Grupo del exilio intentará navegar hasta el límite de las aguas territoriales cubanas
Las autoridades de la Isla han puesto a funcionar un fuerte operativo de seguridad que incluye la vigilancia de las costas.
Un grupo del exilio cubano pretende navegar el viernes hasta el límite de las aguas territoriales de Cuba para exigir una transición democrática en la Isla, en coincidencia con la XIV Cumbre del Movimiento de Países No Alineados (NOAL), que se celebra en La Habana, informó EFE.
El presidente del Movimiento Democracia, Ramón Saúl Sánchez, dijo que esta organización, con sede en Miami, pretende llevar a bordo de un barco cientos de papeletas de votación simbólicas y las fotografías de prisioneros políticos.
"Los propósitos de esta actividad son reclamar elecciones libres para los cubanos, la excarcelación de los presos políticos, reconocimiento legal a los movimientos opositores, el derecho al retorno y la reunificación de las familias cubanas", dijo el activista.
Otro de los planes es hacer llegar "un mensaje a los participantes de la Cumbre, invitándolos a persuadir al gobierno de Cuba para que se someta a un genuino proceso de transición a la democracia", agregó.
Fidel Castro entregó provisionalmente el poder a su hermano Raúl el pasado 31 de julio por razones de salud y desde entonces el exilio cubano ha pedido una transición política en la Isla.
Para llevar a cabo la actividad marítima, el grupo utilizará su barco insignia, Democracia, que el gobierno estadounidense ha confiscado en dos ocasiones cuando se dirigía a las costas cubanas en "misiones pacíficas".
"Esta acción se realiza también para expresarle de alguna manera al gobierno de Estados Unidos que nos mantenemos firmes en el derecho que tenemos los cubanos a luchar pacíficamente por la libertad de Cuba", subrayó Sánchez.
"Ya le hemos notificado al Servicio de Guardacostas de Estados Unidos que vamos a hacer esta actividad", añadió.
Las autoridades de la Isla han puesto a funcionar un fuerte operativo de seguridad con motivo de la Cumbre, para la que se espera la presencia de 50 jefes de Estado y Gobierno.
La cantidad de policías en la capital cubana fue reforzada y las zonas por donde transitarán los asistentes al evento quedaron aisladas al tráfico, según Reuters.
Una de las medidas más significativas fue la suspensión de los vuelos directos desde Miami, donde reside la mayor comunidad de exiliados cubanos, a los que el régimen de Castro acusa de tramar constantemente intentos de desestabilización.
Además, unos 8.000 habitantes de localidades costeras han sido movilizados para, según la prensa oficialista de la Isla, impedir la entrada de "enemigos de la revolución."
Los grupos de la disidencia interna fueron también advertidos.
"Tenemos que ser muy discretos. Cualquier intento de reunión que hagamos el gobierno lo va a aplastar", dijo Martha Beatriz Roque, líder de Asamblea para Promover la Sociedad Civil, citada por Reuters.
En algunas zonas del centro histórico de la capital y del municipio donde se desarrolla la reunión, los residentes deben exhibir credenciales para acceder a sus empleos y viviendas.
Cerca de la sede de la Cumbre, el Palacio de las Convenciones, en La Habana, un par de gasolineras fueron cerradas y son custodiadas por la policía.
El Instituto de Aeronaútica Civil de Cuba suspendió los vuelos nacionales de carga durante los días de la Cumbre.
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