cambió y los oficiales intentaron persuadir a los balseros de regresar a tierra firme, diciéndoles que iban "a perder el tiempo" si empezaban a alejarse de la costa, pues "por ahí" no iban a "salir".

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